Te traemos la prueba del BMW X5 M50d, un SUV poderoso que demuestra cómo un diésel puede ser fascinantemente deportivo.
VÍDEO: Todo sobre los menús del BMW X5
Con el turbo de seis cilindros del 750d, este modelo se convierte en un atleta. Cuatro turbocompresores presionan el aire en las cámaras de combustión del BMW X5 M50d . El resultado: 400 CV y un par máximo de 760 Nm, que ya están disponibles a partir de 2.000 vueltas.
Así, este diésel de tres litros logra reducir los 2.275 kilos de este BMW a algo anecdótico, porque empuja ya desde la zona baja, y de qué manera. En solo 5,2 segundos, el coche alcanza los 100 km/h, y solo a los 250 km/h entra en juego el limitador electrónico.
En esta prueba del BMW X5 M50d me ha gustado el suministro de potencia uniforme, en un amplio rango de revoluciones. El consumo estándar de 7,2 l/100 km, lo que está bien en vista del rendimiento.
Así se comporta
Este SUV de casi cinco metros de largo toma curvas de diversos radios, gracias a su dirección del eje trasero, con una facilidad inesperada. La dirección transmite tus órdenes forma espontánea, aunque he echado de menos que sea un poco más comunicativa.
Con todo, el BMW es muy ágil, pero la física no puede ser engañada. Especialmente a altas velocidades en las curvas rápidas, el chasis ya no puede ocultar el alto peso del vehículo, pero hablamos de situaciones extremas. En lugar de la suspensión neumática habitual, la M50d utiliza amortiguadores adaptativos y resortes de acero.
Pasen y vean...
En esta prueba del BMW X5 M50d también hemos constatado lo bien que cuida a sus ocupantes: los asientos deportivos son cómodos, el volante, con un grosor perfecto, queda muy bien en la mano.
Dentro predominan superficies mullidas, recubrimientos lacados y, en el caso de la palanca, acristalado, y lo cierto es que no solo transmite mucho refinamiento, sino que el interior es realmente un placer para la vista.
Conclusión
Lo mejor
Prestaciones, comportamiento en curva, consumo, interior
Lo peor
En un coche tan logrado, la dirección debería comunicar más