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Ruta 4x4 con el Land Rover Defender por Doñana, un mosaico de ecosistemas único en Europa

Por la playa de Matalascañas (Huelva), en pleno Parque Nacional de Doñana

El Parque Nacional de Doñana alberga una biodiversidad única en Europa, y en esos parajes naturales el Land Rover Defender es un aliado imprescindible

Ruta 4x4 por el Parque Nacional de Doñana. Recuerdo que la primera vez que oí hablar del Parque Nacional de Doñana fue por una cuestión de índole política. Gobernaba por aquel entonces Felipe González, y la prensa se hacía eco de que el ex presidente pasaba el verano allí. Un sitio único no abierto al gran público. 

Años después, tras hacer una visita la bella localidad de Sanlúcar de Barrameda, me quedé prendado con la desembocadura del río Guadalquivir. Un amigo que me acompañaba, al ver mi cara de fascinación con ese pedazo de Naturaleza tan impresionante me indicó como si fuera a responder la pregunta que se formulaba en mi cerebro: "Y eso de ahí es el Parque de Doñana".

Desembocadura del río Guadalquivir, desde Sanlúcar de Barrameda. De fondo, el Parque de Doñana.
Desembocadura del río Guadalquivir, desde Sanlúcar de Barrameda. De fondo, el Parque de Doñana.

Aquel comentario fue como si se encendiera una suerte de recuerdo en suspenso. Y es que tras esa primera noticia sobre Doñana y el uso que Felipe González y otros ex presidentes han hecho de esta joya de la Naturaleza, comencé a leer al respecto del lugar. Y fue así como supe que Doñana es hogar de una especie protegida y única como el lince ibérico, por ejemplo.

Más recientemente disfruté con la lectura de 'La ruta infinita', de José Carlos Poyato, que describe con todo lujo de detalles cómo fue la aventura que inició hace cinco siglos Fernando Magallanes y finalizó Juan Sebastián Elcano, en busca de la ruta para llegar a las islas de las Especies desde el océano Atlántico, y que supuso la primera vuelta al mundo.

Y la ruta comenzaba y finalizaba en Sevilla, en donde se había instalado la Casa de Contratación, por lo que el río Guadalquivir se convirtió en el canal de acceso imprescindible a la capital hispalense.

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Pero es que, además, si has visto la película 'La isla mínima', de Alberto Rodríguez, además de disfrutar de la interesante trama, seguro que te habrás deleitado con los hermosos parajes que aparecen en el metraje, y que transcurren en el Parque Natural de Doñana (no confundir con el Parque Nacional), que es donde se concentran las tierras de cultivo extensivo.

Así pues, cómo no sentirse como un niño con zapatos nuevos cuando Land Rover te brinda la oportunidad de conocer un trozo de Naturaleza como el Parque Nacional de Doñana a los mandos de un Defender...

Doñana, un poco de historia

Según se indica en la página del Ministerio para la Transición Ecológica, de quien depende este espacio único, "el Parque Nacional de Doñana es un mosaico de ecosistemas que albergan una biodiversidad única en Europa". 

En este sentido, en Doñana destaca sobre todo "la marisma, de extraordinaria importancia como lugar de paso, cría e invernada para miles de aves europeas y africanas. En el Parque viven especies únicas, y en serio peligro de extinción, como el águila imperial ibérica y el lince ibérico".

Además, Doñana "supone la confluencia de un conjunto de ecosistemas (playa, dunas, cotos, marisma...) que dotan a este Parque de una personalidad única", se indica en la web del Ministerio de Transición Ecológica.

Vídeo: Así suena el Parque Nacional de Doñana

La Historia de Doñana comienza con los primeros pobladores del Golfo de Cádiz. La marisma de Hinjos, según prospecciones geológicas y paleontológicas, estuvo poblada en el año 3000 a.C., pero hacia el año 2000 a.C., debido a un tsunami, el paisaje del estuario del Guadalquivir quedó totalmente transformado.

Antes de ser convertido en Parque Nacional y, por tanto, espacio protegido, Doñana fue coto de caza. "Tras la conquista de Sevilla en 1248 por los reinos cristianos, el rey Alfonso X el Sabio convierte Doñana en un cazadero real", se indica en la página del citado Ministerio. 

La pregunta que surge es de dónde procede la denominación 'Doñana'. En la citada página del Ministerio se aclaran las dudas: "El nombre de estas tierras se encuentra en documentos de la casa de Medina Sidonia, que describe cómo en 1523, el VI Duque de Medina Sidonia alquila Las dehesas del Carrizal y la Ahulaga a Sancho Herrera, alcaide de Sanlúcar de Barrameda, y su mujer, Doña Ana Mallarte".

"Doña Ana construyó un hato o vivienda, conocido como Hato de Doña Ana. Medio siglo después el VII duque de Medina-Sidonia construyó un palacio para su esposa, Doña Ana Gómez de Mendoza y Silva, aristócrata que durante muchos años fue considerada la que dio nombre a este territorio". Duda despejada.

Comienza la ruta 4x4 hacia Doñana

Hechas las presentaciones, llega el momento más emocionante: la ruta. Partimos de la localidad de El Rocío (Huelva). Tiro de memoria y El Rocío me suena a la romería, las carretas... Lo cierto es que El Rocío es una localidad peculiar y de suma belleza.

No está asfaltada, pues precisamente el caballo y las carretas tienen preferencia sobre los automóviles y otros vehículos a motor, de ahí que un todoterreno como el Land Rover Defender es una herramienta perfecta.

El convoy de Land Rover Defender en El Rocío (Huelva).
El convoy de Land Rover Defender en El Rocío (Huelva).

