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Todos los secretos de los coches camuflados de prueba

Todos los secretos de los coches camuflados de prueba
Seguramente más de una vez te has preguntado el por qué de los coches camuflados de prueba. ¿Por qué tapar un modelo que muchos sabemos cuál es? ¿Por qué usar el típico disfraz de cebra si casi se ve a la perfección? ¿Para qué sirve un coche mula? ¡Aquí te contamos todo sobre los coches camuflados!

Antes de que un coche salga al mercado, los fabricantes llevan a cabo todo un proceso que tarda, literalmente, años. Durante ese largo periodo, los coches camuflados son protagonistas indiscutibles del proceso de desarrollo previo que necesita todo nuevo modelo de producción.

Desde que el proyecto para un nuevo coche se aprueba en las mesas de los despachos, hasta que finalmente lo vemos en los concesionarios y rodando por la calle, puede pasar perfectamente una media de unos tres a cinco años. Todo lo que ocurre durante ese periodo es crucial. Las cantidades de dinero invertidas son ingentes y toda la información, obviamente, es confidencial.

Una gran parte del dinero que conlleva la producción de un coche se va, precisamente, en la investigación, el desarrollo y las pruebas; por lo que el camuflaje de los prototipos previos resulta indispensable. Ya no solo para conservar el factor sorpresa a la hora de la presentación del modelo (en realidad, esa es una de las cosas menores), sino para que todo ese esfuerzo no pueda ser copiado por la competencia antes de tiempo. Por tanto todo aquí es TOP SECRET. El espionaje industrial y los paparazzis de coches están a la orden del día en la industria...

Desde el mismo momento en el que empiezan a definirse las primeras pinceladas sobre las formas del coche, comienzan a diseñarse las piezas del camuflaje para sus prototipos iniciales. Pero durante todo ese proceso, el coche pasa por varias fases, por lo que sus disfraces o camuflajes también deben ir adaptándose a ellas:

Las mulas o muletos

Se llaman así a los coches que sirven para albergar las motorizaciones, plataformas o cualquier elemento mecánico y/o completamente nuevo del futuro coche que está por venir. Tienen una parte buena, y es que muchas veces ni siquiera precisan de camuflaje alguno, ya que las novedades están por dentro (no se ven) y su apariencia puede pasar totalmente desapercibida. Pero tienen una pega: que al no ser incorporadas en el coche definitivo, los cambios no tienen por qué comportarse exactamente de la misma forma.

Civic Type-R mula

Por ejemplo, aunque en esta foto veas un Honda Civic normal, su apariencia 'inofensiva' esconce el futuro Honda Civic Type R (en el link puedes leer las impresiones al volante), así como diversas actualizaciones o mejoras y nosotros ni nos enteraríamos...

Las armaduras o sacos

Una vez que los distintos elementos anteriores ya han sido debidamente puestos a prueba y el modelo en cuestión ya ha tomado forma y es capaz de rodar, se instalan en el cuerpo y carrocería definitivas. Eso significa una cosa: que ahora sí que hay cosas que esconder. Sus formas, sus proporciones, sus paragolpes (con sus correspondientes entradas y salidas de aire) o alerones son la información más suculenta, tanto para la prensa, como para la competencia. ¡Hay que taparse bien! Por eso, el camuflaje debe ser bien espeso, nada puede estar expuesto ante las miradas indiscretas y hay que cuidarse de ser visto o fotografiado de cerca.

Un prototipo del Mercedes SLS con camuflaje de sacos probando en Pikes Peak

Aquí tienes, por ejemplo, a uno de los prototipos del Mercedes AMG SLS con este tipo de camuflaje. En su fase anterior de mula llegó a usar paneles de la carrocería del Dodge Viper SRT10, para despistar. Aunque aquí ya sus proporciones estaban desveladas, aún seguíamos sin conocer su apariencia definitiva. En la foto que ves se disponía a encarar las altísimas carreteras del mítico Pikes Peak, en el Gran Cañón del Colorado, donde tanto las temperaturas como la altitud son máximas.

El camuflaje de cebra a base de vinilos

Durante la anterior fase es cuando pueden realizarse la mayor parte de cambios exteriores, según sea menester gracias a las necesidades y fallos que van surgiendo a medida que se completan kilómetros y más kilómetros con los prototipos. Pero, ¿adivinas la parte mala? Exacto... la aerodinámica todavía es nula. Tanto los sacos como los aditamentos pueden mermar significativamente las entradas y salidas de escape, además de estorbar sobremanera al trabajo aerodinámico de las formas definitivas del coche o su alumbrado. Por eso mismo llega la hora de usar el camuflaje de cebreado con vinilos.

El Mercedes CLA camuflado con vinilos de cebra

Cuando vemos un coche portando un 'look' de esa guisa, significa que ya está en los compases finales de su desarrollo. Así que su lanzamiento quizá esté a la vuelta de la esquina. La parte mala es obvia: que ya casi todos podemos ver la apariencia casi definitiva del coche. Es por ello, que los vinilos de cebra son el último recurso para evitar aquello del espionaje industrial. Ya que gracias a ellos, se evita (en cierto modo) que las fotografías robadas consigan una nitidez tan alta como para después poder realizar un modelado 3D lo suficientemente exacto en los despachos de la competencia.

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