Comparativa: nuevo Nissan Qashqai vs Volkswagen Tiguan

La marca japonesa ha tardado ocho años en lanzar una nueva generación del Nissan Qashqai. El nuevo, que no demasiado pesado con 1427 kilos, crece tres centímetros de largo hasta los 4,43 metros, 2,9 cm de ancho hasta los 1,84 metros y, contrariamente a la tendencia, este Nissan aumenta 2,5 cm en  altura.

Por dentro

El Volkswagen Tiguan, que se revisó en 2020, todavía conserva muchas de las virtudes de los SUV clásicos de 4,51 metros, por ejemplo, la posición elevada del asiento. En el Volkswagen puedes ir hasta 30 centímetros completos por encima del piso del automóvil, en el Qashqai son tres menos.

Entrar en la fila dos es particularmente fácil en el Nissan, porque las puertas laterales traseras se abren más ampliamente: 85 grados. A pesar del tamaño del nuevo modelo, la parte trasera sigue siendo mucho más apretada que en el Tiguan. 

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Y es que el espacio disponible es simplemente la disciplina en la que el Volkswagen, con sus formas rectangulares,  se mete en la liga superior y ofrece un desahogo muy agradable en la parte trasera incluso para personas altas.

El Tiguan ofrece a su conductor un cockpit bien acabado sin ningún control giratorio y un sistema de infoentretenimiento con muchas funciones. La navegación por el menú a veces es algo confusa.

Mucho mejor que su predecesor: la pantalla central de nueve pulgadas en el Nissan está ahora por encima de las boquillas de ventilación, se puede operar de forma intuitiva y tiene controles giratorios. Y el head-upo display es maravillosamente grande. 

¡En marcha!

El motor de gasolina turbo de 1.3 litros ligeramente hibridado del Nissan con 140 CV parece sorprendentemente flojo a pesar del soporte de arranque a través del generador, y hasta las 2.000 sucede buen poco. 

Las distancias de frenado comparativamente más largas le cuestan puntos: los neumáticos con resistencia a la rodadura optimizada también juegan un papel aquí. La dirección es más suave e indirecta que la del Volkswagen, pero en general armoniza bastante bien con el carácter suave y relajado del automóvil.

El Qashqai de tracción delantera que probamos tiene, a diferencia del tracción total, un eje de barra de torsión en la parte trasera, por lo que no tiene lleva suspensión independiente posterior, si bien esto no reduce notablemente la comodidad, y tampoco tiene efectos negativos sobre el comportamiento.

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La tendencia al sobreviraje, bastante habitual en este tipo de ejes eje, no se nota a las velocidades de giro comunes en la vida cotidiana. En general tiene un tarado blando, y nuestro coche de prueba con ruedas de 19 pulgadas se balancea más que su rival. 

Si le pones las llantas de 20 pulgadas, sacrificarás la excelente suavidad de su amortiguación adaptativa opcional, muy recomendable. 

El Volkswagen se conduce mejor

A pesar de su mayor peso, el Volkswagen tiene mejores prestaciones, aunque con sus 150 CV consume 7,9 l/100 km, medio litro más que su competidor.

Vemos margen de mejora en ambas transmisiones: el DSG del Tiguan, aunque mejorado en comparación con versiones anteriores, en ocasiones sigue adoleciendo de un arranque tosco y perezoso.

El cambio de marchas manual de Nissan también es un claro paso adelante en comparación con su predecesor, pero el recorrido del cambio de marchas aún no es todo lo corto que debiera, y en ciertos movimientos a la palanca le falta precisión. 

Conclusión

2º puesto: Nissan Qashqai 1.3 DIG-T Tekna. Cómodo de conducir, económico, no demasiado pesado, bien construido. Puntos débiles: distancias de frenado, parte trasera algo justa.

1er puesto: Volkswagen Tiguan 1.5 TSI R-Line. Chasis, frenos, dirección, asientos, impresión de calidad… todo es una clase más alta: desafortunadamente, también el precio.