Comparativa: BMW Serie 3 vs Jaguar XE

Nos metermos en el circuito con dos berlinas que conjugan como pocas el refinamiento con la deportividad. En esta comparativa del BMW Serie 3 vs Jaguar XE, comprobamos que están muy igualados, pero solo puede ganar uno...

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Casi 30.000 euros en extras se esconden en este BMW 330i, de modo que no tiene que envidiar al refinamiento del Jaguar XE. Va hasta arriba. Como en otros modelos como el Serie 8, aquí tenemos el iCokpit Professional. Pero aunque ha evolucionado mucho, sigue manteniendo un clásico como el iDrive y su magnífico funcionamiento. 

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El iCockpit Professional es algo raro, porque la aguja del cuentavueltas va en el sentido contrario, pero así deja espacio en el medio para mostrar cosas como el navegador, por ejemplo. En general, todo está muy logrado en este BMW. Tiene una hilera de botones físicos para el manejo del clima, por ejemplo. También aquí para tus emisoras favoritas. 

Así va el BMW

Una vez en marcha, el sonido delata una cosa: cuando uno lee 330i espera un seis cilindros bajo el capó, pero no es así. Es un cuatro cilindros con turbo. Y ojo que este bloque no está nada mal, porque sube desde muy abajo con muchas ganas, tiene verdadero 'punch', pero el sonido es algo artificial. Me refiero a que no consigue ese tono auténtico de un seis cilindros de verdad. Ese conflicto, no lo han logrado solucionar.

En marcha se siente algo más dinámico que su rival, el Jaguar. Y no es solo una sensación: sus 40 CV de desventaja no se notan, porque sencillamente, es un poco más rápido. También gira con más ganas que el Jaguar, y me ha gustado mucho el manejo del cambio con las levas, que te deja reducir de verdad, no lo hace, por tanto, de forma automática. En modo Sport es así, en manual, como yo lo quiero tener.

Una cosa que hemos criticado a menudo, en comparativas anteriores, es el tema del confort. Eso no tiene mucha importancia aquí en circuito, pero una berlina así debe ser usable en el día a día. Y en una comparativa contra un Mercedes Clase C con suspensión neumática, obviamente, tenía las de perder. Y más aún con el chasis M que lleva esta unidad de pruebas. En combinación, además, con las llantas de 19 pulgadas, resulta algo seco sobre asfalto irregular. 

En esta comparativa del BMW Serie 3 vs Jaguar XE, con todo, queda demostrado que a la hora rodar rápido en el BMW se agradece su tarado, porque se siente un poco más firme que el Jaguar. Y cuando pasas por curvas enlazadas, la carrocería se siente más asentada. En el Jaguar, ojo, no es que balancee mucho ni mucho menos, pero sí es cierto la carrocería se siente menos sólida, como si sufriese más. En definitiva, el Jaguar tiene un tarado más blando y el del BMW es más duro, pero en su dureza, se siente un poco más confortable cuando ruedas rápido. Otra cosa en la que sale ganando el BMW son los frenos. Tiene un punto de presión más constante y definido, y eso da mucha seguridad, especialmente en circuito. Permite apurar mucho antes de las curvas, y mejorar así los tiempos del crono. 

El Jaguar por dentro

El interior del Jaguar no tiene que esconderse ante el del BMW. Todo se ve muy 'chic' y refinado, los materiales son de mucha calidad y se ve y se siente en el habitáculo, con el cuero noble y los detalles de las costuras a la vista. En Jaguar dicen que esto lo han cuidado mucho, y desde luego yo doy fe. Hay cambios como el climatizador, que antes eran todos controles físicos, y ahora tenemos una pantalla. Le doy al contacto, y vemos que aun así mantiene dos ruedas físicas reales, que me permiten jugar bastante. Me permiten variar la temperatura, la potencia de la ventilación.

Luego están los botones del volante, que además del volumen manejan el cockpit, y su manejo requiere un breve periodo de adaptación porque no es todo lo intuitivo que debiera. Otros detalles son la plataforma de carga inductiva para el móvil. En cuanto al espejo, si le doy a la palanca, aparece la imagen que me da la cámara trasera, lo cual es muy útil porque el espejo se convierte en una amplia pantalla, y es muy práctico porque me da una imagen muy amplia de lo que tengo detrás, algo realmente bueno para maniobrar. 

Así va el Jaguar

El motor del Jaguar tiene un gran sonido, pero a pesar de sus 40 CV de ventaja tiene un poco menos de punch que el BMW. Y su tracción integral no parece darle ventajas, al contrario, porque tiene que tirar de más peso. Son entre 100 y 150 kilos más,  y hubiera sido mejor ahorrárselos.

Lo que sí que me ha gustado es la dirección. En la zona media es más estable, menos nerviosa, y a al hora de girar, es más comunicativa que la del BMW. El motor, por otro lado, tiene un sonido muy gordo, para ser un cuatro cilindros. Los frenos, pro otro lado, no tienen un punto de presión tan definido, y a la hora de detener el coche, la sensación es la de que hay que pisar más a fondo que en el BMW. El bávaro da más confianza que el inglés, en este aspecto.

Los asientos me gustan mucho, porque tienen un agarre lateral excepcional. Son cómodos, y al mismo tiempo agarran el cuerpo realmente bien en curvas. El cambio automático es muy parecido al del BMW. También es una caja ZF de ocho velocidades, y eso significa unas inserciones rápidas y fluidas, pero la diferencia es que a veces reduce de forma automática, y eso me molesta a veces al completar una curva, por ejemplo. 

Conclusión

Pues sin duda esta ha sido una comparativa muy interesante. Y tengo que decir que al final, todo se reduce a una cuestión de gustos, el decantarse por el BMW 330i o por el nuevo Jaguar XE. Hay algunos puntos a favor del Jaguar, como una dirección más comunicativa, pero hay otros muchos donde el BMW se pone por delante, como el chasis, el manejo de los controles del interior y el ajuste general del coche. Y por eso, hoy, para mí, el ganador es el BMW.