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15 años de historia del Bugatti Veyron. ¿sabes cómo empezó todo?

15 años del Bugatti Veyron. ¿sabes cómo empezó todo?
La historia que todo el mundo debe conocer de un coche de récord como el Bugatti Veyron, cuya producción comenzó en 2005. Aquí echamos un vistazo a lo que sucedió años antes de su lanzamiento.

La historia de cómo empezó a gestarse el Bugatti Veyron surgió en 1997, en un tren de alta velocidad entre Tokio y Nagoya llamado 'Shinkansen'. Fue en ese viaje cuando se creó un boceto que cambiaría el mundo del automóvil. Tras una discusión entre Ferdinand Karl Piëch y el entonces Jefe de Desarrollo de motores del Grupo Volkswagen, Karl-Heinz Neumann, el primero de ellos dibujó en un sobre una idea que había tenido en mente desde hace mucho tiempo, un motor con 18 cilindros más potente, grande y mejor que cualquiera hasta ese momento. Así, Ferdinand Karl Piëch, un ingeniero talentoso y CEO y Presidente del Grupo Volkswagen, cuando Bugatti ni siquiera pertenecía todavía a Volkswagen, se convirtió en el principal impulsor del desarrollo del Bugatti Veyron. El primer  hiperdeportivo de la nueva era, que causó un gran impacto cuando se lanzó en el año 2005. El motivo es evidente y, por si no lo recuerdas, te diré que fue el primer automóvil de producción en serie en ofrecer más de 1.000 CV de potencia y ​​lograr una velocidad máxima de más de 400 km/h. 

Así empezó todo: boceto de un motor con 18 cilindros realizado por Ferdinand Karl Piëch.
Así empezó todo: boceto de un motor con 18 cilindros realizado por Ferdinand Karl Piëch.

La clave: un motor extraordinario

La idea clave del proyecto es que el motor tenía que ser potente, superando cualquier otra cosa existente. Se habló de 18 cilindros, una revolución en la ingeniería. Como ingeniero y apasionado desarrollador de motores, Ferdinand Piëch consideraba el motor como el elemento central del automóvil, su corazón palpitante. Así que diseñó un motor de 18 cilindros a partir de tres bancos de cilindros VR6, compensados ​​60 grados entre sí. El motor inicial era atmosférico, entregaba 555 CV y su cilindrada era de 6,25 litros, lo que también proporciona una suavidad de funcionamiento excepcional.

El actual presidente de Bugatti, Stephan Winkelmann, está convenciado de que “las ideas de un ingeniero como Ferdinand Piëch tuvo en 1997 son propias de una mente brillante. Además de su increíble concepto de un motor tan potente, Piëch también fue el impulsor de la resurrección de la marca Bugatti en su sede original, la ciudad francesa de Molsheim ". Y añade: “Mirando al pasado, me gustaría ofrecerle a él y a los empleados de la marca en ese momento mi mayor respeto, porque demostraron un gran coraje, compromiso y pasión para revivir esta excepcional marca. Y hay que descatacar que algunos de esos primeros empleados todavía siguen vinculados a la marca ”.

Ferdinand Karl Piëch, principal impulsor del desarrollo del Bugatti Veyron.
Ferdinand Karl Piëch, principal impulsor del desarrollo del Bugatti Veyron.

Compra de la marca Bugatti

Como decía al principio, había una idea de motor, pero no sabían en qué marca plasmarla y Bugatti en ese momento no pertenecía a la compañía. 

Unos meses antes de concebir su idea, el entonces jefe del Grupo Volkswagen, Ferdinand Piëch, ya había estado buscando una marca exclusiva con una historia importante a sus espaldas. Contempló marcas como Bentley y Rolls-Royce. Pero tenía que ser una marca que no sólo representara lujo y prestaciones, sino también la tecnología innovadora, el diseño y el lujo. 

