Prueba Ford Puma 1.0 125, renovado para ganar con etiqueta ECO

Inevitable acordarme de la anterior vez que probé un Ford Puma... y de su rival: ¡un Opel Tigra! Sí, han pasado ya cerca de 20 años y por aquel entonces el Puma era un pequeño deportivo biplaza con un comportamiento dinámico sensacional. ¿Y ahora? Pues ahora hay que renovarse y si te conviertes en un SUV, ya tienes dado el primer paso hacia el éxito. Justo eso es lo que ha hecho Ford.

El nuevo Ford Puma es un todocamino medio, claro rival de los Renault Captur, Volkswagen T-Roc e, incluso, de un Audi Q2. Así me lo ha parecido en esta prueba del Ford Puma 1.0 125 CV Ecoboost, un motor que le sienta bastante bien a un chasis que soportaría sin problemas muchos más caballos. Iremos paso a paso, pero de momento lo vemos por fuera.

La liga donde juega el Ford Puma

Con una longitud de 4,2 metros, se coloca en la liga de los SUV urbanos que pueden salir con total garantía en un viaje largo. Por motor, chasis y por habitabilidad, porque cuatro adultos viajan en su interior sin problema y (aunque su maletero de 402 litros se queda por detrás de la competencia directa. Pero toma la delantera en prestaciones, gracias al buen rendimiento de su bloque de un litro.

Sí, solo un litro para entregar 125 CV, una relación que puede parecer escasa...pero que en marcha se muestra convincente. Este motor Ecoboost ha ganado varios premios y tiene en la suavidad y en la capacidad de estirar sus mejores virtudes. Es un bloque que contrario a lo que pasa con otros que apuestan por el downsizing se defiende bien a bajas vueltas y recupera con naturalidad. Luego estira muy limpio, lleno entre 2.00 y 4.000 vueltas y mantiene hasta 5.000. Lo malo es que el consumo se muestra sensible al acelerador (en la prueba he registrado una media de 6,9 l/100 km). Lo buenos es que gracias al apoyo de una batería de 48V dispone de etiqueta ECO.

Chasis de primera

Algo a lo que incita su chasis, lo mejor del Puma. Noble y fácil de conducir y guiado desde un volante muy vertical, al pequeño SUV del óvalo le va la marcha. Es una constante en los Ford de última generación, son la referencia en el apartado dinámico. Por eso, la llegada del un Puma ST no va a suponer ningún problema, todo lo contrario para quien lo puede disfrutar. De momento esta variante 1.0 que tengo entre manos ni se inmuta en los virajes y, además, la suspensión no compromete el confort.

Solo en juntas de dilatación es algo seco, pero tolerable para la ganancia en comportamiento. También ha ganado, como es lógico, el interior de este Ford frente a su 'predecesor'. Materiales más blandos, ajustes sin tacha, un tacto del cambio magnifico... solo mejoraría los controles del volante, que podrían estar mejor distribuidos. A nivel de conectividad tiene todo lo que se lleva ahora y se controla desde una pantalla multifunción táctil que corona la consola central.

El precio del Ford Puma 1.0

Dotado de un acabado S-Line más deportivo (incluye llantas de aleación de 19 y alerón en el maletero/parte inferior del portón en color carrocería) y un equipamiento de serie donde aparecen elementos como el control de crucero, la conexión wifi, aire acondicionado, llave inteligente o la integración de Android Auto y Apple Car Play, este Puma sale por 22.450 euros. Algo más caro que un Captur, por ejemplo, y más asequible que sus rivales del grupo Volkswagen.