Opinión: El peligro detrás de las apps que indican los controles policiales

Hace casi una década que empezaron a proliferar diferentes aplicaciones móviles que indicaban la presencia de controles policiales y de todo tipo, así como radares de velocidad en diferentes puntos, ya sea en ciudad o en carretera. Nadie (o casi, dejemos un mínimo margen de duda) ha rehusado utilizar alguna de estas apps que indican los controles policiales, sin ser conscientes del peligro que conlleva.

Seguro que ya se te vienen a la mente algunas de estas aplicaciones, como Waze, Social Drive o Coyote entre muchas otras. Por lo general, son aplicaciones que ofrecen una información muy valiosa para los conductores, como la situación del tráfico en tiempo real, aviso de radares y otras incidencias. 

El problema es que, además de esa información que podemos encontrar, por ejemplo, también en Google Maps, estas apps avisan de la existencia de controles de velocidad y alcoholemia, pero no sólo: también otros tipos de controles policiales, como los relacionados con el terrorismo.

La cuestión es distinguir entre aquella información sobre presencia policial que se puede difundir legalmente y la que no. Es decir, yo puedo avisar a un amigo o familiar de la existencia de un control de alcoholemia en un punto determinado, después de haberlo visto con mis propios ojos. 

Nada ni nadie puede impedirme que coja el teléfono y mande un mensaje de WhatsApp a alguno de mis contactos o llame por teléfono para advertir que hay un control en tal sitio. Lo que no puedo hacer es difundir datos que he obtenido de manera ilícita, como pueda ser pinchar un teléfono o hackear una base de datos y publicarlo.

Por ejemplo, es legal informar de la presencia de radares en las carreteras. Muchos navegadores y apps lo hacen, pero son radares procedentes de la propia base de datos de la DGT. Lo que no es legal es advertir de la presencia de un radar que Tráfico quiere mantener en secreto o un vehículo que está realizando controles de velocidad, porque entonces pierde su eficacia.

El peligro detrás de las apps que indican los controles policiales

Pero, independientemente de la legalidad o no en el uso las apps que indican los controles policiales, hay otra cuestión en la que mucha gente, sobre todo, conductores, no caen y es el peligro que conlleva su uso. Algo que han denunciado algunos expertos y diferentes asociaciones, como Automovilistas Europeos Asociados (AEA).

La razón es que avisar de la presencia de controles hace que los usuarios puedan saltarse cualquier ley. Por ejemplo, si avisamos de un control de alcoholemia, eso hace que un conductor que haya bebido tome otra ruta para evitar la prueba de alcoholemia y, por tanto, siga conduciendo, probablemente, superando la tasa permitida y poniendo en riesgo su seguridad y la de los demás.

Lo mismo podemos decir de un control de velocidad y no hablemos ya si se trata de un control para localizar a un sospechoso de haber cometido algún tipo de acción delictiva. Es decir, esas apps favorecen a posibles infractores. 

Esto ha hecho que en los últimos años la DGT empezara a sancionar a aquellos conductores que informasen de la presencia de controles policiales. Pese a que no existe una ley específica al respecto, sí nos pueden sancionar si publicamos o difundimos una foto de los agentes y los vehículos que utilizan. Además, hay que recordar que existe una multa de 100 euros por hacer ráfagas de luces a otros conductores para alertar de un control. 

En lugar de utilizar este tipo de aplicaciones que indican los controles policiales, lo que tenemos que hacer todos los que nos ponemos al volante es no probar ni una gota de alcohol (o no superar el máximo legal) y respetar los límites de velocidad. Sólo así saldremos ganando todos, usuarios y autoridades.