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3 motivos por los que (a día de hoy) interesa comprar un diésel

diésel
Todavía hay esperanza.

Di ahora, en cualquiera de tus grupos sociales: “Me voy a comprar un diésel”. Las reacciones no se harán esperar: miradas de extrañeza, de desaprobación y, si tienes confianza con quienes te rodean, posiblemente alguien te diga que estás loco. El gasóleo está poco menos que criminalizado pero, a pesar de ello, te aseguramos que hay varios motivos por los que hacerse con un coche movido por este combustible es, a día de hoy, algo todavía interesante.

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Aunque, antes de ello, tenemos que hacer una puntualización que creemos más que necesaria: cuando hablamos de la guerra del diésel, de las restricciones, etc., lo hacemos desde un punto de vista centrado en las grandes ciudades y en lo que está por venir, pero es más que necesario ser conscientes que la situación existente en Madrid no se aplica, al menos de momento, a una gran parte del territorio nacional, en el que no existen ni tantas limitaciones ni tantos problemas.

Con esto claro en mente, vayamos directos al meollo de la cuestión: 3 motivos por los que (a día de hoy) interesa comprar un diésel.

Es una opción económica para largos kilometrajes

Los eléctricos todavía no llegan a ofrecer la autonomía de un vehículo de combustión y las alternativas de gas ofrecen un coste de uso bastante razonables, pero en ciertas zonas es difícil encontrar dónde repostar. En cambio, diésel hay en todos sitios y es un combustible perfecto para aquellos que van a hacer muchos kilómetros con su coche.

Aunque el desembolso inicial (si hablamos de coches nuevos) sea algo más elevado, con un uso intensivo es una opción que renta mucho a los conductores. Para empezar, aunque la diferencia respecto a la gasolina sea cada vez más pequeña, sigue siendo un combustible más barato. A esto hay que sumar el hecho de que, a igual de motor/prestaciones, la variante movida por gasóleo tiene un consumo bastante inferior. Y, por último, el hecho de girar a menos revoluciones hace que un motor de este tipo aguante más “trote” y pueda tener una vida útil más extensa.

Van a bajar de precio

En el mercado de nuevos es más difícil preverlo, pero en el de ocasión y vehículos usados es de esperar que los coches diésel bajen de precio de manera paulatina. Las constantes amenazas tanto a nivel europeo como estatal y su criminalización harán que muchos poseedores de uno quieran deshacerse de él para comprarse un vehículo más “limpio”, por lo que habrá más oferta y se reducirán las tarifas.

Esto es previsible que pase en las grandes urbes, por lo que los que más se pueden beneficiar de ello son los conductores de zonas cercanas que normalmente no tenga que acceder a aquellas, y que circulan por lugares donde todavía no hay restricciones ni se ha anunciado que vaya a haberlas a corto plazo.

Hecha la ley, hecha la trampa

Poco, por no decir nada, han tardado los fabricantes en analizar que implican las restricciones para encontrar una manera legal de saltárselas. Todos han llegado a la conclusión de que acoplar tecnología micro-híbrida con sistemas eléctricos de 48 voltios es la mejor solución y, para más inri, casi todos han optado por instalársela a sus motores diésel.

De esta manera aquellos que tienen un gasolina moderno tienen que ver como un coche de gasóleo, en ocasiones con una potencia más que considerable, disfruta de una etiqueta ECO que prácticamente es una pulsera de barra libre en acceso a zonas mientras que ellos están más limitados con sus vehículos.

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