Entonces, durante sus vacaciones de Semana Santa en Mallorca en 1998, su hijo Gregor insistió en regalarle un Bugatti Type 57 SC Atlantic y así puso en bandeja una solución para su padre. "Un divertido golpe del destino", escribió Piëch más tarde en su libro autobiográfico. 

VÍDEO: ¿Con cuál de estos tres Bugatti te quedas?

Después, Piëch se compró un segundo Bugatti y se lo presentó en la primera reunión después de sus vacaciones a Jens Neumann, entonces miembro de la Junta Ejecutiva de Estrategia, Tesorería, Asuntos Legales y Organización del Grupo VW, y le pidió que verificara los derechos de la marca francesa y su posible compra, si era posible.

Además de Ferdinand Piëch, probablemente sólo Ettore Bugatti hubiera sido lo suficientemente atrevido como para construir este motor. En 1926, el Bugatti Type 41 Royale era el automóvil más grande, potente y caro del mundo, basado en un motor de 8 cilindros en línea de 12,8 litros, con aproximadamente 300 CV. Una obra maestra y pura opulencia en el momento. 

Piëch hizo inició su jugada en 1998, después de unas breves negociaciones en las que VW aseguró los derechos de marca de Bugatti, que estaban a la venta. Pertenecían al importador de automóviles italiano Romano Artioli desde 1987. Artioli construyó una innovadora fábrica cerca de Módena en Campogalliano y el 15 de septiembre de 1991, en el 110 cumpleaños de Ettore Bugatti, presentó el EB 110. Se convirtió en el superdeportivo. de la década y marcó el renacimiento de Bugatti. Sin embargo, el mercado de coches superdeportivos se derrumbó, la demanda cayó y la fábrica cerró nuevamente en 1995.

El plan de Ferdinand Piëch era lograr que la marca volviera a crecer y gozara del prestigio que disfrutó en su apogeo en las décadas de 1920 y 1930. Tenía un coche hecho a medida, desarrollado a partir de su idea de motor y la marca adecuada. Esto llevó a Piëch a preguntarle a su amigo, el legendario diseñador Giorgetto Giugiaro, de Italdesign, si podía crear un diseño adecuado. Y como ya sabes, vaya si pudo...

El primer prototipo del Veyron, el EB 118, que se presentó en el Salón del Automóvil de París en octubre de 1998.
El primer prototipo del Veyron, el EB 118, que se presentó en el Salón del Automóvil de París en octubre de 1998.

Los estudios iniciales de diseño

El Bugatti EB 118, el primer prototipo de diseño, se creó en solo unos meses en un tiempo récord. La nomenclatura representaba el primer concept car con 18 cilindros. El coupé de lujo con su motor delantero de 6.25 litros fue presentado por primera vez en el Salón del Automóvil de París en octubre de 1998. Era un coche sin conductor, con una estructura  de aluminio y suspensión multibrazo. Giugiaro no creó un modelo retro, sino que actualizó con elegancia el diseño de Jean Bugatti. El sector del automóvil lo acogió de maneta entusiasta.

Pero Bugatti continuó trabajando a toda máquina. Poco tiempo después, en la primavera de 1999, siguió el segundo concept car con 18 cilindros y cuatro puertas, el Bugatti EB 218. Bugatti presentó una berlina deportiva de lujo en el Salón del Automóvil de Ginebra. La carrocería era de aluminio y las ruedas estaban hechas de magnesio. El chasis y la suspensión eran los mismos, pero se avanzó en lujo con mejores cuero y madera.

En 1999, el segundo concept car, el Bugatti EB 218.
En 1999, el segundo concept car, el Bugatti EB 218.

El cambio a un superdeportivo llegó con el Bugatti EB 18/3 Chiron. El tercer concept de Italdesign, en cooperación con el entonces jefe de diseño de Volkswagen, Hartmut Warkuß, rompió con las líneas tradicionales e incorporó un diseño muy exclusivo, ya muy parecido al Veyron que finalmente vio la luz. El concept car fue presentado por primera vez en la Salón de Frankfurt en 1999. El nombre de Chiron, utilizado por primera vez, fue un homenaje al expiloto de carreras Louis Chiron. Un nombre que, como sabes, se utilizó años después para denominar al sucesor del Veyron, el Bugatti Chiron.

