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2023 fue un año de freno, ¿peligra el coche eléctrico?

2023 fue un año de freno, ¿peligra el coche eléctrico?

La realidad no está a la altura de las expectativas.

Todo en la industria del automóvil parece apuntar hacia el coche eléctrico: los planes de futuro de las marcas, el lanzamiento de nuevos modelos, las limitaciones impuestas desde Europa… todo menos la realidad, los números, las cifras de venta y el impacto que están teniendo los cero emisiones en conjunto. ¿Peligran los coches eléctricos?

2023 no ha sido un año bueno para los vehículos a pilas, principalmente por dos motivos: los números no están a la altura de lo esperado y algunos fabricantes han empezado, como se dice coloquialmente, a “recoger cable”.

 

Empecemos por lo concreto, el mercado español, que dista de ser uno de los punteros en esta materia, pero que es un perfecto ejemplo de como una nación media puede estar gestionando esta transición.

Según los datos de AEDIVE-GANVAM registrados hasta noviembre, el acumulado de matriculaciones de vehículos 100% eléctricos de todo tipo (turismos, dos ruedas, comerciales e industriales) era de 68.746 unidades. Se trata de una cifra muy limitada, pero que a pesar de ello supone un aumento del 46,8% respecto al año anterior.

Explicado, viene a significar que el porcentaje del mercado total que representan los vehículos en España es tan pequeño que incluso unos guarismos tales implican un crecimiento notable.

El objetivo del país, prometido a Europa, era que circulasen por nuestras carreteras 5 millones de coches eléctricos en 2023. ¿La realidad? Según las estimaciones hay poco más de un millón de automóviles de cero emisiones en circulación.

Simple, sencilla y llanamente: la realidad demuestras que las expectativas que se tienen desde los círculos de poder son infundadas y bastante irreales.

¿Significa esto que no haya hueco para la electrificación? Para nada. Atendiendo de nuevo a las matriculaciones acumuladas hasta noviembre, el 46,1% de los coches vendidos en 2023 emplean mecánicas alternativas, lo que es una cifra más que notable, pero en ésta tienen sobre todo peso los coches híbridos de cualquier tipo, no los EV.

La mayor parte de los conductores ni siquiera se plantea adquirir uno (8 de cada 10 potenciales compradores), algo que tiene su explicación en varios factores: el elevado precio que tienen (todavía no hay muchas opciones asequibles con buena autonomía en el mercado) y una infraestructura de carga que tampoco está a la altura de lo esperado (ni en estaciones ni en potencia).

Aunque hablamos de números para España, en cierta medida se pueden extrapolar a otros países europeos (en países en desarrollo a los cero emisiones ni se les espera por ahora) aunque su integración e impacto pueda variar.

Básicamente, la UE quiere imponer un tipo de coche que por el momento no cumple con lo que necesitan los conductores, obliga a las marcas de automóviles a reconvertirse con 2035 con fecha límite y éstas ya han empezado una hoja de ruta… que inevitablemente van a tener que modificar.

Se está apostando por un producto que a la hora de la verdad no tiene (muchos) compradores reales, así que son bastantes los fabricantes que, aún teniendo el coche eléctrico como objetivo último, son conscientes de que tienen que modificar los plazos establecidos y han empezado a retrasar y reestructurar su planificación.

Así, Ford ha retrasado sus inversiones previstas de 12.000 millones de euros para el desarrollo de eléctricos, General Motors ha bajado sus expectativas de fabricación (originalmente apuntaba a 400.000 eléctricos en los primeros seis meses de 2024), Tesla ha tenido que bajar sus precios ante el descenso de la demanda, etc.

¿Peligra el coche eléctrico? No, su implantación acabará llegando, pero los resultados de 2023 deberían haber servido para que la industria sea consciente de que no se puede forzar un cambio de paradigma a marchas tan forzadas.

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