Logo Autobild.es

Comparativa del Aston Martin Vantage vs Jaguar F-Type

Todavía hay unos cuantos deportivos con motor V8. Pero pocos son tan ‘chic’ como el Aston Martin Vantage y el Jaguar F-Type. ¡Los enfrentamos en circuito!

Y es que para nosotros, por muy bellos que sean estos dos coches, son más para circuito que para lucirlos en un bulevar. Por más que sus diseñadores se hayan propuesto (y logrado) concebir dos coupés irresistibles como el reciente Jaguar F-Type y el no menos impresionante Aston Martin Vantage.

Estos deportivos no solo comparten su tierra natal, también están genéticamente cerca el uno del otro: ambos llevan propulsión trasera, un potente V8 instalado longitudinalmente en la parte delantera y una caja automática recortada hasta el punto justo proporcionan las mejores condiciones para conducir a velocidad de infarto. 

Una reunión muy exclusiva

Aston Martin vs Jaguar

Sven Krieger / AUTO BILD

No lo decimos por decir. Ni siquiera por la potencia, aunque aquí estemos casi ante 1.000 CV frente a frente. Sino porque estos coches no están al alcance de todos, como ya habrás podido intuir: el Jaguar exige algo más de 90.000 euros, y el Aston Martin se va hasta unos astronómicos 136.000 y pico. 

Empecemos por el Jag: es un GT poderoso. Es rápido, sin lugar a dudas. Se siente ágil, gira con ganas y su potente motor empuja con avidez a esta mole de aluminio de 1,8 toneladas.

Algunos “peros” en el Jaguar

F-Type

Sven Krieger / AUTO BILD

Pero hay algo que nos ha decepcionado un poco: demasiada inclinación de la carrocería, demasiado deslizamiento de las ruedas en la salida de la curva, demasiado subviraje en las curvas largas y rápidas… y todo esto afecta el placer de conducir cuando vas a un ritmo endiablado y, sobre todo, al tiempo de vuelta.

Y al pisar a fondo, debes mantener las manos bien aferradas al volante y el coche perfectamente alineado: sale catapultado antes de lo que esperas y con sorprendentemente desinhibición las ruedas traseras se ponen a humear. El motor V8 (450 CV, 580 Nm) es maravillosamente espontáneo a los insinuaciones del pie derecho.

Interior F-Type

Sven Krieger / AUTO BILD

Pero que todo esto no te lleve a engaño: el F-Type es el automóvil más tranquilo en esta comparación. Básicamente, es más silencioso en carretera, está bendecido con unos asientos cómodos de mullido generoso y firme y la suspensión tiene un tarado más suave, al tiempo que es capaz de mantener las marchas largas de manera más placentera que en el Vantage. Porque si hablamos de máquina de pilotar, eso es junto este Aston Martin. 

Igualito que James Bond

Vantage

Sven Krieger / AUTO BILD

Sí, ya sabemos que la comparación es fácil, pero es que este coche es tal cual: un tipo duro de pelar, poderoso como Daniel Craig en sus mejores momentos, y al mismo tiempo, vestido con un elegantísimo (y costoso) traje a medida. 

El Vantage empuja y empuja durante el largo giro a la izquierda en nuestra pista de pruebas de una manera que los coches deportivos en esta liga de peso rara vez hacen. ¡Es una revelación! Agarrado con uñas y dientes, equilibrado en las reacciones, una tracción sorprendente, fácil de guiar, potente, predecible…. Así completa este biplaza vuelta tras vuelta.

Interior Vantage

Sven Krieger / AUTO BILD

Pero aún hay más: los frenos responden con contundencia y un punto de presión preciso, de lo mejor que he probado en términos de estabilidad y resistencia térmica. Para ser más precisos: el Vantage, en caliente, se detiene desde los 100 km/h después de 33,9 metros, y el F-Type lo hace después de 34,8, lo cual sigue siendo una buena cifra, pero palidece ante la de su oponente.

Dirección, transmisión, motor

Y en cuanto a la dirección… puedes sentir cada china del asfalto, es lo suficientemente directa como para ajustar la trayectoria con precisión, pero no tanto como para ponerte nervioso. La transmisión no cambia hacia arriba… ¡atraviesa las marchas! Y las enormes levas de cambio fijas en el volante son de fácil acceso y una delicia háptica.

Frenos Vantage

El motor (510 CV, 685 Nm) gira con más brío aún que el 5.0 del Jaguar, aunque se nota más cuando el turbo coge aire. Y en general suena más enfadado, más… genuino.

De modo que nuestra conclusión es la siguiente: los dos son bellos, pero la forma de rodar veloz del Aston Martin lo es aún más.  

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.