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Toyota Land Cruiser D-4D 190 CV VX AUT 5P

Mientras la mayoría de sus rivales buscan optimizar, poco a poco, el comportamiento en carretera, el Toyota Land Cruiser prefiere ser la referencia a seguir fuera de ella. Sin duda, es el todoterreno ideal para los entusiastas del campo.

La tendencia actual, en la que los fabricantes persiguen que sus grandes SUV sean cada vez más dinámicos y efectivos en carretera, parece no ir en absoluto con el Toyota Land Cruiser. El 4x4 nipón se sale de la norma y prefiere destacar en otro hábitat totalmente opuesto, aquel que responde a la filosofía e inicios de los todoterrenos: el campo. Para ello, dispone de todas las armas necesarias en materia offroad; generosos ángulos de entrada y salida, elevada altura al suelo, neumáticos de gran perfil... incluida, por supuesto, la reductora, un elemento cada vez más en desuso que apenas ofrece una decena de modelos en el mercado. Si esto te parece poco, el Land Cruiser cuenta con otros dispositivos electrónicos, como el Multi Terrain y el Crawl Control (que permiten adaptar la fuerza de tracción y la velocidad según la superficie), aunque para ello debes comprar la versión superior VXL, cuyo precio se dispara por encima de los 60.000 euros.

La variante que ves en las fotos, el Toyota Land Cruiser D-4D 190 CV, se sitúa un escalón por debajo. Se trata del VX con cambio automático y el paquete de equipamiento 60 Aniversario. Este incluye por un sobreprecio de 3.725 euros la tapicería de cuero, el sensor de aparcamiento trasero y el techo eléctrico. Además, el motor ha incrementado su potencia de 173 a 190 CV, lo que supone una ganancia de un 10 por ciento. Su precio: casi 52.000 euros. Esto lo sitúa demasiado cerca del Audi Q7 y el BMW X5, y digo demasiado, porque estos rivales poseen motores mucho más potentes, silenciosos y, además, que consumen casi un litro menos que el del Land Cruiser D-4D 190 CV. A esto hay que añadir que los alemanes tienen carrocerías autoportantes, lo que supone una clara ventaja en lo que respecta a seguridad pasiva. Sin embargo, el Land Cruiser prefiere ser menos ágil en asfalto a que algo lo detenga en el campo. Lo ha demostrado a lo largo de seis décadas a través de sus nueve generaciones, su éxito se mide en lo lejos y difícil que pueda ser la travesía.

En campo, la suspensión es un prodigio a la hora de absorber irregularidades, puedes ir a una velocidad relativamente alta por caminos rotos con un grado de comodidad bastante elevado. La dirección también ayuda bastante a esta sensación, ya que ofrece un tacto muy equibrado entre dureza y fidelidad. El motor del Toyota Land Cruiser D-4D destaca más por su elevada cifra de par que por los 190 CV que ofrece. En carretera, parecen unos cuantos menos, y reflejo de ello son sus discretas cifras de recuperaciones, sobre todo si realizas un adelantamiento con algo de pendiente.

En definitiva, se puede decir que el Toyota Land Cruiser D-4D 190 CV VX 5 puertas automático campa a sus anchas en un segmento en el que sus escasos integrantes hacen honor a su nombre y se mueven con solvencia en todos los terrenos, aunque en uno de ellos se muestran imbatibles: el campo.

Valoración

Nota8

Mientras la mayoría de sus rivales buscan optimizar, poco a poco, el comportamiento en carretera, el Toyota Land Cruiser prefiere ser la referencia a seguir fuera de

Lo mejor

Polivalencia y espacio interior

Lo peor

Rumorosidad elevada

Etiquetas: Todoterrenos

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