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Comparativa: BMW 2 Gran Tourer, Renault Espace, DS5

Te traemos tres monovolúmenes que ofrecen ese "algo más" que los hace destacar en su segmento: diseño, interiores refinados y mucha comodidad en carretera... Sin renunciar a un toque deportivo.

Motorizaciones comparadas:

“Es interesante”. Esta es una respuesta bastante común cuando a alguien se le pregunta si le gusta algo y no lo tiene muy claro. Precisamente, los tres monovolúmenes que aquí traemos se ajustan perfectamente a este adjetivo, porque no pertenecen a un segmento muy concreto. Ok, son monovolúmenes, pero en lugar de priorizar la practicidad ante todo, como corresponde en esta categoría, sitúan entre sus primeras cualidades otros factores como diseño, refinamiento… Y disfrute al volante. Y precisamente en este último apartado centramos esta prueba. Vemos qué nos ofrecen realmente en esta comparativa, una vez pulsamos en botón de contacto, el BMW 218d Gran Tourer, DS5 BlueHDi 180 Start & Stop y el Renault Espace Energy dCi 160

Llevan mecánicas diésel de hasta 180 CV, de modo que las buenas prestaciones están garantizadas. Y como sus carrocerías van más pegadas al suelo que en la mayoría de monovolúmenes al uso, se pueden conducir rápido con un buen agarre, sin molestos balanceos en las curvas. Y en los tres casos, sus diseños transmiten precisamente eso: dinamismo.

Los tres llevan, además, una buena batería de asistentes electrónicos para poder llevarlos con seguridad, a pesar de sus generosos tamaños. A favor del BMW juega su excepcional cambio automático de ocho velocidades que ya conocemos de otros modelos. Inserta casi antes de que lo pienses, con una fluidez sorprendente y sin tirones. Y tiene la compañera de viaje perfecta: una dirección precisa y comunicativa que le aporta una agilidad inusitada en este segmento familiar.

Potentes y tecnológicos

DS5

El Renault contraataca con una dirección inteligente a las cuatro ruedas, y dentro te recibe con una gigantesca pantalla táctil desde la que puedes controlar casi todas las funciones del coche. DS, por su parte, ahonda en la vertiente premium de su gama DS, con un interior plagado de detalles, un comportamiento conofrtable y la mayor potencia de los tres: 180 CV frente a los 160 del Renault y los 150 del BMW.

Por desgracia, el francés no aprovecha del todo su extra de fuerza, y de hecho en el 0 a 100 km/h solo le saca una décima al bávaro, mientras que ambos llegan en el mismo tiempo a los 130 km/h. A cambio, su afinada suspensión filtra bien los baches, y tiene una calidad de rodadura destacable. Pero es una pena que su afilado diseño penalice tanto el espacio en la segunda fila, donde uno llega a sentir incluso algo de claustrofobia, especialmente por el gran tamaño de la consola del techo, que resta espacio para la cabeza. 

El BMW, el más dinámico

BMW

La principal tara del BMW es su precio, algo que no nos sorprende. Pero a cambio, es el que ofrece un comportamiento más dinámico de la comparativa. Y no solo eso: aunque su carrocería tiene una tendencia deportiva como las de sus oponentes, es el que mayor espacio ofrece a sus ocupantes, en parte porque sus ventanillas tienen una disposición más vertical, pero también porque su habitáculo está mejor aprovechado. 

Lo que más nos ha gustado: la potencia de sus frenos y su estabilidad en curva, que transmite la sensación de estar conduciendo una berlina más baja. Y sin que eso implique un conjunto de suspensión-amortiguador demasiado seco, más bien al contario: tiene un rodar confortable, incluso suave. Vamos, que casi logra la cuadratura del círculo.

El Renault está en el polo opuesto. Es un coche caro que ofrece a cambio mucho refinamiento y soluciones prácticas muy inteligentes como el sistema para plegar la fila trasera, que deja una superficie plana con solo pulsar un botón, o bien desde la propia pantalla táctil, si lo prefieres. Y claro, el volumen del maletero crece hasta los 2.101 litros.

El Renault se pasa de blando

Espace

Un interior que ofrece mucha felicidad… Que se empaña cuando uno se pone en marcha. Y es que las suspensiones y los amortiguadores ofrecen varios modos de ajuste para la conducción, lo que a priori suena muy bien, pero el problema es que van de blando a superblando. Esto, cuando vas por asfalto en buen estado, lo agradeces por el elevadísimo nivel de confort que ofrece. El problema llega cuando el piso se vuelve irregular. El coche se zarandea en exceso y el eje trasero pierde el contacto con el asfalto con facilidad. Y, para colmo, sus ruedas de 19 pulgadas, excesivas para un coche como este (aunque estéticas, de eso no hay duda), provocan una respuesta excesivamente seca al pasar por baches.

Conclusión

En definitiva, tres monovolúmenes que ofrecen ese “algo más” que los hace destacar en su segmento: el BMW, un comportamiento dinámico a la par que confortable, más acorde con el de una buena berlina; el DS, mucho diseño, acabados de altura y la mayor potencia, aunque no la aproveche como debiera; y el Renault, un interior lujoso e innovador, y un comportamiento confortable siempre, eso sí, que circules por carreteras en buen estado.

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