Las nuevas marcas chinas se equivocan muy mucho con su política de precios

Hace poco más de un mes, estuve en el IAA Mobility 2023, lo que conocemos con Salón Internacional del Automóvil de Múnich. ‘Mobility’ por aquello de que los coches no son los únicos vehículos presentes en la muestra, porque también hubo patinetes, bicis y otras opciones de movilidad para la famosa última milla. 

Aunque, te digo la verdad, los verdaderos protagonistas siguen siendo los coches, por mucho que algunos traten de que no sea así. Te dejo un vídeo con todas las novedades para que puedas valorar tú mismo:

Bueno, a lo que voy, allí me di cuenta claramente de la importancia que van ganando las nuevas marcas chinas, pues estaban presentes algunas que son totalmente desconocidas todavía aquí, como Forthing o Leapmotor. Además de otras que ya están haciendo mucho ruido, como BYD o Seres.

Poco después de esto, tuve ocasión de viajar a Estocolmo para probar el Zeekr X, un SUV compacto chino de nombre difícilmente pronunciable en español, pero con sorprendente calidad, potencia y prestaciones.

Precisamente en todos estos apartados suelen ir sobrados los fabricantes chinos, ya que su saber hacer y experiencia en la fabricación de coches eléctricos supera a la de los fabricantes europeos.

Pero aquí llegamos al punto en el que yo quiero ahora profundizar: que sean buenos haciendo coches eléctricos y que tengan más experiencia no creo que les dé pie a querer cobrar por ellos lo que pretenden cobrar.

Tomando como ejemplo el Zeekr X del que te hablaba, te confirmo que sólo se puede comprar on line y cuesta como poco 44.900 euros. Es más caro incluso que el Volvo EX30 en el que se basa. Sí, tiene una batería más grande y admite más potencia de carga, pero es un perfecto desconocido.

Y no hay que olvidar que algunos de estos fabricantes (la mayoría) no tienen ni puntos directos de venta o servicio de mantenimiento en nuestro país. Así que, mejor cruza los dedos para que el coche no te dé problemas…

Una reflexión al ralentí

Seamos claros, los fabricantes chinos quieren llegar a un mercado como el europeo porque les da prestigio, no porque lo necesiten, porque con lo que venden en China tienen negocio más que suficiente. Pero si quieren demostrar al mundo lo que valen, no puede ser a base de dejarse caer por aquí y pedir semejantes cantidades por sus vehículos.

Desde mi punto de vista, la manera inteligente de asentarse en el Viejo Continente es la que en su día ejecutaron las marcas coreanas. Es decir, aterrizar aquí con un perfil bajo, precios accesibles y poco a poco demostrar a conductores y competencia que saben hacer coches de calidad. Así han podido ir incrementando sus tarifas para colocarlas al nivel que ya todos sabemos que tienen.

Pero estar recién aterrizado y pretender que te paguen un dineral me parece muy pretencioso y un error que pueden terminar pagando caro. No sé, posiblemente me equivoco. ¿Tú qué opinas?

En la presentación de Zeekr R del que te hablaba, conocí a Víctor Prado, un simpático ingeniero mexicano que trabaja en la marca como especialista de verificación y validación de producto. 

Según Prado, lo que hace falta es saber comunicar lo buena que es la marca, porque cuando la gente la conozca sabrá que pagar esas cantidades por un coche así está más que justificado. Y estoy de acuerdo con él, pero sólo en parte, porque no hay suficientes años de experiencia como para saber la durabilidad de estos modelos. 

Y no se puede olvidar lo que te comentaba un poco más arriba, carecen de centros de servicio en la mayoría de países europeos, así que eso genera desconfianza. No es lo mismo comprar un móvil chino barato, que se te estropee y puedas llevarlo a cualquier centro técnico genérico para repararlo, que gastar una importante cantidad en un coche y no tener ni dónde arreglarlo.

Estoy seguro de que, a igualdad de precio, la mayoría de los compradores españoles preferiría apostar por una marca ya asentada y con un concesionario cerca de casa al que puedan ir, mirar a los ojos al jefe de taller y pedirle explicaciones en caso de avería.