¿Puede ser un fracaso el fichaje de Alonso por uno de los (ahora) peores equipos de la F1?

Fernando Alonso iniciará la próxima temporada la que debería ser la última aventura de su carrera deportiva y una de las más arriesgadas dentro en su trayectoria. Y es que el piloto asturiano deja un equipo (Alpine) situado en el cuarto puesto del Mundial "solo" por detrás de las principales escuderías para dar el salto al noveno clasificado.

Visto así, y a dos meses del final de la temporada, cualquiera estaría de acuerdo a la hora de señalar que Alonso - especialmente en términos deportivos - se equivoca al cambiar Alpine por Aston Martin. Sin embargo, puede que el futuro de la mítica marca británica no pinte tan mal, a juzgar por las últimas decisiones que han tomado.

Única alternativa realista a Alpine

No es un secreto que Fernando Alonso hace meses que no se siente cómodo en el equipo Alpine. El piloto asturiano no ha recibido el apoyo que esperaba dentro de la escudería, teniendo la reputación y palmarés que tiene, y siendo el único piloto que ha dado al menos un título al equipo Renault. 

No ha debido gustarle nada - y es normal - que duden de su talento por su edad, cuando regularmente está logrando resultados mejores que los de su compañero Esteban Ocon - renovado hasta 2024, ojo - ni que le hayan metido en el mismo saco que el debutante Oscar Piastri, cuando decían que debían buscar asiento a sus tres pilotos para 2022.

Alonso parece no haber tenido sintonía alguna con Otmar Szafnauer, el jefe del equipo desde el inicio de curso, y lo confirman sus cruces de declaraciones más recientes. El ovetense decía que Szafnauer ni siquiera estaba involucrado en las negociaciones sobre su futuro, mientras que el directivo aseguraba que sí. 

Tampoco parece haber hecho muy buenas migas con Laurent Rossi, CEO de Alpine y quien capitanea el equipo, reportando a Luca de Meo (CEO del Grupo Renault). Con Rossi ya discutió Alain Prost justo antes de dejar su papel como asesor el año pasado; con Alain dentro de la escudería, quizás el asunto de Alonso hubiera acabado diferente, pero nunca lo sabremos. 

Con estos ingredientes y 'malos rollos', Alonso estaba abierto y deseoso de iniciar una nueva aventura en la Fórmula 1, y Aston Martin era la única realista. McLaren, que podía ser otra posibilidad competitiva con asiento libre, quiso apostar por Piastri para reemplazar a Ricciardo. Y en otros equipos como Williams, Haas, Alfa Romeo... no veía futuro.

La clave está en el dinero (y en el bolsillo de Lawrence Stroll)

El equipo Aston Martin de F1, a pesar de llevar el nombre de la icónica marca británica de deportivos, es lo que en el pasado fue Racing Point y antes Force India. Es una escudería con fuertes vínculos con Mercedes, que fue capaz de lograr dos victorias en la temporada 2020, y que nace de las ilusiones de Lawrence Stroll por triunfar con su propio equipo.

Tiene el dinero. Todo el dinero que necesite para hacerla triunfar en la categoría reina. Y ello le ha permitido fichar a antiguos ingenieros de Red Bull y Mercedes a base de talonario en su deseo por contar con el conocimiento adecuado. 

Asimismo, les proporcionará el lugar de trabajo y las herramientas más avanzadas del mundo con una nueva y espectacular sede que se está creando y que empezará a funcionar en 2023. Todo lo que el dinero lo pueda 'comprar' en la Fórmula 1 - que no todo se puede comprar -, estará en la mano de Aston Martin y, por tanto, de Fernando Alonso. 

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Eso no es suficiente para ganar, como bien sabemos y como podemos ver en el concepto erróneo por el que Aston Martin ha apostado en 2022, y que por supuesto se refleja en los resultados. En la actualidad, Aston Martin es el noveno equipo de la F1 y eso 'asusta' a unos meses de la llegada de Alonso.

Conocedores del fracaso de esta temporada, hace ya tiempo que Aston Martin trabaja en el coche de 2023. Es muy probable que acaben en la novena posición en la que ahora marchan, pero ello no debe llevar a equívoco, pues ya sería raro que con la inversión que están realizando no den importantes pasos adelante desde la próxima temporada.

No definiría este proyecto como ilusionante, pues a estas alturas de la carrera de Alonso, solo lo sería el fichar por un equipo que pueda ganar carreras y luchar por el título; pero tampoco como fracaso, ya que esta parece ser la opción en la que Alonso cree que va a disfrutar más como piloto de carreras en la F1, con mejores condiciones económicas que en Alpine y como un verdadero líder - aunque comparta equipo con el hijo del jefe -. 

¿Le irá mejor o peor? Ya habrá tiempo para analizarlo el año que viene. Ahora, lo importante es que Alonso sigue en la F1, como mínimo, un par de años más, que es algo que él quería y Alpine no garantizaba. 

Y eso, para un público español que ha crecido con sus triunfos, es sin duda una buena noticia. Si los resultados son buenos, los disfrutaremos; y si no, siempre puede marcharse al Mundial de Resistencia, donde seguro que hay más de una marca dispuesta a darle un asiento.