Comparativa del Mazda3 vs Toyota Corolla/Ford Focus: los anti-consumo

Dos híbridos, uno de tres cilindros: Mazda3 Skyactiv-G 2.0 M Hybrid, Toyota Corolla 2.0 Hybrid y Ford Focus 1.0 EcoBoost. Los tres comparten la voluntad de ahorrar, pero de diferentes maneras. ¿Cuál lo hace mejor? Para responder, te traemos esta comparativa del Mazda3 vs Toyota Corolla y Ford Focus, en sus versiones más austeras. 

¿Estás buscando coche nuevo? Aquí tienes la manera más sencilla de encontrarlo

Toyota solo ha podido enviarnos el 2.0 Hybrid con 180 CV de potencia para esta primera comparativa (que hemos realizado en Alemania). Eso hace que el Corolla sea potente y rápido, pero también costoso. Mazda nos cede el Skyactiv-G 2.0 M Hybrid con 122 CV. Y Ford, el  escueto 1.0 EcoBoost de tres cilindros con turbocompresor, que aún así logra desarrollar unos nada desdeñables 125 CV. Simple, reducido, completamente concentrado en un motor de gasolina de tres cilindros, que debería, según el fabricante, consumir 5,8 litros cada 100 kilómetros.

De los consumos oficiales a...

Toyota, con su paquete tecnológico y muchas reservas de batería, debería lograr un consumo de 5,2 litros. Mazda lleva el 3 a unos supuestos 6,3 litros utilizando una forma híbrida "suave" (por ejemplo, no puede conducir de manera puramente eléctrica).

Pero pasemos a las cifras de nuestro test.  Los tres motores son muy diferentes. No hemos encontrado ningún desfase grave en el Ford. El bloque de tres cilindros funciona bien, no bebe mucho (6.5 l/100 km de promedio), es bastante silencioso y su respuesta,  inesperadamente lineal para un turbo.

Solo podemos achacarle la típica debilidad de una cilindrada baja en las arrancadas, que resultan algo trabajosas. A la salida de un semáforo, cuando se ponen de acuerdo las revoluciones y la acción del turbo, los japoneses ya han salido del cruce. Eso sí: la respuesta del Ford, con todo, es inesperadamente suave desde el principio, sin tirones bruscos. Con el sistema Start Stop activado, la cosa es aún más lenta.

Diferentes caracteres

Y es una pena porque, una vez en marcha, el Focus es un tipo realmente brioso. La dirección, la experiencia de conducción, la capacidad de frenada y las reacciones en los cambios de apoyo lo convierten en un coche verdaderamente ágil y divertido de conducir. ¿Lo mejor? Además de dinámico, es capaz de absorber bien los baches, y es un coche confortable en líneas generales. 

La cosa se ve muy diferente con el Corolla. Si hay que evitar un obstáculo, el conductor tiene mucho trabajo que hacer. La entrada en acción del ESP nos ha parecido un tanto apática. También nos ha decepcionado al frenar. 38 metros de distancia desde los 100 km/h son demasiados en estos días.

El motor, un atmosférico 2.0, tiene una reacción espontánea al acelerador, y  desarrolla su generosa potencia de manera uniforme. Sin embargo, podría funcionar de manera más suave y subjetivamente se más enérgico, visto su elevado caballaje. ¿A su favor? Con 6,1 l/100 km, es el que menos consume de los tres. Y con una potencia claramente mayor. 

El Toyota es muy potente, pero...

Una pena que en el Toyota, el peso en vacío y el concepto de caja de cambios frustren el placer de conducir. Y es que objetivamente es muy rápido, pero sonoramente está muy presente en las arrancadas, como si el motor y la transmisión actuaran de forma esforzada, y eso que desde el punto de vista de la comodidad (arranque, maniobras, aceleración), certificamos que el CVT automático tiene reacciones suaves.

El automóvil está limitado en su velocidad máxima, algo que hemos comprobado por autovías alemanas. Cuando el velocímetro marca 189, la aguja del cuentarrevoluciones cae abruptamente de las 6.000 revoluciones a un nivel más llevadero. Bueno, al fin y al cabo, eso es todo lo que se necesita un conductor económico. Además, el Corolla acelera como una con ímpetu incluso por encima de los 130 km/h.

El Mazda lleva un sistema mild hybrid con suministro de generador de 24 voltios, un sistema de Start Stop silencioso e incluso una desactivación de cilindro. Resultado: un promedio de 6,6 litros de gasolina. Tal vez demasiada tecnología para esta cifra: el Focus, más sencillo en su concepción, con sus tres cilindros, ha consumido 0,1 litros menos.

El cambio del Mazda, una delicia

Al menos, la palanca de cambios del Mazda es una gozada por sus cortos y precisos recorridos, y usarla es mucho más divertido que obsesionarse con las cifras de consumo del ordenador de abordo. Una pena que su dirección sea menos precisa que los recorridos del cambio, que tienda al subviraje cuando lo llevas al límite y que se sienta un poco más pesado que el Focus. Porque a pesar de su firme esquema de suspensión, no tiene un comportamiento tan ágil.

Y por dentro...

El Mazda tiene un gran tacómetro analógico se encuentra en el centro del cockpit. Opcionalmente, puede añadir un head-up display.  La pantalla de infoentretenimiento reacciona a las entradas táctiles. Las funciones también pueden activarse mediante el botón giratorio central. 

El cockpit del Toyota es en gran parte digital, hay mucho espacio para la configuración del ordenador de abordo y otras funciones entre los relojes. El sistema multimedia se maneja con botones. La sincronización con Apple no es posible.

a pantalla central el cockpit del Focus es parcialmente programable, el velocímetro y el cuentarrevoluciones son agradablemente clásicos. La pantalla central del infotainment es pequeña y de alguna manera se ve descuidadamente colocada en la consola central. 

Práctico: el maletero Focus tiene una capacidad de hasta 1.354 litros, y hay una cantidad agradable de espacio para las piernas en las plazas traseras. El maletero del Corolla tiene un volumen máximo de 1.004 litros, no hay espacio adicional debajo del panel de piso de carga, y es escaso en las plazas traseras. Se aconseja a las personas de gran envergadura que no realicen largos viajes aquí.

El Mazda cubica un máximo de 1.026 litros están disponibles en el maletero. El borde de carga alto es molesto al cargar equipaje. Y el espacio en las plazas traseras tampoco es muy generoso. Eso sí: nos ha encantado el cómodo mecanismo para plegar la segunda fila.