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Prueba del Mercedes GLB: con toda lógica

El Mercedes GLB no es llamativo, no es rápido y no es de los más eficientes. ¿Qué atrae de él? La tremenda practicidad y versatilidad de su habitáculo en el que puede trasladar hasta siete personas.

Su aspecto me recuerda poderosamente al Mercedes GLK de primera generación y que no terminó de cuajar en el mercado por esas líneas tan cuadradas y tan poco agraciadas visualmente. Pero, a pesar de ese recuerdo, tengo que reconocer que este GLB  de Mercedes es otra cosa. 

Sí, tiene una carrocería a medio camino entre los afamados SUV y los  polivalentes monovolúmenes. ¿Reúne lo mejor de ambos mundos? A priori, eso parece, pero vamos a verlo un poco más a fondo.

Prueba del Mercedes GLB: ideal para viajar

Desde luego, el interior es amplio, luminoso y confortable. Ideal para viajar, vamos. Y en ese sentido, el espacio para las piernas en los asientos traseros es sobresaliente. También la versatilidad de su banqueta, ya que se puede desplazar 14 centímetros en sentido longitudinal para dejar más hueco al maletero. Por cierto, y antes de seguir con la zona de carga, tienes la opción de montar una tercera fila con dos asientos, por algo más de 1.000 euros,pero eso sí, solo aptas para niños. Según Mercedes: "para alturas hasta 1,68 m". 

Mercedes GLB

Lo que decía del maletero: muy amplio y con formas bien aprovechables. Tiene un suelo que puedes poner en dos alturas, quedando enrasadas en el plano superior, los asientos traseros abatidos. Sus 570 litros son interesantes, pero más los 760 que quedan al adelantar los asientos traseros esos 14 cm.

Mercedes GLB

Motor de 224 CV

El motor de dos litros y cuatro cilindros es un viejo conocido de la casa y unido al cambio 7G-DCT de doble embrague forma un conjunto impecable, que envía sus 224 CV de potencia con limpieza a las cuatro ruedas y empuja con mucho brío, más en el modo Sport (tiene tres más) este modelo de 1.700 kilos.  

Mercedes GLB

Y, ojito, porque en este modo, al reducir, la caja de cambios automáticamente realiza la maniobra de punta-tacón por ti. Una sorpresa que, para darte un homenaje de vez en cuando circulando algo más rápido, lo agradecerás. Si aparecen curvas se defenderá con dignidad siempre que no aumentes mucho el ritmo. No es su elemento ideal, por la dirección algo desmultiplicada y una suspensión que balancea en cambios rápidos de dirección. 

Mejor se defiende en el campo, donde su sistema 4MATIC reparte automáticamente el par entre ambos ejes de forma electrónica. Además, podrás ver en su pantalla el ángulo de la pendiente, el de inclinación lateral y los ajustes técnicos seleccionados. Y podrás hacer cosas... que difícilmente creerás.   

Valoración

Nota8

Nos ponemos al volante del Mercedes GLB para explicar por qué este modelo, aparentemente sin argumentos, convence a muchos de que es el vehículo ideal

Lo mejor

Ideal para viajar. El espacio de las plazas traseras es suficiente hasta para personas altas

Lo peor

Quizá su estética, aunque ya se sabe: 'para gustos, colores'

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