De vez en cuando, las marcas organizan jornadas y eventos para acercarse a sus mejores clientes. En el calendario de Infiniti figuraba un encuentro con varios de sus clientes en el Centro de Birmingham, con un invitado estrella: Daniel Ricciardo.
El piloto de Red Bull debía charlar con los presentes de las virtudes de los coches Infiniti. Se trataba de una jornada distendida, sin protocolo establecido y si lo había Ricciardo se lo saltó sin contemplaciones para dar una sorpresa a uno de los asistentes.
Entre el grupo de clientes estaba Sheng Zhao, un cliente que espera le entreguen su Infiniti Q30. Acudió a la cita porque se declara apasionado de la Fórmula 1 y le pareció una oportunidad inmejorable para conocer en persona a uno de los pilotos más aclamados de los circuitos. Lo que no esperaba era destacar sobre el resto de invitados y que Daniel Ricciardo le eligiera como acompañante para dar una vuelta en un Infiniti Q30 idéntico al que acababa de comprar por las calles de Birmingham. ¡Qué suerte!