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Prueba: Mercedes G 63 AMG. Nos ponemos al volante de la bestia

Coger un todoterreno puro, casi austero, como el Mercedes Clase G, y plantarle 544 CV puede parecer obsceno. A nosotros nos parece una maravillosa locura. Y nos hemos puesto al volante. Prueba: Mercedes G 63 AMG. Conducimos la bestia.

Ahora rinde 544 CV extraídos de su V8 biturbo, frente a lo que daba el modelo anterior de 2004, que tampoco estaba nada mal: 507 CV. Era el G 55, algo así como el John Wayne de AMG: rudo, maleducado, con un compresor que silbaba sin recato y un V8 que traqueteaba bajo el capó como si fuera a salirse en cualquier momento. El G 63 AMG es un coche que juega en otra liga: se acabaron estos simpáticos defectos... Aunque mantiene algunos. 

Carrocería y calidad

Sigue siendo un coche de aspecto y concepción austera. Lo hemos llevado hasta los 213 km/h que coge de punta, y a esa velocidad el motor es atronador y el viento, directamente, se pelea con el vertical parabrisas. Las ventanillas laterales agitan de lo lindo. Pero por alguna extraña razón, uno nunca llega a preocuparse. La sensación de robustez y calidad que transmiten sus ajustes y materiales es bestial.

Conducción y mecánica

Es imposible arrancarlo sin que tus vecinos piensen que se les cae encima la tormenta de las tormentas, aunque el cielo esté azul. El doble escape emite un sonido que hará las delicias de los V8: sin filtros, en todo su esplendor. El empuje es brutal, y conviene agarrar bien el volante por las inercias. Eso sí: la nueva caja de siete velocidades automática trabaja de forma mucho mas discreta que la anterior de cinco.

Prestaciones

Esta mole pasa de 0 a 100 km/h en solo 5,7 segundos, aunque para llegar a los 200 requiere 21,4. Es un coche con mucho empuje de entrada, y eso se nota en cada pisotón al acelerador. Por suerte, la nueva dirección lo vuelve más manejable: no es tan lenta como la anterior, ni tan dura, y gana en precisión.

Chasis y confort 

Desde hace 33 años, el G rueda con muelles en ejes rígidos. De modo que, especialmente al pasar por las juntas del asfalto, notarás en tus riñones lo que sucede debajo de ti. Todo es extravagante en este coche, hasta su precio: pasa holgadamente de los 150.000 euros.

Valoración

Nota7

Lo sabemos: un todoterreno con motor V8, doble turbo y unos descomunales 544 CV, puede parecer anacrónico hoy en día. Hemos probado a la bestia: Mercedes G 63 AMG.

Lo mejor

Su motor V8 y la exclusividad de tener un coche así.

Lo peor

Confort casi ausente, consumo y precio desmesurados.

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