Comparativa: Opel Astra vs Honda Civic. Sensaciones deportivas

El nuevo Opel Astra tiene también un motor gasolina para subirte las prestaciones. Potenciado hasta los 200 CV, se enfrenta a uno de los expertos en dinamismo en esta categoría, el Honda Civic, en este caso, con 182 CV. ¿Cuál ofrece más diversión? Comparativa: Opel Astra vs Honda Civic.

El Opel llega con aspecto de niño bueno, aunque las llanta de 17 pulgadas delatan su espíritu deportivo, igual que sus dos salidas de escape ovaladas en la zaga (aunque sean falsas). El Honda tiene un afán mayor por llamar la atención, con grandes entradas de aire, y líneas muy afiladas y agresivas. Su carrocería puede gustar o no, pero es indudable que no pasa desapercibida.

Motores con garra

Aunque tiene bastante menos potencia que su rival, en aceleración apenas se nota: solo los separan cuatro décimas en el 0 a 100 km/h. Y la sensación subjetiva, además, es que al Civic le cuesta menos rodar rápido. El manejo del cambio es una delicia gracias a sus recorridos cortos y precisos, que permite recorrer las seis relaciones de forma rápida y fluida. Pero la realidad es que el empuje en bajas vueltas es menor: el Civic entrega su par máximo de 240 Nm a 1.900, mientras el Astra proyecta 300 antes: a 1.650 revoluciones.

Por eso los adelantamientos y recuperaciones son menos forzados y más veloces en el Opel, que es más elástico. Al VTEC del Honda le gusta ir alto de revoluciones. El 1.5 gira con ganas, no vibra y la verdad es que aporta un brío fluido, con una entrega de fuerza bastante homogénea. Tiene un corazón deportivo que no se pasa con el consumo, porque no pasa mucho más allá de los siete litros.

El cuatro cilindros del Opel es más tragón y se le nota más forzado cuando frecuenta la zona alta del cuentavueltas, volviéndose demasiado ruidoso a partir de las 4.500. Se siente más grande al volante, y menos preciso que su rival, mientras que tiende a deslizar más en las frenadas a fondo. Además, el subviraje llega antes en el Astra en carreteras de curvas. Y desde los 100 km/h, frena más de un metro después que el Civic.

Y en el día a día...

... las ventajas son para el Opel. Los asientos del cockpit del Civic tienen unos mullidos algo más descuidados, en el alemán son más generosos y puedes regular la longitud de la zona de los muslos. mullidas y los ajustes se ven más sólidos. Y en las plazas traseras, ofrece más espacio. A la hora de viajar, el Civic pierde puntos por un ruido de rodadura elevado en el interior y el escaso tapizado.

Pero en marcha, aunque tenga un tarado más deportivo del chasis que el Opel, lo cierto es que filtra mejor los baches y tiene una respuesta menos seca que el Opel sobre asfalto irregular.

En definitiva, cualquiera de los dos tiene potencia de sobra para disfrutar al volante. El Opel está mejor acabado, pero el Civic tienen un equilibrio más logrado entre dinamismo y confort. 

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