Una maniobra muy inteligente: el Nissan X-Trail 2014, un
coche un tanto austero hasta la fecha, recibe ahora una atractiva y
moderna carrocería y nuevos sistemas de asistencia. Con esta
concepción, tiene armas para puntuar muy bien en nuestra
comparativa. Sus rivales también proceden de Japón: el Mazda
CX-5, un ganador nato que se va a mostrar como un hueso muy
duro de roer, el Mitsubishi Outlander, y el Subaru
Forester, un modelo de culto con fans incondicionales. Todos
con motor diésel, cambio manual y tracción integral. El Nissan no
lo va a tener nada fácil, aun con su atractivo diseño. Y es que
recuerda en exceso al Nissan Qashqai y esto puede jugar
claramente en su contra a la hora de mostrarlo en un concesionario
junto a su hermano pequeño.
4.Mitsubishi Outlander
A principios de 2013 Mitsubishi presentó la tercera generación
del Outlander después de las de 2003 y 2007, aunque la batalla, el
chasis y las medidas permanecen casi invariables. Sinceramente: no
se siente como nuevo. Delante, en ningún candidato se viaja tan
estrecho, los asientos racanean en confort y agarre y en marcha se
escuchan crujidos. Entre los aspectos positivos están su gran
maletero, la buena visibilidad en todos los ángulos, un puesto de
conducción práctico y la tercera fila de asientos de serie.
Pero esto no es suficiente para ganar la comparativa. El motor del
Mitsubishi Outlander sorprende por
sus dignas prestaciones, pero tiene poco margen de revoluciones y
poco después de las 4.000 vueltas claudica sin remisión. Y el
chasis en general transmite menos confort y tiene un ajuste falto
de equilibrio: el tacto de la suspensión es seco y la amortiguación
golpea en el habitáculo por terrenos irregulares. Pero lo peor es
que los baches también inciden en la dirección, algo que el
conductor percibe en cuanto el piso deja de ser liso.
3. Subaru Forester
Unos puede que vean este Subaru aburrido; otros, demasiado austero. Pero nosotros vemos ventajas a su conservadora carrocería: el mayor espacio, la mejor visibilidad y, gracias a unas puertas que prácticamente se abren en ángulo recto, una comodidad de acceso absoluta e inigualable. Y tenemos que reconocer que nos ha ganado con su mecánica bóxer diésel, que vibra un poco, pero siempre responde al acelerador. Por desgracia, no todo es motivo de alegría: los asientos ofrecen poco agarre, los plásticos tienen un aspecto barato y, al igual que en el Mitsubishi y el Nissan, el portón no se abre lo suficiente, con el consiguiente riesgo de darte con la cabeza. Además, el maletero es el más pequeño de todos con los asientos traseros abatidos lo que también le penaliza. La variante Sport Plus del Subaru Forester con este motor 2.0D cuesta 33.400 euros que, con los 2.500 euros del descuento actual, se quedan en 30.900 euros.
2. Nissan X-Trail
El Nissan X-Trail toma el diseño del
Qashqai, pero mantiene su formato del segmento superior. Ofrece un
generoso espacio interior y de maletero, que llega hasta los 1.982
litros de capacidad con una elevada versatilidad. Los asientos
traseros se deslizan individualmente y los respaldos se regulan en
inclinación. Es un interior muy pensado, lo que también se refleja
en el puesto de conducción con unos asientos cómodos. Eso sí, el
motor se queda escaso: al pequeño 1,6 diésel desarrollado en
colaboración con Renault no solo le faltan 20 CV frente a
sus rivales, también pegada en la zona baja del
cuentarrevoluciones. Por debajo de 2.000 vueltas no pasa nada, y
para seguir el ritmo de sus oponentes hay que exprimirlo a fondo.
Al menos el Nissan, con 6,2 litros a los 100 km, es el que
menos consume. También da una lección a sus rivales en cuanto a
confort de marcha: el suave tarado de su chasis hace que las
irregularidades del suelo desaparezcan como por arte de magia. La
contrapartida es que en curvas rápidas la carrocería se inclina de
forma acusada.
1. Mazda CX-5
Desde hace tres años, el Mazda CX-5 da alegrías a Mazda. Y eso sigue
sin cambiar en esta comparativa, ni con la llegada del nuevo
X-Trail. Tiene un buen espacio interior y un maletero práctico con
respaldo abatible en tres partes, y detalles interesantes como el
cubre-equipajes integrado en el portón o las ventanillas eléctricas
traseras con sistema anti-pilla-dedos. Con todo, hay cosas que
mejoraríamos: mejores tapizados, acabados más ajustados y algo más
de versatilidad le sentarían divinamente. También estaría bien que
llevara un doble suelo en el maletero, y que la superficie de carga
quedase completamente plana. A cambio, el Mazda
nos conquista con su ágil comportamiento, aunque eso conlleve una
suspensión algo dura. Y el motor destaca entre la competencia por
su suavidad y la fuerza de empuje. El precio, de 30.750 euros, es
el más barato sin descuentos ni promociones.