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¿El fin de los conductores kamikaze?

¿El fin de los conductores kamikaze?

Antonio López

Los conductores kamikaze por desgracia empiezan a ser algo habitual en las carreteras. Estos conductores por desgracia desembocan situaciones críticas, provocando cada año muchos accidentes. Bosch quiere acabar con estos accidentes con una nueva solución que avisa a los conductores si un vehículo circula en dirección contraria.

Los conductores suicidas son una triste realidad. Cada año se dan más accidentes de este tipo en los que conductores kamikaze circulan en sentido contrario provocando graves accidentes, que tienen un desenlace fatal. Los avisos por radio de este tipo de situaciones en carretera suelen tardar varios minutos, y en la mayoría de las ocasiones, suelen llegar tarde. Para solucionar este problema, Bosch está desarrollando una nueva solución contra los conductores kamikaze, que alerta al resto de conductores si hay un conductor kamikaze circulando en dirección contraria, ya sea por error o porque quieren provocar un accidente. 

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Esta nueva alerta diseñada por Bosch está diseñada para emitir una señal de alarma en un tiempo aproximado de 10 segundos, para que de esta manera los conductores tengan tiempo de reacción, y así, puedan evitar numerosos incidentes. Este sistema basado en la nube tiene previsto iniciar su producción en serie a lo largo de 2016. Según Dirk Hoheisel, miembro del Consejo de Administración de Robert Bosch GmbH “Bosch está desarrollando un ángel de la guarda que vela por los conductores desde la nube de datos”. 

Para detectar la conducción en dirección errónea, la función basada en la nube compara los movimientos reales del vehículo con la dirección permitida de la vía. Esta información se almacena en una base de datos basada en la web. Si los dos bloques de información no coinciden, se alerta al conductor que circula erróneamente. Al mismo tiempo, también se lanza una alarma a los conductores de vehículos que se aproximan. La función se basa en el envío a la nube de informes regulares y anónimos sobre la posición de cada vehículo, al tiempo que una central de computación almacena y analiza los datos vía internet. Cuantos más vehículos conectados haya, más densa será esta red invisible de seguridad y más usuarios de la carretera podrán ser alertados de la presencia de conductores suicidas.

Para poder utilizar la tecnología que detecta conductores kamikaze, se requiere una conexión ininterrumpida a internet, o bien que el vehículo cuente con un smartphone conectado al vehículo usando una solución de integración del tipo mySPIN de Bosch. Cualquiera de estas dos opciones ya está disponible, o se puede adaptar fácilmente a nuestros vehículos. A medio plazo, esta solución también podría estar integrada a los conceptos estandarizados de las llamadas automáticas de emergencia, como los eCall, que serán obligatorios en Europa a partir de 2018. 

Bosch quiere que el coche sea una parte activa en internet, ya que hace que la conducción sea más segura, eficiente y confortable.

Conductores kamikaze, una práctica extendida

Esta nueva tecnología de Bosch contra los kamizakes puede suponer el fin de uno de los mayores peligros al volante, una práctica suicida que, por diferentes motivos (exceso de alcohol, temeridad e incluso apuestas), se produce con relativa frecuencia. Sin ir más lejos, hace un par de días un conductor fue detenido tras recorrer 17 kilómetros por la autopista A-4 en sentido contrario. El detenido, un varón de 38 años, triplicaba la tasa de alcoholemia en el momento en el que fue interceptado por la Guardia Civil. Según informó la Benemérita, el conductor accedió a la altura del kilómetro 401 de la A-4, y sufrió primero una colisión leve (que le permitió continuar la marcha) y posteriormente otra frontal contra un camión. En el incidente no resultó herida ninguna persona. El detenido fue puesto en libertad con cargos (más información).

Otro de los casos de kamikazes más llamativos se produjo en las pasadas Navidades, cuando el jefe de la Unidad Antidisturbios de Navarra fue detenido por conducir en sentido contrario y triplicando también la tasa del alcoholemia.

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