Verstappen sufrió mareos tras los entrenamientos en Malasia
El Gran Premio de Malasia es uno de los más exigentes para los pilotos del Mundial de Fórmula 1 debido a las altas temperaturas que hay en el ambiente y que crecen cuando se ponen el mono y se suben al monoplaza. Para adaptarse de la mejor forma posible a estas condiciones, los pilotos de la categoría reina siguen un plan especial antes de estas carreras, con entrenamientos en zonas de mucho calor y una dieta especial para hidratarse lo máximo posible.
Sin embargo, nadie está preparado para afrontar los hasta 60 grados a los que puede llegar el habitáculo de un Fórmula 1 en Sepang y eso causó problemas ayer al joven Max Verstappen. El holandés ha admitido que sufrió un mareo tras bajarse de su monoplaza al finalizar los primeros entrenamientos del viernes. Los mecánicos de Red Bull le ayudaron y su preparador físico se encargó de vigilarle durante el resto de la jornada.
"Salí del coche demasiado rápido después de los primeros entrenamientos. Se me nubló la vista un poco y tuve que sentarme un momento", ha reconocido el ganador del GP de España 2016 a una televisión holandesa.
Se le pasó rápido, descansó un rato y pudo rodar tranquilamente durante los Libres 2, en los que incluso pudo superar a Nico Rosberg. Hoy sábado las cosas tampoco le han ido mal, ya que ha clasificado en la tercera posición de la parrilla, superando a su compañero de equipo, Daniel Ricciardo.
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