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Entrevista a Miguel Molina: "en el DTM aceptas tu rol"

Entrevista a Miguel Molina: "en el DTM aceptas tu rol"
En esta entrevista a Miguel Molina descubrimos cómo ha vivido el piloto español su sexta temporada en DTM alemán, en la que ha logrado su primera victoria en la categoría y la primera de un piloto de nuestro país en este campeonato. "En el DTM aceptas tu rol", asegura Miguel sobre el papel de cada piloto dentro de cada marca.

Después de un día difícil en la oficina, Miguel Molina llegó puntual a su encuentro con un grupo de periodistas desplazados al circuito alemán de Hockenheim este pasado fin de semana. El piloto catalán venía de analizar con su equipo la primera carrera, en la que fue decimoséptimo tras ser penalizado por un toque con Gary Paffett. Desde el viernes, Molina se vio sin ritmo en sus neumáticos y aunque en clasificación logró unos magnificos tercero y cuarto puesto para la primera y segunda carrera respectivamente, las salidas se le atragantaron: el sábado perdió algunos puestos y se tocó con Mortara, quien a su vez se encontró con Da Costa metros más tarde con tan mala suerte que pinchó uno de sus neumáticos. Pero en esta entrevista había que olvidarse de todas estas cosas para analizar lo sucedido durante esta temporada en el DTM alemán... una que Miguel no olvidará nunca.

"Llevaba mucho tiempo esperándolo"

Después de seis años en el DTM, Miguel Molina esperaba su primera victoria como agua de mayo en la categoría. Aquél domingo 27 de septiembre todo salió bien: hizo la 'pole', una buena salida y mandó durante la carrera sin más problemas que los que se encontró a unas cuantas vueltas del final: "empecé a sentir vibraciones", cuenta Miguel la anécdota ya entre risas. "Eran cosas en el volante, pero creo que era más yo en mi cabeza. Le pedí a Marcus, mi ingeniero, que me hablara cada vuelta para mantener la concentración y para seguir en el ritmo que me tocara". A esas vibraciones le siguió el frío en el coche, que según el piloto de Lloret, "eran los nervios". Luego llegó la emoción y los recuerdos: "me acordé de toda la gente que ha trabajado conmigo, de mi familia, pero sobre todo de mis padres, porque hemos pasado momentos muy duros hace unos años y cuando vienen resultados así te acuerdas de toda la gente que te ha ayudado en esos momentos".

Molina fue el duodécimo ganador de una temporada que ha tenido trece vencedores diferentes, pero Miguel no cree que un año con tanta variedad en lo alto del podio quite valor, ni mucho menos, a su resultado. "Una victoria, es una victoria siempre. Creo que llevaba mucho tiempo esperando para ganar y, realmente, no he pensado en ello. Está demostrado que el DTM es un campeonato en el que los 24 pilotos pueden ganar y yo la gané en Nurburgring y eso es algo bueno", comenta.

Hasta el ya mencionado 27 de septiembre, Miguel acumulaba en su palmarés cuatro 'pole position', tres vueltas rápidas y tres podios. Ahora, este joven catalán que llegó al DTM tras tres temporadas en las World Series by Renault y después de coquetear con Force India para dar el salto a la Fórmula 1, puede presumir de ser el primer ganador español en el DTM.

"Wehrlein, el más regular"

Molina ha vivido desde dentro la apasionante lucha por el título de 2015 y hasta dos pilotos de Audi,, Edoardo Mortara y Mattias Ekstrom, han peleado por el título con Pascal Wehrlein. El alemán de tan solo 21 años -20 y 364 días en el momento en el que cruzaba la línea de meta el sábado-apuesta principal de Mercedes desde el inicio del campeonato, se alzó con la corona en la primera carrera del fin de semana aprovechando las desafortunadas carreras de Mortara y Ekstrom. Cuando fue preguntado por su opinión sobre Pascal, Miguel no dudó en señalar que "le felicito como piloto, pero no como persona". ¿Por qué?  "Por la manera de la que va y de la que habla... Si hay alguna acción que él interpreta que va contra él, la forma en la que se acerca y en las que habla no son las adecuadas entre pilotos profesionales", explica el catalán. "Como piloto ha demostrado ser el más regular, ha acabado casi todas las carreras entre los 10 primeros", agrega.

Molina también analizó la estrategia tan diferente que sigue Mercedes con sus jóvenes pilotos que alcanzan logros como el de Wehrlein o en el pasado, el de Di Resta, que es la de tratar de llevarles a la Fórmula 1.  "Es la filosofía que siempre han tenido en el DTM: apostar por un piloto para ganar el campeonato", señala, antes de defender cómo son las cosas en Audi: "aquí tenemos la suerte de que nos tratan a todos por igual. En el momento que alguien necesita algo da esa ayuda pero también  la recibe. Eso es lo bonito y lo positivo de estar aquí, que todos empezamos con las mismas posibilidades".

En el DTM, cada marca pone en pista varios coches y a su vez, éstos se dividen en varios equipos que se encargan de gestionarlos. El mayor interés es siempre que gane la marca ante sus máximos competidores dentro del mercado alemán. Mediante los diferentes lastres de rendimiento que aplica la organización, todas ellas (Audi, Mercedes y BMW) pueden ganar... por lo que al final el campeonato se decide por pequeños detalles. Pero para que todo funcione, es importante que los pilotos sepan que los intereses de la marca priman por encima de los individuales de cada equipo o piloto. "Tú cuando llegas a un campeonato como este tienes que aceptar tu rol y que el objetivo número uno es defender tu marca y segundo estar por encima de otras marcas. Hay que aceptar el rol que tienes y en cada momento saber qué tienes que hacer. Si lo haces, llegará un momento en el que podrás luchar por cosas que tres años atrás no se podía hacer. Porque si no, hay muchos pilotos que quieren tu lugar", explica Molina.

Le Mans es un sueño

Con permiso del DTM y de la Audi TT Cup, el Mundial de Resistencia es el proyecto más ambicioso y que más inversión requiere de Audi. Es la marca más exitosa en la última década en Le Mans y por ello a Miguel Molina le encantaría probar un LMP1 y, por qué no, competir... aunque aún lo ve lejos. En 2016 espera seguir en el DTM - aseguró que incluso antes de la victoria ya tenía su puesto prácticamente asegurado a falta de confirmación oficial -, pero de cara al futuro estaría encantado de enrolarse en algo tan espectacular como son las 24 Horas de Le Mans y el Mundial de Resistencia.

"A mí me gustaría formar parte del proyecto de Le Mans. Porque es el más grande que tiene la  marca, no solo es el campeonato sino también las 24 Horas de Le Mans. Estuve en 2011 allí viendo la carrera y  es algo que por la tecnología del coche y todo lo que envuelve me gustaría estar dentro", explica el piloto de 26 años. "Es el objetivo a largo plazo. Aún soy demasiado joven y espero seguir haciendo mi trabajo para que ellos vean que puedo llegar a probarlo y formar parte del proyecto", agrega.

Una vez acabada la temporada ya sólo queda esperar a que Audi anuncie su alineación oficial de pilotos para confirmar que Miguel estará en la parrilla de 2016.

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