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Porsche copió su coche y VW pagó 30 millones

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Hans Ledwinka, ¿te suena este nombre? No te culpo, durante muchos años ha sido un hombre desconocido. Pero si te digo que hasta el mismísimo Ferninand Porsche se fijó en su trabajo tanto que, al final, acabó inspirándose en sus diseños... Su nombre adquiere de golpe mucha importancia. Pues sí, Ledwinka (1878-1967) fue uno de los genios de la historia del automóvil al que solo después de su muerte se le reconoció su talento como uno de los mejores ingenieros de toda la historia. Entre otras cosas, Hans inventó el chasis central tubular (backbone chassis) que llevan coches como el primer Lotus Elan (el Mazda MX5-Miata es una reinterpretación ochentera de este coche) o el DeLorean DMC-12 de Marty McFly. Y lo hizo en... ¡1923 con el Tatra 11!

hans ledwinka

Pero aquí no acaba su bonita historia, más bien empieza. A principios de los treinta, Ledwinka comienza a desarrollar un coche popular para motorizar la República Checa (¿no te suena de algo este objetivo?) y creó el Tatra V570: se trataba de un compacto de 3,8 metros de longitud con motor trasero de 0,8 litros refrigerado por aire. Este vehículo creó tanta expectación que hasta el mismísimo Adolf Hitler lo conocía de sus viajes al país Checo. Tanto, que le dijo a Porsche: "Este es el coche que quiero para mis carreteras". Así que es lógico que Ferdinand le echara algún que otro vistazo al diseño del V570. El proyecto de Ledwinka se materializó en el precioso Tatra 97 (1936) y cuando en 1938 VW presentó el KdF-Wagen (que con el tiempo se llamaría Escarabajo), los parecidos y las soluciones técnicas eran tan evidentes que Tatra acabó denunciando a VW por plagio. El propio Hitler decidió intervenir en el conflicto y, por supuesto, lo hizo a su manera: detuvo la producción de T97 y solo se fabricaron 508 unidades. No obstante, a los alemanes les gustaban tanto los Tatra deportivos (el T87 tenía un V8 trasero refrigerado por aire, alcanzaba con mucha facilidad los 150 km/h, está considerado uno de los mejores coches de la historia y merece un post solo para él) que acabaron con el apodo de el arma secreta checoslovaca ya que muchos fueron los oficiales que perdieron la vida al conducirlos a toda velocidad.

tatra v570

Tuvieron que pasar 23 años para que el litigio se resolviera. En 1961 VW fue condenada a pagar 30 millones de marcos alemanes (unos impresionantes 15 millones de euros de la época) a Tatra. Aunque Ledwinka ya estaba prácticamente retirado. Después de la Segunda Guerra Mundial, estuvo preso durante 5 años en la Checoslovaquia comunista acusado de colaborar con los nazis y en 1951 dejó su trabajo en Tatra y se retiró en Múnich. No fue hasta la caída del comunismo cuando se reconocieron sus aportaciones al mundo del automóvil. Tanto que en 2007 entró por méritos propios al European Automotive Hall of Fame. Al final, la historia le hace justicia a los genios.

tatra t87

Fotos: wikimedia commons

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