Fiat 500 X de segunda mano: pros y contras para comprar uno

MOPAR, MOPAR, MOPAR... El Fiat 500X pasa sobre nuestras cabezas en un elevador y miremos a donde miremos las siglas del proveedor fundado por Chrysler están estampadas en casi todos los componentes: en las pastillas de freno, las partes plásticas de los paneles de los bajos, en el sistema de escape... Sólo descubrimos sus raíces italianas en el motor de arranque, que es de Magneti Marelli. Pero Mopar (MOtor PARts), que tantas piezas fabrica, parece estar haciendo un buen trabajo.

La unidad que aquí analizamos ha recorrido poco más de 13.000 km en menos de dos años. Pese a su flamante aspecto, esperábamos encontrar algunos defectos o vicios ocultos, pero no pudimos descubrir discos de freno con un desgaste desigual, un silenciador excesivamente corroído o incluso una caja de cambios que perdiera aceite. El Fiat 500X está justo como debe verse un coche con este kilometraje: casi como nuevo.

Consumo (muy) contenido

Una vez en el 500X, arrancamos y la mirada se dirige al ordenador de viaje. No pone Mopar, sino un consumo promedio de 10,5 litros de gasolina, calculado en los últimos 5.000 kilómetros. ¡Caramba!, ¿está borracho el motor turbo de gasolina? No, la propietaria de este estiloso SUV nos explica antes de nuestra prueba que sólo ha usado el coche en tráfico urbano. Normalmente este motor de 140 CV debería arrojar un consumo medio de entre seis y ocho litros de gasolina por cada 100 km.

Seleccionamos D en la palanca de la transmisión de doble embrague de seis relaciones. Aunque este cambio automático funciona en gran medida sin tirones, se notan ciertas brusquedades cuando se acoplan los engranajes. En los primeros compases el 500X se muestra un tanto brusco, lo que se debe principalmente a su chasis demasiado rígido. Desafortunadamente, eso realmente no casa con un coche que pretende ser acogedor. En cualquier caso, a pesar de la rigidez, el sistema de amortiguación no pasa factura a la columna vertebral. Además, los acogedores asientos contrarrestan esa dureza.

Debajo del capó, un motor turbo pone en marcha nuestro 500X. Este propulsor revela que cuenta con este influjo extra con bastante claridad cuando ves que entrega sus 230 Nm de par a tan sólo 2.000 vueltas. Además, sus 140 caballos de potencia se muestra más que suficientes.

Buscamos en foros especializados si da algún tipo de problema. Y, al igual que nosotros, pocos usuarios tienen algo serio de lo que quejarse. El tema más común son leves problemas con la electrónica. Lo que coincide con nuestra experiencia cuando realizamos el test de larga duración y con un puñado de cartas que hemos recibido en nuestro buzón de quejas.

Ocasionalmente, el motor turbo 1.4 MultiAir trae de cabeza a algunos de sus propietarios, que experimentan una pérdida de potencia debida a que el sistema interpreta que hay un fallo en el turbo, por lo que se activa el programa de emergencia, que reduce las prestaciones para evitar daños mayores. Sin embargo, a menudo la causa es la electrónica. Antes de acudir a un taller para que instalen otro turbo por 1.500 euros, sugerimos que consultes a un especialista.

Salvo esto último, el 500X apenas necesita cuidados. Con sus lindos ojos saltones, generalmente, llama mucho la atención de las mujeres. Vaya, otro prejuicio...