América sí que 'is different'... Y recorrerla en coche, ¡mola mucho!

Por trabajo primero (presentación del Hyundai Santa Fe) y después por vacaciones (Costa Oeste durante dos semanas) he tenido la oportunidad de conducir y disfrutar unas 5.500 millas por los Estados Unidos. 

En total, casi 9.000 kilómetros o 'lomos' de, primero, un IONIQ 6, luego un Hyundai Santa Cruz y, por último, un GMC Terrain que me han llevado a atravesar hasta cinco estados y permitido traerme una buena idea de cómo se conduce por las carreteras y grandes ciudades de USA. 

Lo primero que llama la atención es que compartes asfalto con todo tipo de vehículos, ya sean esos míticos enormes camiones de Kenworth o Mack, camionetas con eje simple detrás, pero cuatro ruedas, como la RAM 3500 que he visto a patadas en Arizona o autocaravanas del tamaño de un autobús y remolcando cualquier otro tipo de vehículo, desde un pequeño Smart Fortwo hasta todo un Jeep Wrangler (hasta que no lo ves, no te lo crees). 

Después hay pick-ups de toda naturaleza y condición (la F-150 de Ford parece que la regalan), muchas de ellas con preparaciones y piezas modificadas que sería imposible que pasarán la ITV aquí en España.

Pero aparte de todo esto, lo que más gracia me hace es que da igual lo que lleves entre manos y la jungla de vehículos diferentes que haya sobre el asfalto: los límites de velocidad afectan a todos por igual y no hay distinciones por tamaño o peso: si eres muy comedido con el acelerador, te puede adelantar un camión con doble remolque tranquilamente por la derecha y todos tan panchos.

Y sí, has leído bien, por la derecha: en USA, el carril izquierdo es uno más y puedes adelantar por donde te plazca. Si circulas todo el tiempo por el carril izquierdo y alguien se te acerca por detrás, jamás te va a dar las largas o se te va a pegar hasta que te quites.

Simplemente, pondrá su intermitente derecho, te adelantará por la derecha y luego elegirá el mejor carril que le plazca para conducir (y no son pocos, porque en las circunvalaciones de Los Ángeles hay autovías (la Santa Ana Freeway es un ejemplo) donde tienes hasta siete carriles por cada sentido dónde elegir. Sí, en EEUU, todo es a lo grande.

Con las grandes e interminables rectas de los estados de Arizona y Nuevo México, no me extraña que muchos conductores de Tesla vayan repanchigados sin coger el volante y mirando el móvil mientras abandonan su suerte al autopilot. Y sí, cuando llega una pequeña curva, das gritos de alegría. 

Por cierto, no he visto (ni la conocida aplicación Waze así me lo ha indicado) un solo radar fijo… (cosas veredes, amigo Sancho).

Eso sí, como si de una clásica película americana se tratara, la policía sí que está apostada en los márgenes de la carretera con sus radares láser, vigilando siempre que todo se cumpla de forma impecable. 

Tienen fama de que con la velocidad son bastante estrictos, aunque por lo general, y según he podido comprobar en esas 5.500 millas, los conductores, y el tráfico en general, suele rodar siempre entre 7 y 10 millas por encima del límite. 

Dos cosas que requieren adaptación y un extra de atención. La primera: los semáforos. Los que te afectan a ti directamente siempre están pasados los cruces o intersecciones que regulan, pero, obviamente, la línea de detención de los vehículos está antes de entrar en el cruce. 

Y aunque esté en rojo, los coches que van a girar y no van a cruzar la intersección pueden hacerlo (girar) y seguir circulando tan ricamente: pones el intermitente, miras que no venga ningún otro coche y te incorporas al tráfico. 

Es algo muy práctico para evitar acumulación de coches en los semáforos (en el fondo es como si fuera un ‘ceda el paso’ nuestro). Y la segunda: si no hay semáforos, es más que probable que te encuentres con una señal de STOP. Hasta ahí normal. 

Lo que no lo es, es que cada carril que accede a esa intersección cuenta con una señal. ¿Entonces? ¿Quién pasa primero si llegan dos coches al cruce casi al mismo tiempo? Sencillo: el que justamente llegue antes a la intersección. El resto se deberán parar y esperar. 

Y otro detalle también que me ha parecido muy curioso: puedes llevar todos cristales tintados del coche salvo el del parabrisas. Dos ventajas veo en ello: en los días de mucho calor tener los cristales tintados hace que no tengas que exprimir el aire acondicionado (en Death Valley llegamos a los 45 grados y ahí no queda otra que obligarle al compresor a darlo todo) y también tienes, por otra parte, tu cuota de intimidad, porque literalmente no se ve quién va dentro del coche.

¿Has rodado por Estados Unidos? Deja tus comentarios!!