Con el tercer concept, el EB 18/3 Chiron, Bugatti presenta un superdeportivo por primera vez.
Con el tercer concept, el EB 18/3 Chiron, Bugatti presenta un superdeportivo por primera vez.

Poco tiempo después, en el Salón del Automóvil de Tokio de 1999, Bugatti presentó su cuarto diseño, esta vez era una obra de Hartmut Warkuß y el joven y talentoso Jozef Kabaň. El Bugatti EB 18/4 Veyron. Para su nomenclatura, Bugatti conservó la designación basada en el número de cilindros y la versión del prototipo, pero este concept car ya estaba muy cerca del diseño definitivo del Veyron

La premisa de Ferdinand Piëch era clara: un Bugatti tenía que ser inmediatamente reconocible. Su punto de referencia fue el lema de Ettore Bugatti: "Si es comparable, no es un Bugatti". 

Así, en el Salón del Automóvil de Ginebra en 2000, Piëch anunció que Bugatti planeaba construir un automóvil con una potencia de 1.001 CV, nada menos que el automóvil más emocionante e innovador de todos los tiempos. Con el nuevo Bugatti, los propietarios no sólo deberían poder experimentar un rendimiento sin precedentes, velocidades de más de 400 km/h y una aceleración de 0 a 100 en menos de tres segundos, también deberían poder conducir cómodamente el coche para ir a la ópera.

Bugatti Bugatti EB 18/4, diseñado por Hartmut Warkuß y el Jozef Kabaň.
Bugatti Bugatti EB 18/4, diseñado por Hartmut Warkuß y el Jozef Kabaň.

La producción del Veyron se decidió en 2001

Finalmente se presentó el Bugatti EB 16·4 Veyron en París en septiembre del año 2000. Los números cambiaron, pero no la nomenclatura, porque en lugar de utilizar un motor de 18 cilindros, los ingenieros optaron por un motor W16. Un bloque en V era más compacto y, por lo tanto, más ligero. Se dispusieron dos motores V8 en un ángulo de 90 grados entre sí, y los bancos de cilindros de cada unidad se separaron por un ángulo de 15 grados, de ahí el nombre de motor W16. 

La cilindrada era de más de siete litros y finalmente se optó por el uso de cuatro turbocompresores. Si bien los modelos de desarrollo se había planteado sin turbo, se decidieron montar para lograr la potencia de 1.001 CV y ​​un par motor de 1.250 Nm. 

Los cuatro concepts fotografiados en el año 2000.
Los cuatro concepts fotografiados en el año 2000.

Además de la inmensa potencia, las prestaciones estaban a la altura: aceleración de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos y una velocidad de más de 406 km/h. Pero, ¿por qué esta velocidad máxima en particular? Ferdinand Piëch desarrolló el legendario Porsche 917 en los años 60, así como un motor de 16 cilindros para el Porsche 917 PA en los años 70. Sin embargo, nunca se usaron en ninguna carrera después de las pruebas en el Centro de Desarrollo de Porsche en Weissach. Con un motor V12, el 917 había ganado las 24 Horas de Le Mans por primera vez para Porsche, logrando una velocidad máxima de 406 km/h en la famosa recta de 'Les  Hunaudières'. Estaba claro que el Bugatti Veyron tenía que ser más rápido. Y lo fue, como quedó claro poco tiempo después. Consulta el siguiente enlace:

Así han evolucionado los récords de velocidad en los coches de serie

Una historia larga, interesante y única, pero estoy seguro de que te ha gustado invertir este tiempo en leerla para descubrir que así empezó todo, que así ha sido la historia de la creación del Bugatti Veyron.

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