Diferencias entre un coche eléctrico y un híbrido

Tres ventajas y tres inconvenientes del coche eléctrico

Hoy vamos a conocer las diferencias entre un coche eléctrico y un híbrido. Son soluciones a medio y largo plazo en la movilidad personal, pero, tanto el coche eléctrico como el híbrido son conceptos diferentes que debes tener en cuenta a la hora de realizar la compra de tu nuevo vehículo. Cada uno ofrece una serie de ventajas e inconvenientes frente a sus rivales, lo que puede suponer un desembolso acertado o erróneo por parte del comprador.

Tener claras las diferencias entre estos dos tipos de coches te facilitará una elección más acorde a tus necesidades, sin que sientas que has desperdiciado el dinero ni que el vehículo no cumple con tus exigencias. Por ello, a continuación, encontrarás los diversos aspectos en los que se diferencian los coches eléctricos de los híbridos e híbridos enchufables…

Diferencias entre un coche eléctrico y un híbrido

Autonomía

La autonomía es el primer aspecto en el que existe una importante diferencia entre ambos tipos de vehículo. El coche eléctrico emplea una batería que alimenta uno o varios motores eléctricos. Estos son los coches eléctricos con más autonomía del mercado y, como comprobarás, no alcanzan, de momento, los niveles de un vehículo con motor de combustión. 

Mientras tanto, el híbrido e híbrido enchufable permite la posibilidad de circular en modo eléctrico, pero siempre está apoyado por el motor térmico. De este modo se aumenta la autonomía y no obliga al conductor a depender de la red eléctrica.

Recarga

La recarga y los tiempos de carga de la batería son otra de las diferencias entre un coche eléctrico y un híbrido. El primero requiere de varias horas conectado, a no ser que emplee un punto de carga rápida donde muchos vehículos reducen el tiempo a menos de una hora para obtener el 80% de la capacidad de la batería. 

Por el contrario, el híbrido no requiere conexión, ya que emplea el motor térmico o la frenada regenerativa para enviar energía de vuelta a la batería. Sin embargo, el híbrido enchufable es una mezcla entre un coche eléctrico y un híbrido. Necesita conectarse a la red para abastecer la batería, pero el tiempo es menor, ya que ésta suele tener una menor capacidad y siempre está asistido por el motor de combustión.

Uso de combustibles fósiles

Este quizá sea el aspecto en el que más se diferencia un coche eléctrico de uno híbrido. El primero está alimentado por energía eléctrica almacenada en su batería, como el propio nombre indica, aunque existe una excepción. Los coches con pila de combustible de hidrógeno son considerados eléctricos, pero en lugar de un depósito de gasolina y un motor térmico, tienen un depósito de hidrógeno que sirve para alimentar un generador que recarga la batería y aumenta el rango del vehículo.

Los híbridos, ya sean enchufables o no, requieren de gasolina para que funcione el motor de combustión. En este tipo de vehículos, el motor de gasolina es la pieza central del sistema de propulsión y su funcionamiento es idéntico al de un coche tradicional. Sin embargo, cuentan con la particularidad de ser asistidos por un pequeño motor eléctrico que ofrece la posibilidad de desplazarse con cero emisiones.

Etiquetado de la DGT

A nivel burocrático, existe otra diferencia que cabe mencionar. El nuevo etiquetado de la DGT para los coches estipula cuatro tipos de calificaciones: B, C, ECO y Cero Emisiones. Las dos primeras corresponden a coches con motor de combustión tradicional. La etiqueta ECO es específica para los coches híbridos e híbridos enchufables, ya que sus emisiones son más reducidas, mientras que la etiqueta Cero Emisiones es exclusiva para los coches eléctricos.