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Cara a cara: Audi A5 Sportback vs BMW Serie 4 Gran Coupé

Dos berlinas con líneas coupé. ¿Un recurso meramente estético? Para nada. En este cara a cara del Audi A5 Sportback vs BMW Serie 4 Gran Coupé quedan demostradas sus aspiraciones dinámicas.

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Pues sí: Audi llama a su modelo "coupé de cuatro puertas". Y da en el clavo. Y su oponente, el también berlina coupé de BMW, también presenta una estampa elegante. En este cara a cara del Audi A5 Sportback vs BMW Serie 4 Gran Coupé, demostramos qué llevan dentro, y si son más que un par de carrocerías bonitas.

El mérito también está dentro. Y es que el Audi A5, con unas medidas similares que el modelo anterior, no solo rasca centímetros extras respecto a su antecesor, también respecto al BMW. Así, pasajeros de mucha talla irán más cómodos detrás en el de Ingolstadt, pero ojo: con su línea coupé, que nadie espere que sea un prodigio de espacio en el cockpit, el Audi se ve más tecnológico, con una instrumentación totalmente digital, y totalmente conectada a la red. El BMW no puede competir en este apartado. Hay más botones, los plásticos desprenden manos calidad que los de su oponente, en general el ambiente más refinado. Pero en su favor hay que decir que es prácticamente imbatible en conectividad, por mucho que la instrumentación sea analógica. Y el manejo de los elementos de control, con su rueda iDrive, es difícilmente superable. El sistema MMI de Audi está muy logrado, pero exige navegar más por los menús.

El BMW 435d monta el sensacional seis cilindros en línea bajo el capó. Y suena más como un seis cilindros gasolina que como un diésel, lo cual es de agradecer. Con el excepcional cambio automático de ocho velocidades, hacen una pareja perfecta. La transmisión trabaja tan rápido como una de doble embrague, y aun pisando a fondo no se perciben tirones.

VÍDEO: Aquí tienes el Audi A5 contra sus dos rivales naturales:

El Audi A5 Sportback 3.0 TDI quattro también llega con buenas cartas de presentación. Tiene un V6 que no es tan silencioso como el seis cilindros en línea del BMW, pero su empuje y su avidez para subir de vueltas son sorprendentes. Aunque, sobre el papel, rinda 286 CV frente a los 313, lo cierto es que las sensaciones son muy similares. Aun cuando el BMW anuncia 4,8 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, el Audi, 5,5. Da igual. Los dos dejan que la aguja del cuentavueltas suba a placer hasta la zona roja una y otra vez. 

Y ambos fabricantes anuncian consumos en torno a los 5 euros, aunque siendo realistas, en nuestra prueba, los dos se han acercado a los siete. Los ajustes de ambos chasis tienen un enfoque dinámico, pero hay diferencias. El Audi tiene algo de ventaja si hablamos de confort, con su suspensión regulable. Tiene un rodar un poco más fluido que el del BMW, que tiene una respuesta algo más seca, especialmente sobre baches continuados. Pero los dos coinciden en una cualidad: apenas subviran, y con su tracción integral tienen un agarre en curva excelente.

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