Segunda mano: Mazda3, luces y sombras

¿Kilometraje manipulado? El pulso se acelera cuando descubrimos que aún no se ha alcanzado el kilometraje anotado en la pegatina del cambio de líquido de frenos de este Mazda3 de segunda mano. El servicio del equipo de frenos tuvo lugar en 2018, pero el odómetro en la instrumentación muestra algunos kilómetros menos en julio de 2020. ¿Alguien le ha dado vuelta a los relojes? 

El supuesto caso criminal rápidamente resulta ser un error de copia: en lugar del actual, el mecánico anotó accidentalmente el kilometraje previsto para el próximo mantenimiento. Así, pues, Sherlock Holmes puede acostarse tranquilamente mientras nosotros hacemos nuestra prueba de conducción. 150 caballos de potencia diésel y 380 Nm de par: dos datos que sugieren que este motor pide a gritos autopista y largas distancias. El Skyactiv-D 150 con su tanque de 51 litros puede hacer más de 1.000 kilómetros, y no solo en teoría. En 2013, este diésel compacto logró un consumo medio de 4,9 litros en la prueba de Auto Bild, ¡un gran valor!

VÍDEO: ¿Es seguro el Mazda3 2019? Te lo explicamos en estas pruebas de choque

El rendimiento de conducción del Mazda3 es menos notable: a nuestra unidad de pruebas con cambio manual le costó alcanzar los 200 km/h; esperábamos más. Al acelerar después de un cambio de marcha, a veces hay pérdidas de rendimiento notables. Puede haber varias razones para ello, pero la acumulación de depósitos de carbonilla es a menudo la razón de la caída intermitente del rendimiento con este diésel. También puede deberse a la válvula de recirculación de gases de escape, que ya no cierra correctamente o con retraso. Además, las paletas de guía del turbo pueden atascarse temporalmente debido al hollín. El problema es conceptual y puede eliminarse mediante limpieza en seco. Más complicado es el asunto de la dilución del aceite, de la que los propietarios de Skyactiv-D se quejan con más frecuencia. Para limpiar el filtro de partículas (ciclo de regeneración), se inyecta más diésel, el cual no se prende en la cámara de combustión, pero está destinado a proporcionar temperatura y rendimiento libre en el filtro de partículas. Problema: parte del combustible se filtra a través de las paredes del cilindro y pasa por los anillos del pistón hacia el circuito de aceite. Esto sucede especialmente a menudo con los coches que realizan recorridos cortos, y que tiene que regenerar con frecuencia. Síntomas: nivel de aceite por encima del máximo. El peligro: daño del motor por lubricación insuficiente. 

Comparativa del Mazda3 vs Toyota Corolla/Ford Focus: los anti-consumo

Si vas a comprar una unidad de esta versión, comprueba si el cambio de aceite se ha realizado a intervalos notablemente cortos. También es recomendable: poner el coche sobre la plataforma elevadora; nuestra unidad de pruebas, que solo tiene cuatro años, muestra una cantidad notable de corrosión en la parte inferior de la carrocería. Un caso del que ya pecó Mazda en el pasado.

La corrosión vuelve a aparecer en el Mazda

Conocíamos el problema de la corrosión por su predecesor (BL), que pasó la prueba de resistencia Auto Bild en 2011 con gran éxito (nota: 9,5), pero mostró exceso de corrosión cuando fue desmontado, después de tan solo dos años. Algo parecido se ha detectado en nuestra unidad de pruebas de la generación BM: después de unos cinco años, se puede encontrar óxido en puntos de soldadura, bordes cortados y piezas de conexión. Un segundo Mazda3 (EZ 2015) presentó similar problema a posteriori. Tras comprar y solucionar el problema de corrosión, nuestra recomendación es clara: ¡lleva un exhaustivo y completo mantenimiento!

Prueba Mazda3 180 CV, pequeño GTI con etiqueta ECO

Conclusión:

El motor diésel grande impresiona por su bajo consumo, pero no por su rendimiento, y tiene algunos puntos débiles costosos. Los sólidos motores de gasolina sin turbo también son económicos. Eso sí, antes de comprar, revisa que no haya corrosión.