Logo Autobild.es

Test 100.000 km Volkswagen Polo

Aquí tienes el test 100.000 km del Volkswagen Polo con el motor de gasolina 1.2 TSI. Está para comérselo… Y si no, que se lo digan al roedor que se puso las botas con sus cables. Por lo demás, el Polo se comportó de forma muy fiable durante todo el recorrido.

Este test 100.000 del Volkswagen Polo es una bonita historia acerca de unos ingenieros que habían preparado, hasta el último detalle, un coche llamado Polo. Sin embargo, los chicos de Volkswagen no tuvieron en cuenta un importantísimo detalle: el apetito de un pequeño y peludo roedor. Sin comerlo ni beberlo, le habían puesto en bandeja de plata los cables de encendido de la zona del propulsor 1.2 TSI. Justo encima del bloque motor había cuatro cablecitos para que la rata se diera un auténtico festín.

Antes de eso, más de uno se había enamorado ya de nuestro Volkswagen Polo 1.2 TSI en Naranja Magma. Equipado con climatizador, cambio automático DSG, navegador y llantas de aleación de 16 pulgadas, el cuatro puertas salía al final por casi ¡21.000 euros! La verdad es que es complicado gastarse más dinero en un utilitario… que no sea un Mini. Pero la calidad general del Polo está también a gran altura. Los conductores alaban las sensaciones tan positivas que transmite la dirección, la rapidez de su motor, el contorno de sus asientos y su facilidad de conducción. En resumen, el Polo afina tanto su puntería que destaca por encima de los Ford Fiesta o Seat Ibiza, que son algo más económicos.

Eso sí, ni siquiera Volkswagen tiene la varita mágica que le permita hacer milagros en sus cuatro metros de longitud. El maletero (280 litros) cubica menos que el de un Honda Jazz y tus hijos adolescentes no van a montar una fiesta cuando tengan que ir tan apretados en la parte de atrás. Durante este test de larga duración del Volkswagen Polo, en la redacción se escuchó más de una vez: “como coche de vacaciones para la familia es un craso error”. Los trayectos largos con este urbanita alemán son los que denotan las primeras salidas de tono en el cuaderno de bitácora. Mientras el motor de 1,2 litros gana amigos por todas partes en la ciudad, en autopista nos muestra la otra cara de la obsesión actual por poner a dieta la cilindrada. Eso quiere decir que, más allá de los 120 km/h, la sed del 1.2 TSI consume sus 12 litros y el motor se vuelve loco.

A lo largo del test de 100.000 kilómetros del Volkswagen Polo, el pequeño germano tragó hasta 8,74 l/100 km. ¿Razón? Los TSI actuales inyectan más gasolina cuando pisas a fondo para enfriar el motor. La próxima generación de propulsores llega sin el enriquecimiento a plena carga. En cualquier caso, el coche de pruebas consigue llegar a las cifras de aceleración prometidas... aunque parezca que parte de la potencia se queda en la transmisión, en vez de llegar a su destino: las ruedas delanteras. Un pitido alteró la paz. El taller tuvo que reparar pronto un conducto de inyección.

Volkswagen solucionó el problema en los coches posteriores a agosto de 2011. Mientras tanto se desataba la lucha titánica contra una molesta rata que, gracias a que no había tapa del motor, tenía bastante de comer. El roedor se tragó hasta en tres ocasiones el cable de encendido, de manera que el Volkswagen Polo 1.2 TSI terminó haciendo saltar las alarmas. En Wolfsburg encontraron una solución definitiva y, desde agosto de 2011, hay una pieza de plástico que tapa los cables de encendido y los talleres están informados desde el 30 de marzo de 2012 de que hay una protección mejorada contra las mordeduras de los roedores.

¿Su coste? Dos euros. Por ese precio, los de Volkswagen se podrían haber puesto las pilas antes... El coche de pruebas terminó en el taller de desmontaje al cuarto mordisco del roedor que nos asoló durante esta prueba. Por suerte, las consecuencias no fueron demasiado desastrosas. Los cables mordisqueados son uno de los detalles más feos de este Polo… aparte de un tornillo desprendido pero, evidentemente, no fue culpa suya.

En la zona del motor descubrimos algo que muchos clientes de Volkswagen ya saben: la capa insonorizadora que se ubica bajo el capó estaba suelta. Lo que sí nos sorprendió fue que el tubo de escape estuviera tan deteriorado, algo que se puede evitar fácilmente para no parecer un coche barato. Por suerte, la inspección general del resto de componentes al final de este test de 100.000 km del Polo no siguió esos derroteros… todo lo contrario. La pintura y la protección contra la corrosión son excelentes en este Volkswagen Polo.

Exceptuando el problema de los cables, todo el sistema eléctrico del coche estaba en buenas condiciones. El control de los cilindros y las bujías se superó sin problemas, la correa y el tensor también pasaron la prueba. Eso sí, hubo un momento de pánico durante el desmontaje: una pequeña pieza de metal se había desprendido. Por suerte, la fuerza centrífuga la había mandado al exterior del cambio de marcha sin registrarse mayores destrozos que una pequeña marca en la carcasa. En la fabricación de la siguiente serie se ha desechado esta pieza. Los ingenieros se han dado cuenta de que era superflua… y han aprendido algo nuevo.

Valoración

0

Aquí tienes el test 100.000 km del Volkswagen Polo con el motor de gasolina 1.2 TSI. Está para comérselo… Y si no, que se lo digan al roedor que se puso las botas

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.