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¿Un Tata Nano con 203 CV y partes de Fórmula 3? ¡Existe!

Tata Nano
Desde la India nos llega una de las creaciones más locas de los últimos tiempos, que tiene como base al diminuto Tata Nano. Eso sí, no tiene nada que ver con el original, ya que su motor se va hasta los 203 CV e incluso dispone de algunas piezas importadas de un monoplaza de Fórmula 3.

Si eres de los que piensa que el Tata Nano es un coche aburrido, quizás debas tragarte tus palabras. Eso sí, para comprobar lo contrario te tendrás que ir hasta la India, que de dónde hemos sacado esta historia. Concretamente de los chicos de Autocar India, que se han puesto al volante de la que es probablemente la unidad más radical e impresionante de este coche. ¿A que quedan raro ambos calificativos si nos referimos al Nano?

Bromas aparte, porque este vehículo admite pocas, estamos ante una de las transformaciones más impresionantes -cortesía de JA Motorsport- de todas las que te hayamos podido hablar. El Tata Nano que has visto en el vídeo que precede a este párrafo se llama, con toda la razón del mundo, Super Nano, y del original tiene poco más allá de la carrocería. ¿Por qué? Porque ésta esconde dentro de sí un chasis tubular deportivo que incluso incorpora algunas piezas directamente importadas de un monoplaza de Fórmula 3.

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¿Es necesario tal nivel de tecnología para el motor que trae este coche? Tranquilos, porque aquí tenemos otra de las grandes sorpresas del mismo. La mecánica es totalmente nueva, contando ahora con un motor que tiene su origen en una superbike, capaz de desarrollar la friolera de 203 CV. Pero ojo, porque esta cifra de potencia no la entrega hasta que no llegamos a las 6.000 revoluciones por minuto, llegando a estirarse hasta las 14.000. No solo el rendimiento de esta pequeña bestia es como para asustarse, sino que el sonido que emanan sus escapes emocionan hasta al más frío de los aficionados.

Por desgracia, existen bastantes probabilidades de que jamás te cruces con esta unidad tan vitaminada del Tata Nano, pero eso no nos impide reconocer que, dentro de la locura que supone esta transformación, el resultado ha sido brillante. Pocas combinaciones más divertidas al volante existen que la de un motor muy potente con un chasis pequeño, reactivo y ligero. Nunca me había planteado vivir en la India, pero si por algún casual alguien decide poner a la venta este cacharro...

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