5 claves para comprar neumáticos de invierno
Así has de preparar tu coche para una ruta en invierno
¿Truco publicitario o un elemento de seguridad? Creo que a estas alturas todos sabemos en cuál de los dos bandos juegan los neumáticos de invierno. En la época de frío, lluvia y nieves que nos encontramos pueden ser la diferencia entre tener un accidente y no tenerlo. Pero, ¿por qué? Por las siguientes cinco razones:
1. Agarre
La principal ventaja que ofrecen los neumáticos de invierno es el extra de agarre que aportan respecto a uno convencional. Esto se nota especialmente cuando la calzada está mojada o hay muy baja temperatura. El déficit de 'grip' que hay por cualquiera de estos dos motivos queda compensado por una goma cuya composición favorece que no haya pérdidas de adherencia.
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2. No se endurecen con las bajas temperaturas
Las bajas temperaturas y el contacto prolongado con el agua puede hacer que un neumático se endurezca y, por tanto, pierda efectividad. Esto es algo que no sucede con las ruedas para el invierno, ya que entre su composición encontramos un importante contenido de sólice que ayuda a que el material sea más blando y flexible.
3. Distancia de frenado
Es en los momentos tensos donde nos daremos cuenta de la efectividad de los neumáticos de invierno. Para que nos hagamos una idea, este tipo de ruedas son capaces de detener el coche en 11 metros menos que unas convencionales si circulamos a 50 kilómetros por hora sobre nieve. Sobre hielo, más peligroso aún, nos ahorran hasta ocho metros de frenada. Como veis, pueden ser la diferencia entre un susto y un golpe.
4. Pueden valer para verano
Uno de los principales inconvenientes de estas gomas es que había que quitarlas en verano, con lo que adquirir un juego era incurrir en un gasto doble. Teníamos que tener otro para cuando subiesen las temperaturas. Por suerte, a día de hoy la mayoría de las marcas de renombre ofrecen neumáticos que soportan mucho mejor las altas temperaturas, de tal forma que aunque los usemos en verano no sufriremos un desgaste excesivo. Además, los límites de velocidad que tenemos en España hacen que las ruedas no desfallezcan a las primeras de cambio.
5. Comodidad
Los neumáticos de invierno nos evitarán, llegado el caso, tener que poner las cadenas ante una nevada intensa. Además de lo incómodo que es hacerlo, mucha gente no las pone bien, con lo que existe el peligro de que se suelten y provoquen o bien una avería o bien un accidente. De esta manera con la compra de las gomas invernales también tendremos un ahorro, precisamente el de las cadenas.
Ya que hemos llegado hasta aquí, ¿quieres saber cuál es tu coche ideal?
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