Los gráficos que muestran que España tiene el aire más limpio de lo que crees

España tiene un aire más limpio de lo que puede parecer en contraste con lo que cualquiera deduciría del debate público. Los gráficos que puedes aquí, la mayoría del Ministerio de Transición Ecológica, lo demuestran claramente, así como el mapa de contaminación atomósferica de la Organización Mundial de la Salud. 

Después de un otoño lluvioso, ha sido detenerse las precipitaciones y, al quinto día de Madrid Central, empezar las restricciones marcadas por el protocolo anticontaminación. Quizá, habría menos coches circulando por la capital, aunque esta es siempre la época del año con más tráfico y -no se olvide- en la que las calefacciones se mantienen encendidas, pero el caso es que es difícil medir la eficacia local de una medida contra la contaminación en tan poco tiempo.

Para evaluar Madrid Central habrá que esperar por lo menos que pase todo el invierno y ver si tiene un impacto en el número de veces que, por ejemplo, se ha llegado a determinado nivel de alerta. En todo caso, la calidad del aire y del medio ambiente en general son fenómenos complejos en los que intervienen factores muy diversos, pero sobre todo la climatología. Aún así, pa la OMS, el aire de Madrid tiene una calidad prácticamente aceptable, y en este proyecto de la OMS puedes comprobar el aire que se respira en tu ciudad.

Te interesa La prohibición a vender coches con motor de combustión en 2040

En un año especialmente lluvioso, como indica Aemet en su Boletín Hidrológico del 3 de diciembre, la mitad de los meses de este 2018 se han superado la media de precipitaciones y esto está ayudando a mejorar la calidad del aire en España que, en cualquier caso, es bastante buena comparada con el resto de países de Europa. 

A continuación, los gráficos que demuestran que España tiene un aire limpio, al menos relativamente, y cuál es la participación del coche particular en la contaminación. 

1. Gases de efecto invernadero (CO2 y CH4) y coche particular


El dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, como el metano, no son contaminantes propiamente dichos. Sus efectos sobre la salud no son nocivos, siempre y cuando se respiren en pequeñas cantidades. Sin embargo, se sabe que el dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4) son los principales causantes del efecto invernadero y por ello se trata de limitar sus emisiones. 

Más infografías en Statista

Sin embargo, estas están directamente ligadas a la actividad económica. Por eso, los años de crisis entre 2008 y 2012, España se aproximó mucho a conseguir la reducción de sus emisiones de CO2 previstas en el Protocolo de Kioto, pero en cuanto la economía empezó a recuperarse, también lo hizo el aporte de dióxido de carbono a la atmósfera. En 2017, creció en España en un 4,4% y este 2018, en todo el mundo la subida estimada es del 2,7%. 

Decimotercera potencia económica global, España es el emisor de CO2 número 23 en el ranking mundial, según The Global Carbon Atlas. Con 281 millones de toneladas de CO2 emitidas en 2017, España es el sexto emisor de Europa tras Alemania (799 Mtn), Reino Unido (385 Mtn), Francia (356 Mtn), Italia (356 Mtn) y Polonia (327 Mtn). 

Según el Ministerio de Transición Ecológica, el transporte por carretera contribuye a un 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, más el otro 26% del transporte privado. La generación eléctrica se llevaría el otro 21% y la industria, el 19%. Por su parte, la agricultura aporta solo el 10% de estas emisiones. 

2. Los óxidos de nitrógeno

La presencia de los óxidos de nitrógeno NOx en el aire está muy relacionada con la radiación ultravioleta, con la inversión térmica y, en ciudad, con los motores de combustión. En ocasiones, lo que más hay es dióxido de nitrógeno y en otras, predomina monóxido de nitrógeno, así que por eso se representa a ambas moléculas en equilibrio como NOx. Sin embargo, es el primero (NO2) el que resulta más nocivo para la salud humana y produce efectos perjudiciales en todo el tracto respiratorio. 

La concentración de 190 microgramos de NO2 por metro cúbico de aire un 40% del día incrementa las aparición de infecciones respiratorias y la exposición prolongada también tiene una relación directa con el aumento de casos de cáncer. Sin embargo, la exposición a este contaminante de casi la totalidad de la población española es muy baja. Es evidente que el fenómeno del óxido de nitrógeno es más local que nacional, el problema es que se da en lugares muy densamente poblados. 