Me llaman la atención las casas, viviendas solariegas, pintadas de blanco y trazos amarillos. Parece que estuviéramos en una película del Oeste americano. Y la percepción no anda desencaminada, pues bien podría ser el escenario de un western...

Corre la teoría de que los conquistadores españoles construyeron aldeas en California, Nuevo México y otros lares de lo que hoy en día es Estados Unidos siguiendo los cánones de lo que conocían en sus lugares de origen, como El Rocío, por ejemplo. 

Vistas de las marismas alrededor de la aldea de El Rocío (Huelva)
Vistas de las marismas alrededor de la aldea de El Rocío (Huelva)

Tras salir de esta bella aldea rodeada de marismas, el convoy de Defender se encamina hacia el Parque Nacional de Doñana. 

Para ello tomamos la carretera A-483, que divide y separa el Parque Nacional de Doñana del Parque Natural de Doñana, dedicado a la agricultura y cuyos cultivos de regadío y, sobre todo, los pozos ilegales, están agotando los acuíferos y poniendo en peligro la existencia de este espacio natural.

Precisamente para velar por la supervivencia de este "mosaico de biodiversidad", Doñana está gestionada por la Estación Biológica-CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas).

Su misión: llevar a cabo una investigación multidisciplinar al más alto nivel, y dirigida a la comprensión, desde un punto de vista evolutivo, de la forma en que se genera la biodiversidad, la forma en que se mantiene y deteriora, además de las consecuencias de su pérdida y de las posibilidades de su conservación y restauración.

Además, es la encargada de proteger al águila imperial, la rapaz más amenazada de Europa y un ave única en el mundo que solo habita en la Península ibérica, más concretamente en paraísos como el Parque Nacional de Doñana.

Ruta 4x4 Doñana

Land Rover lleva años colaborando con la Estación Biológica Doñana-CSIC, y para ello los técnicos que trabajan aquí cuentan con un Defender para moverse sin dificultades por estos terrenos.

Nos acompaña Jacinto Román, técnico del CSIC, quien nos hace de cicerone por este entorno natural de tanta belleza. Román nos cuenta que Doñana está sufriendo una larga sequía y por eso donde debería haber marismas, terrenos inundados, ahora solo se ven arbustos y matorrales.

En el centro, agachado, Jacinto Román, técnico del CSIC en Doñana.
En el centro, agachado, Jacinto Román, técnico del CSIC en Doñana.

Mientras nos adentramos en un camino flanqueado por una suerte de arbustos, Jacinto Román nos cuenta que se trata de sabinas. Es un curioso proceso evolutivo, pues antes no existían. Estas sabinas producen unas bayas que se las comen los zorros que suelen defecar en los bordes de los caminos. Los ciervos que abundan no andan por los caminos y por eso han florecido.

Cuanto más nos adentramos hacia el corazón de Doñana, aparecen señales de tráfico nunca vistas, como las que indican la presencia de linces, por ejemplo. Lo llamativo del caso es que ahora los linces se han retirado al monte, según cuenta Román, pues este felino se alimenta de conejos, y estos han desaparecido de este paraje natural.

Señal de tráfico que indica la presencia de linces en Doñana.
Señal de tráfico que indica la presencia de linces en Doñana.

Además de aves, muchas aves, y linces, en Doñana también hay ganado vacuno. En este caso se trata de las mostrencas, vacas cuernilargas y que, como la aldea de El Rocío, me retrotrae a los western...

Y es que se cree que estas vacas autóctonas fueron llevadas a América durante la Conqusista, hasta convertirse en una especia de la fauna americana.

Una mostrenca, vaca cuernilarga autóctona de Doñana.
Una mostrenca, vaca cuernilarga autóctona de Doñana.

Se respira paz, mucha paz. El tiempo parece haberse detenido, y ningún ruido, salvo el graznido de pájaros y aves rompe ese momento de conexión con la Naturaleza. No hay mejor tratamiento de curación de la vida moderna que empaparse del ambiente de Doñana.

Una vez nos encaminamos a salir del Parque y adentrarnos en terrenos complicados, es cuando comienzo a confirmar las ventajas de contar con un todoterreno como el Land Rover Defender.

Y es que no hay que olvidar que el Parque Nacional de Doñana colinda con la playa de Matalascañas y sus dunas, y debajo de la vegetación hay arena y más arena. Y hay tramos que es como conducir por el desierto.

Arena profunda en el Parque Nacional de Doñana.
Arena profunda en el Parque Nacional de Doñana.

En esas circunstancias, el sistema Terrain Response del Land Rover Defender en el modo 'Sand/Snow' te saca de cualquier apuro.

Y es más, la guinda de esta aventura 4x4 termina en un terreno aún más desafiante: la playa de Matalascañas, entre las dunas y el océano Atlántico.

Antes de acceder a la playa, bajamos la presión de los neumáticos, y activamos de nuevo el modo Gravilla/Nieve y elevamos las suspensiones, de modo que haya mayor altura libre al suelo. Y lo cierto es que el Defender baila y baila sobre la arena fina de las dunas y la playa.

Imagen desde dentro recorriendo la playa de Matalascañas (Huelva).
Imagen desde dentro recorriendo la playa de Matalascañas (Huelva).

Es como circular por nieve, pues el tren trasero se desliza cada dos por tres. Pero nada detiene al Defender y eso te permite admirar un recorrido tan hermoso como singular: a un lado las dunas y Doñana, y al otro, el Atlántico. Y la paz más absoluta, sin gente; solo el viento de poniente, las gaviotas y en el horizonte más de 20 kilómetros de playa. ¡Menuda experiencia!

Ojalá la mano del ser humano no destruya parajes naturales tan espectaculares.

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