Prueba: Porsche 911 Carrera T. Para los puristas del nueveonce
En la extensa gama del Porsche 911, faltaba un modelo básico, enfocado a la conducción pura, sin ornatos superfluos que encarecieran su precio. Ya lo tenemos aquí y nos hemos puesto al volante. Prueba: Porsche 911 Carrera T.
Es un coche austero desde la carrocería: aparte de un par de acentos en color oscuro y las llantas traseras de 20 pulgadas o las pinzas amarillas de los frenos cerámicos opcionales, no llama la atención.
T de Touring
Este Porsche recupera el espíritu purista del 911 T de 1968, que en su día se vendió en Alemania bajo el eslogan "menos es más". Y en el modelo actual se cumple: pesa cinco kilos menos que un Carrera con equipamiento básico, que cuesta, eso sí, unos 10.000 euros menos. El 911 Carrera T, con todo, puede llevar algunos extras, como la reducción de altura de la carrocería, las mencionadas llantas de 20 pulgadas, el volante de 36 centímetros y el diferencial con bloqueo con Torque Vectoring que, por cierto, no está disponible en el Carrera básico.
Los asientos deportivos con regulación eléctrica (esto no es muy purista) son de serie, también las mariposas del escape y el paquete Sport Chrono, pero sin el cronómetro en el salpicadero. Si añades esto como extra en el Carrera básico, se acerca peligrosamente al precio del T. Este modelo sí prescinde de los asientos traseros, el sistema de infotainment y la luna trasera calefactable, que ahora es de tres láminas de policarbonato ligero. Los tiradores interiores de las puertas son correas, y la palanca del cambio se ha recortado.
¡Arrancamos!
Si pagas un extra, puedes incluir eje trasero direccional o baquets, que llevaba nuestro coche de pruebas. El motor es un 370 CV, suficientes para hacer un buen papel en circuito. No lleva radio, de modo que la única música es la que sale por el escape. Tras un par de vueltas a Sachsenring se cierran las válvulas, lo que reduce un poco la intensidad del sonido, pero no su deportiva tonalidad. La corta multiplicación del cambio se nota en autovía, pero tiene una séptima muy utilizable para llanear, y la velocidad máxima se alcanza en sexta.
VÍDEO: Aquí tienes el Carrera "a secas" en acción.
El cambio tiene recorridos cortos y muy exactos, y su manejo es una delicia. Solo se nota algo difuso en reducciones rápidas desde á séptima marcha.
Pero volvamos a Sachsenring: aquí es donde este Carrera T se siente en su salsa. Ya en las primeras vueltas, logra una marca de solo 1:34,77 minutos. Con eso, le rasca más de un segundo a la variante con PDK que ya probamos el año pasado. Y eso, aun cuando el doble embrague en circuito es más rápido, y esta variante automática pesa 60 kilos más, que no son dramáticos. Pensamos que la ventaja se debe sobre todo al diferencial con bloqueo, así como a la dirección en el eje trasero.
Y es que permiten guiar a este Carrera como sobre raíles, jugando de vez en cuando con la zaga de forma muy controlada para colocarlo justo en el vértice de la curva. Y a la salida de los giros, donde las ruedas de un Carrera básico patinan al pisar a fondo, aquí el diferencial con bloqueo las mantiene a raya con una tracción perfecta.
Conclusión: el Carrera T, en cuando a eficacia en circuito y precio, se sitúa justo entre un Carrera y un Carrera S. Porsche ha rellenado el hueco que le faltaba.
Valoración
En esta prueba del Porsche 911 Carrera T metemos la variante manual en el circuito de Sachsenring y te contamos cómo se comporta el 911 purista frente al crono.
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