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Esta es la verdadera razón por la que pides un Cabify o un Uber y no vienen a recogerte

Uber

Es algo muy común.

Seguramente esta situación te resulte familiar: solicitas un viaje con una aplicación como Cabify o Uber, un conductor acepta y esperas a que llegue. Esperas, esperas, esperas… y no aparece, sin ningún motivo que lo justifique. Así que acabas cancelando el viaje… a veces incluso teniendo que pagar por ello. ¿Sabes por qué ocurre esto?

Los compañeros de Business Insider han tenido la oportunidad de hablar con conductores de varias de estas plataformas y, aunque puede haber motivos diversos para ello, el principal es uno muy simple: no les sale a cuenta.

La manera en la que suceden las cosas es bastante similar siempre y, cuando ocurre en mayor medida, es en las horas punta, sobre todo por la noche, especialmente cuando el viaje que solicita el usuario es muy corto y no supone un pago grande.

 

Se pide el viaje por la aplicación y ya de primeras cuesta que algún conductor lo acepte. Si aguantas la espera, es posible que alguno de el ‘ok’ y confirme el traslado. Sin embargo, luego tarda mucho en llegar a tu posición y en ocasiones ni siquiera aparece.

Esto ocurre porque el conductor, simplemente, está cerca en la zona, pero no se acerca al cliente. Esto lo hace porque está esperando a que le salga otro viaje más lucrativo y porque quiere que sea el usuario el que cancele el viaje. 

Ambos aspectos están muy relacionados, así que vamos a analizarlos.

El primero es el hecho de que a los conductores de Cabify o Uber les interesan los viajes largos que les supongan una mayor cantidad de dinero. Los trayectos cortos no terminan de ser rentables, es preferible realizar viajes largos porque es la mejor manera de hacer “caja” y así de poder llegar a la cantidad mensual que sus empresas les encargan alcanzar.

Esta depende de la empresa, pero es habitual que se exija un mínimo de 3.500 euros, a partir de los cuales el conductor gana, además de su sueldo, comisión.

Es por eso que, por ejemplo, si se encuentran en el centro de Madrid un sábado noche, prefieran un viaje de más de 20 euros a un trayecto corto de ocho euros.

Y es aquí donde entra el segundo factor: que sea el usuario el que cancele el viaje, no el conductor.

La importancia de la puntuación del conductor

Esto se debe al hecho de que, si un conductor cancela un viaje después de haberlo aceptado, baja su puntuación, algo que es muy contraproducente.

Por un lado, está claro que los usuarios van a intentar evitar a los conductores que tengan malas puntuaciones y valoraciones negativas, pero, por otro, es que su puntuación afecta directamente al algoritmo de la aplicación y a cómo se reparten los viajes más “jugosos”.

Como apunta uno de los conductores que ha hablado con Business Insider: “Lo normal es tener una puntuación entre 4,75 y un 5. Si bajas hasta un tope que marque la aplicación pueden bloquearte la cuenta de forma indefinida. Cuanto más alta sea tu puntuación te van a entrar viajes más largos”.

De hecho, solo unas décimas arriba o abajo pueden suponer una diferencia enorme en el ratio de distribución de los viajes largos. Así, apunta que con un 4,80 sobre 5 lo normal es que salga un viaje largo (+20 euros) por cada 10, mientras que con un 4,94, como es su caso, se trata de uno de cada cuatro.

Es precisamente por eso que muchas veces un Uber o Cabify no acude a recogerte, simplemente esta esperando a que le surja un viaje mejor, aunque te hagan esperar en vano y aunque en muchas ocasiones, al “obligarte” a cancelar el viaje, además tengas que pagar una cierta cantidad por la cancelación.

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