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Prueba Nissan Qashqai e-Power: ¡Sin enchufe!

Prueba Nissan Qashqai e-Power

¿Por qué presume ahora de ser un eléctrico sin necesidad de recarga?

Resulta complicado mejorar a un superventas. Y Nissan lo ha logrado con su Qashqai, un pionero a principios del siglo XXI en el segmento de los SUV compactos de 5 plazas... que ha ido creciendo, madurando y ofreciendo cosas nuevas a medida que se han sucedido las generaciones. Nuestra prueba del Nissan Qashqai e-Power lo ratifica.

En esta última entrega se ofrece una gama de motores con etiqueta Eco que se concreta en dos microhíbridos (12 V) de gasolina, con 140 o 158 CV, y es la mecánica e-Power la que es la estrella. 

Y aunque este Nissan Qashqai es 4x2, la filosofía es la misma, que las ruedas motrices giren impulsadas por un motor eléctrico (dos, si es 4x4) alimentado por una batería de ion-litio... pero que la electricidad necesaria para ambos elementos sea generada ¡por un motor de gasolina!

 

¿Comprendes ahora por qué en Nissan dice en sus anuncios que esta tecnología supone "la conducción eléctrica libre de enchufes"? Desde luego, no es mentira, pero como todo, requiere muchos matices. 

Y hay que reconocer el esfuerzo de ingeniería que hay detrás de ello para conseguirlo y, de paso, hacer algo diferente a lo que vendría siendo un híbrido convencional (con motor térmico y eléctrico combinándose todo el rato en busca de la máxima eficiencia).

Al volante, lo cierto es que las sensaciones son más parecidas a este tipo de vehículos Eco (HEV) que a un eléctrico; pero también es verdad que el motor de combustión asegura que a la batería nunca le falte energía, y que, en efecto, nunca tengas que parar a buscar un enchufe, por que no es un coche plug-in. 

La mala noticia es que al entrar en funcionamiento, ese bloque tricilíndrico hace un ruidillo algo desagradable, que sorprende más aun si llevas un rato tirando sólo de electricidad (algo, que por cierto, puedes forzar siempre que quieras con el botón EV, mientras tengas bastante carga y no pases de 70 km/h). 

La buena es que, aunque se oye más que en el Nissan X-Trail (que está mejor aislado), necesita intervenir menos veces, porque el Qashqai es más ligero, menos voluminoso y saca mayor partido a los modos de conducción (Eco, Normal, Sport -de serie-) y al e-Pedal (para acelerar y frenar en los atascos usando sólo el pedal derecho). 

Con todo, este modelo resulta cómodo y bien equipado, tanto si optas por la versión básica (MHEV acabado Acenta, de 140 CV, desde 30.499 euros) como por la variante e-Power HEV de acceso (N-Connecta, 190 CV, desde 37.950) o saltas ya al Qashqai e-Power más lujoso y completo que ves aquí (Tekna+), pero que no baja de los 43.300 euros.

Mi opinión

No es tan fácil innovar en el campo de la 'autonomía extendida' (un propulsor térmico hace de generador para un motor eléctrico). Pero Nissan lo logra con más acierto que error (bajada de consumos) en el Qashqai, un SUV bonito, cómodo y muy bien equipado.

Valoración

Nota7.5

Tras su exitosa trayectoria como SUV compacto generalista, ¿qué tal la prueba del Nissan Qashqai e-Power, con un sistema que se recarga a sí mismo?

Lo mejor

El motor es un alarde de tecnología y sofisticación para rebajar consumos y ganarse la etiqueta Eco.

Lo peor

Los costes. Aunque viene muy equipado de serie, el acabado probado aquí dispara un poco los precios sobre un e-Power no tan ahorrador.

Etiquetas: SUV

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