Volkswagen Polo R WRC: exclusivo campeón

Antes de hablar de las sensaciones que me ha dejado esta toma de contacto del Volkswagen Polo R WRC, me gustaría grabar a fuego en tu memoria un titular para este artículo: "Hecho en Navarra".

Es probable que el Polo R WRC no figure, a la larga, en los libros de historia del automóvil español (hablaré con mis contactos para que lo incluyan) pero ha sido una sensación muy gratificante ver, conducir y dejarme emocionar por un coche que puede que hayas fabricado tú, o tu padre, o quizá un primo lejano, o tu vecino, el de arriba... No sé, pero ojalá que entre los lectores que pasen por estas líneas haya alguien de la factoría Volkswagen Navarra. A ti, o a ese conocido: enhorabuena.

Para empezar porque la denominación Volkswagen Polo R WRC viene importada de las carreras. Concretamente del coche con el que Sebastien Ogier y Julien Ingrassia acaban de conquistar el Campeonato del Mundo de pilotos y copilotos en el primer año del equipo alemán en el Mundial de Rallys. Hito histórico y que nada tiene que ver con la casualidad, ni con la retirada de Loeb...

Es la recompensa a un trabajo de desarrollo excelente en el que también han tomado parte nuestros queridos Carlos Sainz y Luis Moya. Es el triunfo de un equipo bien conjugado de arriba a abajo (desde el volumen de inversión, hasta el rodaje de los mecánicos durante un año con Skoda). Y, por supuesto, es el premio al talento de un piloto preparado para marcar una época: Sebastien Ogier.

Todo ello ha hecho que la presentación en España del VW Polo R WRC de calle haya sido también una pequeña fiesta de celebración. ¿Y por qué son tan importantes los rallys para hablarte de este coche?

Volkswagen Polo R WRC: nacido de los rallys

La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) obliga a las marcas que participan en el Campeonato del Mundo de Rallys (WRC) a fabricar un número concreto de unidades de una versión de calle del modelo con el que compiten, con ciertas especificaciones compartidas (cotas del chasis, ubicación de algunos componentes mecánicos, etc.). Mecánicamente no tienen nada que ver como puedes comprobar en las ficha técnicas al final del artículo.

Por eso llegan al mercado mundial 2.500 Volkswagen Polo R WRC como el que ves en estas fotos y que ya hemos podido probar en AUTOBILD.ES. Además, desde Navarra (donde también se han hecho las carrocerías para el equipo de competición) saldrán otras 22.500 unidades de los VW Polo 'normales' con algunas de esas especificaciones para cumplir con la norma completa que impone el reglamento. Entonces: ¿Es un coche de rally? No, es un coche de calle de dentro a fuera. Pero nace en exclusiva por imposición de una de las reglas que ha tenido que acatar Volkswagen para poder correr y ganar el WRC.

Detalles de los rallys

Hechas las presentaciones, me meto en faena para ver qué ofrece este nuevo modelo. Por fuera gusta. Lo han musculado sin abusar. Parachoques, faldones, pasos de rueda, alerón, pinzas de freno azules, vinilos... Presumir sin llamar la atención en exceso. Buena mezcla. Si abres el capó y te parece que está hecho de papel, es porque es 1,9 kilos más ligero que uno hecho de la tradicional chapa. No te preocupes por su resistencia, es el mismo que lleva Ogier en el coche de carreras y ha quedado comprobado que se pueden celebrar varias victorias subido en él. Voy para dentro.

Coloco el volante y los espejos. Abrocho el cinturón de seguridad. Las primeras sensaciones llegan incluso antes de arrancar. El aro del volante, forrado en Alcantara, el pomo, los pedales de aluminio y los asientos deportivos (no son baquets, ni se pueden equipar unos como opción, pero sujetan perfectamente) nos inyectan el aire racing de este Volkswagen Polo R WRC. Tampoco se han pasado con el interior, que comparte el diseño y la buena calidad de fabricación del resto de la gama, pero tiene ese toque necesario para hacer sentir sus genes.

Volkswagen Polo R WRC: más rápido que el Golf GTI

La verdadera esencia del coche se destapa en cuanto rozamos el pedal del acelerador. El motor 2.0 TSI que llevamos delante ruge con energía. Tiene un sonido grave, potente, que sin embargo no te aturde para viajar a punta de gas en sexta, pero que te pone la piel de gallina en cuanto pasa de 2.500 vueltas. No solo por el ruido. Los 220 CV de esta mecánica disparan al  Polo R , hasta los 100 km/h, en 6,4 segundos, una décima menos que el nuevo Golf GTI, con el que comparte el motor. Y le llevan hasta los 243 km/h de velocidad punta, récord histórico del Polo.

La cifra oficial de consumo medio homologado es de 7,5 litros a los 100 km. Al final del recorrido de nuestra toma de contacto (poco más de esa distancia) el ordenador marcaba 10,5 litros, pero el consumo se convierte en un tema secundario cuando te sueltan una mañana por carreteras de montaña con el depósito lleno y toque de queda.

Corre y se sujeta

La conducción del Volkswagen Polo R WRC es excitante por todo: por cómo suena, corre, frena (discos de 16 pulgadas), por su cambio manual de seis velocidades (sí, aquí hay que 'meter hierros') y por cómo se sujeta en los apoyos. El tarado de la suspensión (para mi gusto, excelente) puede parecer blando en una primera fase de la compresión de los amortiguadores, pero se pone duro como una tabla cuando se acerca el tope. Resultado: equilibrio entre confort y aplomo. A pesar de su corta batalla, el coche no se descoloca por muy imprecisa que sean la frenada o la trazada. Con unas buenas gomas de 215/35 y unas llantas de 18 pulgadas, el agarre del eje trasero y la puntería del delantero son soberbias.

Lo admito, después de conducir esta version de calle del VW Polo R WRC por uno de los tramos del Rally de Cataluña (Ruidecanyes) me creo que Ogier haya tenido el mejor coche de la temporada, de largo.

¿Cuánto vale un campeón?

Tener aparcado el Polo R WRC en la puerta de tu casa tiene un precio de 34.860 euros. El Polo GTI cuesta unos 12.000 euros menos y es medio segundo más lento en aceleración y 40 CV menos potente. Pero es el coste de la exclusividad. Sólo habrá 2.500 para todo el mundo, con su correspondiente número de identificación en el alerón trasero, y en España se calcula que se venderán entre 40 y 50 unidades. Tanto si eres uno de los que lo va a comprar, como si eres uno de los que los han construido: enhorabuena. 

Texto: José Armando Gómez / @Joargomez 

Fotos: Volkswagen España / José Armando Gómez