Los 4 coches que marcaron la historia de BMW
En una marca que cuenta con más de 100 años a sus espaldas es difícil seleccionar cuatro coches que marcaron su historia. BMW ha creado aviones, motocicletas, camiones, barcos y automóviles, área esta última en la que más ha destacado.
Muchos son los coches que ha creado la firma desde que el 22 de marzo de 1929 saliese de la línea de montaje su primer automóvil, el BMW 3/15 PS. Desde entonces, la compañía ha ido evolucionando, adaptándose a las exigencias del mercado, pero también innovando, marcando la diferencia, para conquistar a un cliente cada vez más exigente.
Estos son los cuatro coches que marcaron la historia de BMW:
BMW Isetta
A mediados de la década de los 50, BMW estaba al borde de la bancarrota. Para superarla, necesitaba un nuevo modelo que no necesitase grandes costes en su desarrollo. "El primer objetivo era introducir un coche en el programa de modelos que aportará ingresos cuanto antes", mantiene Axel Klinger-Köhnlein, experto de BMW Group Classic. La solución fue encontrada en el Salón del Automóvil de Turín de 1954, en concreto en el estand del fabricante italiano de frigoríficos y minicoches Iso Rivolta. Allí estaba expuesto el Iso Isetta, un triciclo con forma de burbuja al que se accedía a través de una gran puerta situada en la parte frontal.
Adquirida la licencia, BMW se tuvo que poner manos a la obra para perfeccionar el motor y el chasis del modelo italiano. De las tres ruedas se pasó a cuatro y se instaló un techo de lona que servía como salida de emergencia. Asimismo, se optó por un nuevo propulsor: el bloque de cuatro tiempos y un solo cilindro con 250 cc de la motocicleta R25, que rendía 12 CV en el Isetta 250 -en 1956 llegaría la opción 300 con un motor de 300 cc y 13 CV-. Con sus 2,28 metros y sus 350 kilogramos podía alcanzar los 85 km/h, y todo ello con la licencia de motocicleta.
En total se comercializaron 161.728 Isetta en el mundo durante sus ocho años de vida -10.000 solo en Alemania en el año de su lanzamiento a un precio de 2.550 marcos alemanes, unos 1.300 euros-, sirviendo como salvavidas para BMW e inyección económica para crear los coches que vienen a continuación.
BMW M1
Otro coche surgido por una nueva colaboración con una empresa italiana, en este caso Lamborghini, expertos en producir deportivos con motor central. La intención era participar en las competiciones de mayor prestigio, y para ello necesitaban una serie mínima matriculable.
Del pincel de Giogetto Giugiaro surgió otro de los automóviles que marcaron la historia de BMW, el M1 -el diseñador se inspiró en el concept Turbo de Paul Bracq-. Lamborghini se encargó de la estructura del chasis, de las suspensiones y de las geometrías, eso hasta que por una crisis financiera tuvo que abandonar el proyecto. Por su parte, BMW Motorsport -primer modelo del que se hace cargo- se ocupó de la fabricación,
Para moverlo se optó por el motor del Serie 6 y Serie 7, el seis cilindros en línea de 3,5 litros, aunque perfeccionado para rendir 277 CV a 6.500 rpm.
Entre 1978 y 1981 fueron creados 453, de los cuales, 53 se destinaron para competir en el Grupo 4. También se creó una copa monomarca, la “BMW M1 Procar Championship”, donde participaron y ganaron pilotos de importancia como Niki Lauda o Nelson Piquet.
BMW M3 E30
Otro que merece estar en el Olimpo de los coches que marcaron la historia de BMW es el BMW M3 E30 por revolucionar el segmento de las berlinas deportivas, pero también por triunfar en competición, tanto en circuito como en rallyes.
BMW Motorsport se encargó de las modificaciones estéticas, muchas de ellas imperceptibles a la vista pero esenciales, y del propulsor. Respecto a éste, fue Eberhard Kuenheim, CEO de BMW, el que le dijo a Paul Rosche, gerente técnico de BMW Motorsport GmbH: “Sr. Rosche, necesitamos un motor deportivo para la Serie 3“. Y el elegido fue un cuatro cilindros. Para su creación se optó por la culata de cuatro válvulas por cilindro del motor del seis cilindros en línea del BMW M5, al que se le eliminó dos de sus cámaras de combustión. Su bloque 2.3 rinde 200 CV a 6.750 rpm con lo que acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 7,4″ (ten en cuenta que es un coche de 1986).
BMW 507
Fue Albrecht von Goertz el que llevó a cabo la idea de Max Hoffman, importador de BMW en Estados Unidos, de crear un roadster de dos puertas y dos plazas. Éste sería el coche que daría el esplendor que merecía la marca tras la Segunda Guerra Mundial. La carrocería del 507 estaba fabricada en aluminio, con lo que así el conjunto era más ligero, y como motor se optó por el V8 de 3.200 cc del 502, aunque potenciado hasta los 150 CV. Sus cifras llamaban la atención: pasaba de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos y alcanzaba los 217 km/h.
Debido a su alto precio final, que fue bastante más elevado de lo previsto, solo se vendieron 254 unidades entre los años 57 y 59 -se pensaba que la cifra anual de ventas iba a ser de 2.000 unidades-. Una de ellas fue comprada por Elvis Presley, celebridad que quedó enamorada del vehículo durante su servicio militar en Bad Nauheim, Alemania.
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