Prueba del BMW 640i xDrive GT facelift: cambia mucho por dentro

El exterior del BMW Serie 640i xDrive GT se ve tan fluido como el de su hermano el BMW Serie 5, y solo los faros delanteros se han afilado un poco. Las luces traseras no han cambiado.

En el interior también encontramos un cockpit como el del Serie 5. En otras palabras: los mandos de control y las pantallas nos recuerdan a los modelos grandes, como el BMW Serie 7 y X7, que se han trasladado definitivamente a la renovada Serie 6.

Además de la pantalla detrás del volante, que también es nueva, hay un panel de 12,3 pulgadas para la navegación y las numerosas funciones de este BMW.

Motores

La gama mecánica se reduce significativamente en comparación con el Serie 5. No hay una versión M, ninguna variante de rendimiento bajo y, desafortunadamente, tampoco hay híbridos enchufables. Desaconsejamos el diésel pequeño de cuatro cilindros con 190 CV (140 kW), pensamos que el de seis cilindros y tres litros va mucho más con el carácter de este coche.

En lo que respecta a nuestra unidad de prueba, vamos un piso más arriba: lleva el motor de gasolina de seis cilindros, que entrega 333 CV (245 kW) y un par máximo de 450 Nm de una cilindrada de tres litros. Esto significa que el crossover de 5,10 metros de largo se puede mover con mucho dinamismo: desde parado, pasa a 100 km/h en unos ridículos 5,4 segundos y tiene la punta limitada a 250 km/h, que sin restricciones serían unos cuantos más. El consumo estándar es de unos razonables 7,2 litros de media.

¡En marcha!

Seis cilindros en línea, transmisión automática de ocho velocidades y tracción total forman un excelente pack: el BMW 640i xDrive GT se guía velozmente con facilidad, su comportamiento no acepta tacha alguna y además, es sorprendentemente silencioso.

El chasis se coordina de acuerdo con los modos de conducción individuales, la dirección activa encaja perfectamente en todos ellos. Y la suspensión neumática opcional de nuestra unidad de prueba asegura aún más comodidad en viajes largos.

Conclusión

No hay apenas algo criticable en esta primera toma de contacto del BMW 640i xDrive GT. Esto se aplica incluso al equipamiento de serie, que incluye faros de LED, asientos de cuero eléctricos, pantalla de 12,3 pulgadas, varios sistemas de asistencia al conductor y portón trasero eléctrico.

Pero ojo: si te pones a meterle extras, lo cual es muy tentador, su precio inicial de algo más de 70.000 euros se puede convertir en más de 90.000 con sorprendente facilidad.