Prueba: BMW iX xDrive50, un bombazo que explota en silencio

Imaginamos que cuando los jefes de BMW plantearon a sus ingenieros que debían hacer el iX la premisa fue clara: "que todo el mundo sepa que los que de verdad hacemos buenos coches somos nosotros". En esta prueba del BMW iX xDrive50 demostramos por qué.

Cuando el Tesla Model X llegó al mercado todos (o casi todos) nos quedamos boquiabiertos con semejante despliegue de tecnología y poderío. Parece que Elon Musk quiso demostrar al mundo que sabía hacer coches mejor que los fabricantes tradicionales. 

Y algo sí debió de escocerles, porque ahora BMW ha lanzado este iX, con el que parece lanzar un mensaje claro: " Si alguien sabe hacer coches, somos nosotros. Sí, también eléctricos sin concesiones". Te cuento cómo es y cómo se comporta.

Cuando quieres lograr un coche que deje a todo el mundo maravillado, es fundamental que cuando lo conduces por primera vez pienses: ¡GUAU! 

Y eso es justo lo que me pasó a mí, porque no era capaz de asimilar que un coche de 2,6 toneladas fuera capaz de catapultarme de esa manera. Te aseguro que acelerarlo a fondo en modo Sport es algo adictivo; es como una bomba que explota y te empuja salvajemente. En silencio, claro. Y lo mejor de todo es que, pese a ser enorme, notas que se mueve con soltura y de manera fluida en la carretera.

Vídeo: BMW iX, todos los datos

Así es la genética eléctrica del iX de BMW

Pero primero te cuento cómo son las entrañas de este majestuoso SUV. Monta dos potentes motores eléctricos, uno de 250 kW (340 CV) en el eje trasero y otro de 200 kW (272 CV) en el eje delantero. Por tanto, cuenta con tracción integral y la potencia total del sistema es de 523 CV, mientras que la cifra de par máximo es de 765 Nm. 

Estos motores se nutren de la energía almacenada en una enorme batería de 111 kWh de capacidad, que es la más grande que equipa ningún otro modelo en Europa y va situada bajo el suelo del coche, lo que rebaja el centro de gravedad y, por tanto, mejora el comportamiento.

BMW iX o Audi e-tron, ¿cuál es mejor?

Aunque la gran ventaja es que el BMW iX ofrece una gran autonomía (según el protocolo de homologación WLTP es capaz de recorrer nada menos que 630 km), acorde a nuestras mediciones se queda en algo más de 400 km, ya que el gasto medio es de 25,3 kWh cada 100 km. 

¿Suficiente para viajar? Bueno, empieza a ser planteable. Pero para eso debes hacer una conducción más eficiente. En cuyo caso el consumo medio ronda los 18 kWh/100 km.

Respecto a los tiempos de carga, debes tener en cuenta que en un enchufe normal tardaría ¡54 horas! en cargarse. Pero admite cargadores de hasta 200 kW y, por tanto, pasa de 0 al 80% en solo 35 minutos.

Decía que se mueve con cierta soltura y es cierto. Pero el peso está ahí y eso es difícil de ocultar. Por tanto, es un coche más pensado para disfrutarlo volando en autopista que en zonas de curvas.  Aunque, si vas a fondo, la autonomía se puede quedar en unos 300 km.

La tracción es buena y los frenos responden bien, pero su gran tamaño y sobrepeso lo hacen parecer un pelín tosco. Y eso pese a que cuenta con dirección en las cuatro ruedas. Lo que me ha encantado es su suspensión que filtra cada bache con una suavidad que sorprende.

Diseño y aspectos prácticos del BMW iX

Sin duda, es un coche que llama la atención. La gente lo mira con sorpresa cuando pasas. Aunque saben que es un BMW, no lo conocen, saben que es algo nuevo, diferente. 

No obstante, a mí me parece exagerado, demasiado masivo. Los enormes riñones no me encajan ni en un coche tan grande y la zaga tampoco me termina de gustar. Pero eso es algo solo estético y, evidentemente, subjetivo. Si a ti te gusta, genial.

Tiene detalles tan avanzados, como sensores de asistencia detrás de los riñones y que estos están pintados con una laca especial que autorrepara los pequeños arañazos.

Ofrece mucho espacio, un ambiente subjetivamente agradable, así como materiales y acabados de la mejor calidad. En segunda fila hay espacio para dar y tomar. Hay hueco de sobra tanto para las piernas como para la cabeza.

El maletero tiene una capacidad de 500 litros, ampliables a 1.750 litros, así que te sirve casi hasta para hacer la mudanza. Eso sí, el borde de carga está bastante alto (77 cm), lo que dificulta cargar el equipaje pesado.

¿Como es el BMW iX por dentro?

El interior es ultramoderno, espacioso y está finamente rematado. Cuenta con los mejores materiales y está a la última en tecnología. La doble pantalla que une un cuadro de mandos digital en 3D de 12,3" y el display principal de 14,9" es una gozada para la vista. Aunque, como puedes suponer, es tan completo que al principio abruma un poco y cuesta acostumbrarse a un menú tan completo.

En cuanto a conectividad,no podrás ponerle ni el mínimo pero. Viene con todo y con todo tipo de asistentes a la conducción.

Lo que no me convence en absoluto es el volante poligonal, que no sabes por dónde agarrar cuando estás maniobrando.

Conclusión y precios

Como has podido comprobar, el BMW iX, salvo por su estética, me ha fascinado. Pero tiene una gran pega: su precio. No es ni mucho menos un coche apto para todos los públicos. El iX xDrive40 está disponible desde 87.150 euros, y este xDrive50 que aquí he probado sube la factura a 104.150 euros. Y eso sin contar los extras, que pueden sumar fácilmente otros 6.000 euros.

Ya sabes que cuando veas uno de estos por la calle moviéndose de manera ágil, rápida y sigilosa es porque su propietario tiene una economía más que saneada... 

Tres esta prueba a los mandos del BMW iX esta es mi conclusión: gran coche, gran SUV, gran eléctrico. Lujo y calidad en cada detalle, tecnología muy avanzada, motor salvaje y, pese a todo, suave si lo deseas. Lo malo es que todo esto tan bueno hay que pagarlo. Y es caro.