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Prueba del Citroën C4 2021 130 blueHDI

¿Sabes esos hermanos gemelos, trillos, cuatrillizos... que por ser iguales tienen que destacar para captar la atención de sus progenitores? Pues lo mismo, o algo parecido, ocurre en el segmento C. La firma de los chevrones sabe como diferenciarse, y para prueba tienes la del Citroën C4 2021 130 blueHDI... y no un botón.

Prueba del Citroën C4 2021 130 blueHDI

Y es que el nuevo C4 llama la atención, lo mires por donde lo mires. No encontrarás nada igual, y eso es un punto a su favor. Te puede gustar más o menos su diseño, yo me incluyo en el primer grupo, pero nadie puede decir que no es original. 

Esta “berlina”, como es definido por la firma francesa, rinde homenaje o se inspiran en algunos modelos importantes de su historia. Por ejemplo, la firma lumínica en forma de V y que se funde con la calandra, al Concept 1919; y la caída de su techo al C4 Coupé, por cierto, también está dividida, algo que resta visibilidad trasera. Pero también adopta elementos novedosos, incluso en la gama, como los pilotos traseros, que se incrustan en la parte media del portón, bañada en negro. No podían faltar los distintivos Airbumps ni las múltiples combinaciones de colores. 

Prueba del Citroën C4 2021 130 blueHDI

Dentro también exhibe un nuevo diseño en la marca. Es bastante resultón, con materiales gomosos en la parte superior y media del salpicadero y duros en al inferior, pero de buen aspecto. También equipa pequeños detalles que ponen de manifiesto el interés que ha puesto la marca en su productor, como el patrón de los dos chevrones en pequeño tamaño repartidos por todo el salpicadero o la banda de tela que incorporan los paneles de las puertas delanteras, los que, por cierto, acogen plástico blando en la zona más alta. Más pobre me parece el brazo inferior del volante, de aspecto negro brillante.

Así es la versión eléctrica del Citroën C4

Pero volviendo al puesto de conducción, cabe señalar que tanto el diseño como los mandos son novedad. Sí, mandos físicos, porque Citroën ha vuelto a incorporar botones para las funciones más importantes. ¡Gracias! Como también doy gracias porque la pantalla del sistema de infoentretenimiento de 10 pulgadas sea de serie, independientemente del nivel de equipamiento. No estaría mal que la del cuadro de instrumentos digital, que es de solo 5 pulgadas, fuese más grande. Pero, al César lo que es del César... Reúne la información importante y, además, al gusto del conductor, puesto que tiene diferentes vistas. Además, es apoyada por el head-up display que emerge del salpicadero. 

Prueba del Citroën C4 2021 130 blueHDI

Y como también como Citroën que es, no podía faltar espacio: mucho para guardar objetos, con una guantera enorme, una mini guantera y un ingenioso soporte para una tablet. También para los pasajeros, tanto como para las piernas -según la marca, tiene el mejor hueco para las rodillas de su categoría- como para la cabeza -con mi 1,78 m son cuatro los dedos que la separan de rozar, y eso que el techo es descendente y, en el caso de la unidad de pruebas del Citroën C4 2021 130 blueHDI, panorámico-. 

Respecto al de carga, cubica 380 litros. Esta cifra, 32 litros mayor que el C4 Cactus, le sitúa en medio de la tabla del segmento. Lo más destacado es que tiene formas regulares para aprovechar bien todos los espacios a la hora de colocar bultos. Cuanta con un doble fondo y una boca de carga baja.

Prueba del Citroën C4 2021 130 blueHDI

Por el momento solo está disponible la opción diésel más potente, la de 130 CV, aunque próximamente llegará la de 110 -la gama la completan el PureTech de 110, 130 y 155 y la versión 100% eléctrica-. A lo que me tengo que acostumbrar desde un principio es al selector del cambio automático. Tienes que dejar presionada la palanca un segundo para que admita la dirección correcta, cosa que en otros coches, con un simple toque, es suficiente. 

Prueba del Citroën C4 2021 130 blueHDI

Superado el examen, comienzo a la marcha. A bajas revoluciones se aprecia el traqueteo de su motor diésel, algo que no es novedad, ni en la marca, ni en el grupo, ni en la gran mayoría de fabricantes de coches. Lo bueno es que al subir de revoluciones ese sonido se disipa y viene acompañado de una energía sobresaliente. Esa fuerza es más acusada aún en el modo Sport, que a diferencia del Peugeot 308 no viene acompañado de un sonido artificial de motor V8, cosa que creo que agradezco. A la excelente respuesta de su motor se suma el cambio automático de convertidor de par con levas en el volante, que no es tan rápido como uno de doble embrague, pero si más confortable. Y todo ello con un consumo que ronda los 5,0 l/100.

Prueba del Peugeot 308 SW 2020 BlueHDi 130 GT Line 

Y es que lo que realmente se busca en este automóvil es comodidad. Por ello se han instalado los magníficos asientos y la suspensión con amortiguadores con topes hidráulicos Advanced Comfort, por lo que viajar con él es un gustazo. Absorbe muy bien las irregularidades de la calzada y no brinda tantos movimientos laterales y longitudinales como un Citroën C5 Aircross. Eso sí, si quieres un coche para irte a hacer unas curvas, mejor que optes por un Seat León, por ejemplo. 

Prueba del Citroën C4 2021 130 blueHDI

El nuevo C4 tiene un precio de partida de 20.800 euros, eso con motor de gasolina de 130 CV y cambio manual. Si el elegido es el diésel de misma potencia, pero con cambio automático, vamos, como la versión de la prueba, la tarifa asciende a 25.300 euros. ¡Ah! Y sea cual sea, es fabricado en España.

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Valoración

Nota8

Ponemos a prueba el Citroën C4 2021 130 blueHDI, la nueva generación del exitoso compacto que vuelve con un diseño rompedor.

Lo mejor

Fuerza de su motor de 130 CV. Espacio interior. Diseño. Comodidad a bordo.

Lo peor

Visibilidad trasera debido a la luna partida. Cuadro de instrumentos digital de 5 pulgadas.

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