Un Fiat 500 de 3 ruedas... ¡Pero si es un triciclo!

Estás parado en el arcén de la carretera, está lloviznando y de repente pasa un Fiat 500. Y piensas: “hay algo raro”. Pero ¿qué? Julian Bayer se ha acostumbrado a las miradas interrogantes de los transeúntes. De adentro hacia afuera, su Fiat 500 es completamente normal. Pero algo falta en la parte trasera: una cuarta rueda. El Fiat de Julian es un triciclo, al menos oficialmente. En verdad, tiene cuatro ruedas, pero las traseras están tan juntas que se consideran una unidad. Los pasos de rueda traseros han sido recubiertos, mientras que el maletero es un poco más pequeño que el del original.

¿Por qué todo esto? Porque puedes conducir este tipo de vehículos con el permiso de conducir A1 y, por tanto, a partir de los 16 años. Como Julian, que ahora tiene 18 años y ha recorrido más de 30.000 kilómetros con su Fiat 500 triciclo en dos años. “Vivo en el campo, cerca de Hamburgo. Sin mi propio vehículo, estoy atrapado”, explica Julian. Por eso sus padres le compraron el Ellenator.

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Este es el nombre de este Fiat 500 convertido, cuya construcción patentada fue inventada por un manitas de Allgäu (Alemania). La conversión cuesta 5.440 euros, incluida la homologación de la ITV. Los padres de Julian pagaron un total de 17.000 euros. Mucho dinero para un Fiat que tiene una potencia reducida a 20 CV y su velocidad máxima es de "sólo" 90 km /h. "Sí, pero circulo seguro por cualquier vía", señala Julian. Obtuvo su licencia de conducir con una motocicleta de 125 cc, para luego cambiar inmediatamente al coche. En lugar de conducir la moto durante el otoño húmedo, se sienta cómodamente en el Ellenator con climatizador, escucha música y está protegido por ESP, ABS y airbags. Y puede llevar hasta tres amigos consigo.

¿Y cómo se conduce un triciclo como ese? “Casi como un automóvil normal”, indica Julian. “Es un poco inestable en las curvas. Pero no vuelca, aunque parezca que vas a hacerlo", añade.

Por supuesto, no fue fácil cambiarse a un automóvil después de las lecciones de manejo en motocicleta, pero Julian tenía cierta experiencia al volante. "Mi padre se dedica a los coches clásicos, he aparcado muchos Pagoda". Y luego hay varios caminos privados de tierra en la zona...

Julian viaja por todo el país con su triciclo. Por la mañana, los 20 kilómetros hasta el instituto; por la tarde, hacia casa de sus amigos. "Incluso llevé a mi padre a una reunión de negocios en Hesse cuando durante un tiempo estuvo sin carné de conducir". En la autopista a alta velocidad, resultó ser una conversación muy larga entre padre e hijo.

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Dondequiera que aparezca Julian con su Fiat convertido, se despierta un gran interés. Incluso con los agentes de policía: “Solo en los primeros tres meses, la policía me paró diez veces, luego dejé de contar”. La mayoría de los agentes no habría creído que algo como esto fuera legal. Sobre todo porque el Ellenator no lleva matrícula en la parte delantera. "Se considera una motocicleta; con la de atrás es suficiente", explica.

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Julian pronto estará preparándose para la licencia de conducir para coches de verdad. "Ya pasé la teoría, solo quedan unas pocas horas de conducción práctica", indica. Entonces venderá su Ellenator. Lo sorprendente: casi ningún vehículo de motor tiene un valor tan estable como este triciclo. “En estos dos años podría haberse devaluado solo 1.000 euros”, afirma Julian.

¿Y qué pasará después? Probablemente se mantendrá fiel a sí mismo. En lugar del logotipo de la marca blanco y azul del Ellenator, podría pegar otro logotipo de la empresa en blanco y azul en su nuevo automóvil. Pero, claro, con cuatro ruedas y preferiblemente con seis cilindros. Y todo ello siempre y cuando sus padres le den el visto bueno, claro: "No les importa la marca, pero es importante para ellos que no tenga tanta potencia", sentencia.