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Prueba: Mercedes EQC. ¿El SUV eléctrico definitivo?

Prueba del Mercedes EQC
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El primer intento eléctrico en serio de la marca

El Mercedes EQC de esta prueba abre un nuevo capítulo en el grupo. Y es que este SUV eléctrico es el primer producto de la marca "EQ". Según el fabricante, "la marca valora la emoción y la inteligencia". Llegará a los concesionarios a partir de junio de 2019, pero nosotros ya hemos disfrutado al volante.

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Visualmente, el Mercedes EQC se asemeja a su hermano, el Mercedes GLC, y no es por casualidad. Se ha basado en su hermano y utiliza su plataforma porque de otro modo se hubieran demorado en el tiempo más de lo deseable. Eso sí, la específica vehículos eléctricos está en desarrollo en Mercedes y quizá la estrene el próximo modelo en llegar, que será del  tamaño del Clase A.

Volviendo al crossover grande, el nuevo Mercedes EQC tiene un frontal voluminoso que en general es innecesario en los coches eléctricos, que suelen aprovechar que los motores abultan menos para ofrecer más espacio interior. La parte buena es que los clientes pueden beneficiarse de las similitudes entre el EQC y GLC, un SUV con muchas virtudes 

VÍDEO: Mercedes EQC a fondo


Llama la atención en la parte frontal la gran superficie del panel negro que encierra los faros y la parrilla. Un detalle curioso es que los faros están unidos con una fina tira de luz que hace las veces de conexión óptica entre las luces de circulación diurna. 

Un interior que nos es familiar

Cualquier persona que espere una alta tecnología eléctrica futurista como un Toyota Prius cuando ingrese al EQC se sentirá decepcionado. "¡Bien!", Muchos pensarán. Mercedes no quiere asustar a los clientes con su primer SUV eléctrico y, por lo tanto, confía en un diseño conocido y comprobado. 

Por eso, al entrar en el habitáculo lo que llama la atención es... que nada llama la atención. Es decir, para ser un Mercedes. Calidad, elegancia, buenos materiales bien rematados... Apenas algunos detalles se salen de lo normal, como la parte superior del sapicadero con unas láminas que pueden recordar a la calandra de algún coche antiguo, pero poco más.

VÍDEO: Mercedes EQC, estos son sus 3 rivales más fuertes

Y además, estrictamente hablando, el MBUX ya supone un montón de alta tecnología: puedes decirle que tienes frío o calor, preguntarle qué tiempo hace en el destino... Es cierto que todo se hace más rápido de manera manual utilizando los botones, pero a mí siempre me deja con la boca abierta.

También tiene pantallas para autonomía, estado de carga y flujo de energía. Para una mayor distinción visual, en el EQC las salidas de aire no son redondas como en el GLC, sino verticales y horizontales, y en oro rosa. 

Los elementos de control de clima son fácilmente utilizables, inclinados hacia el conductor. Como resultado, las pantallas MBUX no se ubican en la parte frontal del tablero de instrumentos, sino que están ligeramente desviadas hacia el centro. En combinación con la consola central cónica, esto crea una mejor sensación de espacio que en el GLC. Esto se ajusta a un automóvil eléctrico, que usualmente tiene más espacio que uno de combustión. 

Para poder hacer esta prueba del Mercedes EQC me fui a Oslo, donde los Tesla a base de ser omnipresentes dejan de ser objetos de deseo y llama más la atención un Renault Zoe.

Pulso botón de inicio y: ¡silencio! La mayoría de los coches eléctricos son silenciosos, pero el EQC es absolutamente silencioso. Cuando se acelera suavemente, prácticamente no se puede escuchar nada de los dos motores eléctricos (eATS). Tiene una razón: el departamento encargado de los valores NVH han conseguido colocar los motores aislados del chasis para eliminar las posibles vibraciones y ruidos parásitos que pudiera generar.

