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Prueba Volkswagen ID.4: estimado Tiguan, hazle sitio a este chico nuevo, que viene enchufado

Aunque prefiero un compacto, me ha gustado más que el ID.3

Prueba Volkswagen ID.4. Teníamos ganas –al menos un humilde servidor– en ponerme a los mandos del segundo miembro de la familia ID de Volkswagen, en este caso su primer SUV eléctrico.

Y tenía ganas de probar el Volkswagen ID.4 porque me llevé una buena impresión cuando asistí a la presentación estática allá por el mes de febrero. En este vídeo puedes ver mis primeras impresiones del primer SUV eléctrico de Volkswagen. 

 VÍDEO: Hyundai IONIQ 5 vs VW ID.4 GTX, ¿cuál de los dos es mejor?

Como ocurre como en otros aspectos de la vida, en las distancias cortas –como el famoso anuncio de una colonia 'pachuli' del siglo pasado– es donde, en este caso, un coche se la juega. Y lo cierto es que aunque en imágenes el Volkswagen ID.4 tiene a mi juicio un diseño bastante soso –típico de VW, riesgos estéticos, los justos–, cuando lo ves en directo, la cosa cambia a mejor.

Ahora, con luz natural y al aire libre, este coche eléctrico de Volkswagen gana aún más enteros. La unidad que voy a probar es el VW ID.4 1st Max, con 150 kW (204 CV) de potencia, batería de 77 kWh, una autonomía de hasta 522 km (ciclo WLTP) y una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos. Además, precisamente por tratarse de una versión de lanzamiento especial, cuenta con head-up-display de realidad aumentada, paquete multimedia plus, confort plus... y unas bonitas llantas Narvik de 21'', que rematan un conjunto en color amarillo por una factura final de 55.145 euros. Suena a mucha pasta, pero hay que tener en cuenta que el modelo de acceso Pure, con 109 kW (149 CV) está disponible si aplicamos campaña de descuento de VW y el Plan Moves III por 25.465 euros. 

Vayamos al lío con la prueba del Volkswagen ID.4. Como decía al principio, el ID.4 con ese color tan llamativo gana con luz natural.

Prueba Volkswagen ID.4

Antes de iniciar la marcha –casi 100 kilómetros de recorrido por autopista, sinuosas carreteras de la sierra y tramos urbanos por pueblos chiquitos–, los responsables de Volkswagen me sugieren que active a través del volante el Driver Alert con el fin de sacarle todo el jugo al head-up display de realidad aumentada.

Inicio la marcha con las impresionantes sensaciones del Porsche Taycan Turbo S que he estado probando esta semana, y es mejor resetear, porque esto es mezclar churras con merinas. Obviamente, ya en los primeros compases se nota que el ID.4 es más pesadote, además de contar con unas formas que –pese a mejoras, como las entradas de aire en el frontal, así como el suelo carenado– no favorecen la aerodinámica. 

Cuando entro en autopista y cambio a modo Sport, la experiencia de conducción mejora ostensiblemente. Aunque ya no es solo por el propio modo de conducción sino que al tomar velocidad este SUV eléctrico va más suelto. 

Tras salir de la autopista me adentro en territorio para la prueba de la verdad. Vías secundarias, muchas curvas, rotondas, cuestas pronunciadas, peatones... 

Prueba Volkswagen ID.4

Pues bien, del mismo modo que sentía más suelto al ID.4 una vez tomaba velocidad en autopista, cuando llegan las curvas, el ID.4 saca a relucir su absoluto potencial. Una de las cosas que menos me gustan de los SUV es precisamente que las leyes de la física juegan en su contra sobre todo en el paso por curva, pero hete aquí que el ID.4, con las baterías en el suelo y con el motor empujando desde atrás –vuelta a los orígenes, y eso me gusta–, se convierte en una suerte de compacto.

Y es que el Volkswagen ID.4 demuestra aplomo en las curvas, sin apenas oscilaciones de la carrocería, con una dirección durita, firme, como me gusta, muy, muy precisa, bastante comunicativa y, sobre todo, sincera. Además, el ID.4 tiene un buen radio de giro –como el de un VW Polo, comentan en la marca– por lo que ir a buen ritmo por vías sinuosas y con curvas cerradas se convierte en un ejercicio de diversión al volante. Y no es un deportivo o un compacto, es ¡un SUV! Y todo ello con unos asientos cómodos –al igual que sus suspensiones– y que sujetan bastante bien el cuerpo.

Prueba Volkswagen ID.4

¿Y los adelantamientos? Pues obviamente aunque su par de 310 Nm es inmediato, el ID.4 no es un Taycan, pero una vez le pisas el acelerador, el SUV solventa sin pestañear los vehículos que tenga que adelantar o sobrepasar.

Al volante con el head-up-display y 'Hola ID' del VW ID.4

Mención aparte merece el apartado tecnológico, en este caso centrado en el head-up-display de realidad aumentada. Sinceramente, me parece una gran invento y, por tanto, una opción muy recomendable. No solo te aporta información, sino sobre todo seguridad, pues contrarresta el estrés que produce no saber por dónde vas y qué salida tomar.

Prueba Volkswagen ID.4

Tal y como puedes ver en la imagen que hay sobre estas líneas, unas enormes flechas –que van aumentado de tamaño a medida que te vas a acercando a una salida, por ejemplo– te muestran dónde debes efectuar el cambio de dirección y demás. Esto es tecnología útil de verdad.

La otra solución tecnológica –una vez superados los graves problemas de software que padecieron entre otros el Volkswagen Golf 8 y el Volkswagen ID.3– es el sistema de asistencia por inteligencia artificial 'Hola ID'. La primera versión se quedaba en el limbo y no funcionaba. Ahora, afortunadamente funciona, pero o bien mi voz es lo dulce y atorciopelada que el sistema requiere o no está aún muy fino, pero en varias ocasiones no me entendía o directamente a mi comando hacía lo que le venía en gana. Como, por ejemplo, al pedirle que pusiera el climatizador a 22 grados y lo subió al máximo de temperatura. 

Prueba Volkswagen ID.4

En cuanto a cifras de consumo, con el aire acondicionado activado –aunque al mínimo de ventilación– y a buen ritmo, logré en casi 100 km de recorrido 24,5 kWh de gasto. Y de los 388 km de autonomía con los que partí, acabé con 228.

Prueba Volkswagen ID.4

Esta cifra que arroja el Volkswagen ID.4 es bastante buena, tratándose de un SUV. Aunque la prueba de la verdad será viajar con la familia acomodada en su amplio habitáculo interior, y con equipaje en su maletero de 543 litros.

En resumen: en esta prueba me he llevado una grata impresión del Volkswagen ID.4 y aunque el Volkswagen Tiguan –su equivalente térmico– es mucho Tiguan, las familias modernas y los early adopters tienen en este SUV eléctrico una interesante y seria alternativa. Háganle hueco en su lista de opciones...

Valoración

Nota8

Prueba Volkswagen ID.4. El primer SUV 100% eléctrico de la marca alemana destaca por su buen comportamiento dinámico y los problemas de software resueltos.

Lo mejor

Comportamiento dinámico, firmeza de la dirección, espacio interior, head-up-display, equipo de sonido

Lo peor

Leves fallos del sistema de navegación, sistema 'Hola ID' no siempre entiende

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