Prueba Skoda Karoq 1.0 115 CV, una entrada muy convincente

Motor de 1,0 litros y 115 caballos para mover un SUV de cinco plazas y con un maletero muy generoso que normalente irá cargado. Está claro que la gasolina cada vez come más terreno al diésel, incluso en segmentos donde antes era residual. Pero en en la prueba del Skoda Karoq 1.0 115 CV la pregunta salta a la vista: ¿es una caballería suficiente?

Vídeo: los cinco rivales más duros del Skoda Karoq

Ahora entraremos de lleno en el capítulo motor, pero primero enmarquemos al Karoq dentro del mundo de los SUV. Es un todocamino compacto, verdaderamente compacto, como demuestra una longitud de 4,3 metros. Muchos de sus rivales se van a los 4,5 metros y casi entran en el escalón superior, aunque se venden como compactos. 

Un SUV compacto, de verdad

Por eso el mérito de este checo es mayor, ya que con una longitud compacta de verdad compite con los mayores en términos de habitabilidad y maletero. Puede parecer más corto por fuera, pero por dentro se descuelga con unas plazas traseras holgadas y un maletero cuyo volumen oscila entre 521 y 1.630 litros. Es decir, igual el máximo que ofrece un Volkswagen Tiguan que mide casi 20 centímetros más de largo.

Delante, el cuadro de mandos es bastante convencional y empieza a estar superado (aquí se nota que el coche se lanzó hace tres años). Todo correcto, todo en su sitio y fácil de leer, pero mucho menos digitalizado que otros rivales. Si lo está la pantalla central para manejar las funciones de infoentretenimiento, intuitiva y con accesos directos a cada menú principal.

Hora de arrancar su motor 1.0

Colocado al volante, es hora de girar la llave y que empiece a respirar el bloque 1.0 TSI. Un motor claro defensor del downsizing, que con solo un litro de cilindrada es capaz de rendir 115 caballos de potencia. ¿Cómo lo hace? Pues lo primero con una suavidad y un silencio total, aquí reside la primera ventaja: no hay ruido ni vibraciones diésel.

Lo segundo, con calma. La estirada es limpia y progresiva, aunque hasta 3.000 revoluciones no da lo mejor de sí. Lo suyo es mantenerlo por encima de 2.500 vueltas y así la respuesta lograr cierta contundencia. Por debajo tendrás que tirar del cambio para reducir una velocidad, sobre todo si circulas en una sexta de desarrollo más largo claramente enfocada a contener el consumo.

Suficiente sí, pero de esta manera

Una medida lógica, porque al llevarlo por encima de 3.000 vueltas el gasto se va por encima de los 5,2 l/100 km prometidos en la ficha técnica. Lo normal es que en condiciones reales esa cifra se vaya por encima de los seis y si llevas el coche con todas las plazas ocupadas roces los 7 l/100 km. Eso sí, la respuesta a la pregunta de si con 115 CV es suficiente es afirmativa, siempre que eleves el régimen de vueltas.

Solo o acompañado, el chasis del Karoq está realmente bien aplomado. Aquí resiste el paso del tiempo a la perfección y la calidad de su pisada es sobresaliente. Es un coche confortable, pero no sufre los balanceos que puedes sentir en rivales orientales nacidos este año. A nivel de insonorización del habitáculo, la sensaciones son premium.

Este es el precio de este Skoda Karoq

Repleto de huecos por el interior, con un fondo de carga rebajado y las soluciones inteligentes habituales en Skoda, este Karoq de acceso a la gama cuesta menos de 25.000 euros. Una cifra muy competitiva, que le sitúa en el top 3 de las mejores opciones en relación calidad/rendimiento/precio de su categoría. Y con un equipamiento de serie donde ofrece sin coste lo más necesario.