Te interesa Cómo reducir las emisiones en ciudad

Según el Informe de Evaluación de Calidad del Aire 2017 del Ministerio de Transición Ecológica, solo en un área de Madrid se superó el umbral marcado como máximo horario de NO2 (200 microgramos por metro cúbico en más de 18 ocasiones). Si se acude a máximo medio anual (40 microgramos por metro cúbico), son siete las zonas de toda España en las que se excedió en 2017: Granada y área metropolitana, Barcelona y el área del Valles y Bajo Llobregat, Madrid, el corredor del Henares y la zona sur en la Comunidad de Madrid y, en el País Vasco, el bajo Nervión. 

Desde el año 1990, cuando empezaron a fijarse límites a los óxidos de nitrógeno, las emisiones de estos gases en España se han reducido en un 57%. Según el gráfico puedes ver arriba, del Inventario de Emisiones del Ministerio de Transición Ecológica, se puede achacar al transporte algo más de un tercio del aporte a la atmósfera de NO2. 

Aunque, ciertamente, el efecto de este se hace sentir más en las zonas densamente pobladas, donde deben aplicarse políticas para proteger la salud de la población. Por eso, para evaluar cuánto NO2 se respira siempre es bueno revisar los datos de una de estas zonas más contaminadas de España (Villaverde) y consultar la emisiones de Madrid en sus diferentes estaciones. Los datos de la tabla de arriba corresponden a los registrados.

El jueves 6 de octubre -festivo nacional-, en la zona más al sur de Madrid, solo entre las 06.00h y las 7.00h y entre las 15.00h y las 16.00h no se superaron los valores máximos interanuales de dióxido de nitrógeno. Madrid se encuentra en medio de un fenómeno de inversión térmica y los valores son altos, incluso en la estación de El Pardo se superaron los valores máximos interanuales entre las 15.00h y 20.00h, aunque por bastante menos. Es evidente que el fenómeno del óxido de nitrógeno es más local que nacional, el problema es que se da en lugares muy densamente poblados. 
 

A diario los coches que circulan en Madrid emiten 240 toneladas de hidrocarburos, 10,4 toneladas de monóxido de carbono y 60 toneladas de óxido de nitrógeno. Los datos los obtuvo Opus RS cuando realizó pruebas hace un par de años con su radar capaz de medir emisiones reales. Según un informe del Ciemat de entonces, si se sacaran de la circulación o arreglaran el 6,4% de los coches más contaminantes de la Comunidad de Madrid, las emisiones bajarían en un 22,7%. 

3. Partículas PM10 y PM25

Las partículas PM10 y las PM2,5 tienen una bien merecida mala fama. Su acumulación en los pulmones genera desde toda clase de afecciones respiratorias o alergias, hasta enfermedades mucho más graves como insuficiencias respiratorias o cáncer en los casos más extremos. 

Las partículas PM2,5, de 2,5 micrometros o menos, transportan metales pesados y otros compuestos que no interesa llevar en el torrente sanguíneo, pero lo pueden alcanzar porque son tan finas que se respiran y, a partir de ahí, o las asimila el sistema circulatorio en los alveolos o se quedan para siempre en ellos. 

Más infografías en Statista

Por esto, de todos los contaminantes atmosféricos las partículas son los que más fácilmente se relaciona con muertes de personas. España es el noveno país con emisiones más bajas de PM2,5 de Europa según el último informe Air Quality in Europe. Arriba podías ver un gráfico del Ministerio de Transición Ecológica en el que se cifraba que la reducción conseguida desde 1990 en este contaminante ha sido del 69%. 

Sin embargo, la Agencia Europea del Medio Ambiente calcula que 27.900 personas en España mueren al año prematuramente por culpa de la contaminación atmosférica. Quizá es bueno contextualizar esta cifra con otro vector de muerte como el tabaquismo al que según el INE se responsabiliza de 60.000 muertes al año en España y que solo solo afecta al 23,9% de la población.

Evidentemente, las altas emisiones del transporte es un fenómeno que hay que atacar con políticas, aunque solo entre un tercio (óxidos de nitrógeno) y una décima parte (partículas PM2,5) de los contaminantes sean achacables al automóvil, al camión y a la motocicleta. Por otro lado, el coche en general no solo genera riqueza, su uso en parte también deviene del derecho de las personas a la movilidad. Es una ecuación compleja.