¿Y eso qué quiere decir? Que los motores (lleva dos, uno delante y otro detrás que aporta mayor potencia y empuje solo cuando es necesario) se acoplan mediante montajes de goma al bastidor auxiliar y al cuerpo, y están rodeados de espumas especiales y materiales aislantes. Además, el EQC se suministra de serie con ventanillas de vidrio acústico que absorbe el ruido. Las numerosas medidas muestran el éxito: el ruido de rodadura sigue siendo lo que más oirás en el interior del EQC. Y es realmente leve. 

En cada semáforo y en cada paso de cebra, el Mercedes EQC llama la atención. No puede ser de otro modo, pues a los noruegos, obviamente, les gusta todo lo que huela a eléctrico... básicamente porque tiene muchos incentivos fiscales 
También puede ser deportivo

Solo cuando pisas a fondo escuchas un zumbido suave. Eso es porque Mercedes ha invertido mucho trabajo en la reducción de ruido.

Prueba del Mercedes EQC

El hermano de la plataforma del GLC también impresiona con su comodidad. En el modo de confort, el EQC filtra las irregularidades como si las hiciera desaparecer, a pesar de las llantas AMG de 21 pulgadas opcionales. 

Hay cinco modos de conducción disponibles en este SUV eléctrico (Confort, Eco, Max Range, Sport e Individual). En el modo económico, para lograr la autonomía máxima ejerce cierta resistencia en el pedal derecho al subir de velocidad, dependiendo del estado de carga, para evitar una aceleración innecesaria. Esta resistencia solo se puede superar con una pisada decidida sobre el acelerador. 

A la hora de conducir un eléctrico también es importante la energía que se genera y que se puede reaprovechar. El EQC tiene varios modos (desde nulo a uno bastante potente que te evita pisar el freno en numerosas ocasiones, además de un espectacular modo automático) que se activan con las levas. 

El EQC también puede ser deportivo. Si lo pones en modo Sport, los motores eléctricos asíncronos en los ejes delantero y trasero entregan 760 Nm de par máximo, que se aplica inmediatamente sobre las ruedas. El EQC de 2,5 toneladas acelera a 100 km/h en 5,1 segundos. Impresionante en el papel, pero se siente aún más espectacular al volante. La velocidad máxima está limitada a 180 km/h.

Autonomía correcta

Mercedes indica, para su EQC de 300 kW (408 CV), indica una autonomía de 445 a 471 kilómetros, si bien este valor todavía se calcula de acuerdo con el estándar NEDC. Según el WLTP (obligatorio desde el 1 de septiembre de 2018), baja a un rango que va aproximadamente de 390 a 410 kilómetros. Según la hoja de datos, se espera que el SUV eléctrico consuma 22,2 kWh por cada 100 kilómetros.

En la prueba del Mercedes EQC conseguí unos 24 kWh, lo que es un buen dato teniendo en cuenta que homologa 20 en circuntancias mejor que ideales. Para que compares, un Hyundai Kona eléctrico logra con el mismo tipo de conducción en torno a 18. En general, se puede decir que bajo condiciones reales, son posibles unos 300 kilómetros garantizados con una carga de batería, incluyendo el climatizador encendido y las condiciones cambiantes del tráfico. Los más ambiciosos seguramente exprimirán algunos kilómetros más de la batería de iones de litio de 80 kWh.

El EQC viene de serie con un cargador a bordo (OBL) refrigerado por agua de 7,4 kW, listo para la carga en el hogar y en las estaciones de carga públicas. Mercedes promete que la batería fabricada en Alemania se puede cargar del 10 al 80% en 40 minutos en una estación de carga rápida Ionity con corriente continua. 

A través de MBUX o de la aplicación "Mercedes me Charge", el sistema de navegación se puede utilizar para encontrar estaciones de carga equipadas con una función de pago integrada. "Mercedes me Charge" también brinda acceso a las estaciones de carga rápida de la red paneuropea de Ionity.

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Valoración

Nota9

Aún no ha salido al mercado, pero nosotros ya hemos podido realizar la primera prueba del Mercedes EQC 400. Una cosa queda clara: Mercedes va por el buen camino.

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