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Prueba del Cupra UrbanRebel Racing Concept: es tan loco como parece

Prueba del Cupra UrbanRebel Racing Concept

Sergio Ríos

Hemos podido probar el Cupra UrbanRebel Racing Concept, el prototipo eléctrico de competición de la marca española, con hasta 429 CV.

Cae la noche en el Circuito de Barcelona-Cataluña. No son ni las 19:00, pero estas son las cosas que tiene el horario de invierno. Tan pronto como se va el sol, se encienden varios focos para iluminar el trazado y la estampa es tan inusual como llamativa en una situación así. Sin duda, será un toque interesante en esta prueba del Cupra UrbanRebel Racing Concept.

Fue el año pasado cuando Cupra dio a conocer este llamativo prototipo de competición, el cual adelantaba algunas claves de un urbano eléctrico con el mismo nombre que llegará al mercado en 2025. Este es mucho más radical, eso sí. Tan solo hace falta echar un vistazo a alguna fotografía para comprobarlo, aunque se hace aún más evidente al verlo en persona.

Dos versiones del Cupra UrbanRebel Concept: de competición y de calle.
Dos versiones del Cupra UrbanRebel Concept: de competición y de calle.

Diseño e interior

El diseño del Cupra UrbanRebel Concept no está pensado para ser convencional en absoluto y, de hecho, casi parece sacado de un videojuego. Por delante hay varios pliegues en la zona inferior y dos entradas de aire laterales, mientras que detrás destaca un alerón que se ve enorme en este coche de 4.250 mm de largo, 1.983 mm de ancho y 1.460 mm de alto.

De hecho, la zaga puede ser la parte más peculiar de este concept, con unas marcadas formas de la carrocería para favorecer la aerodinámica. De hecho, con este fin hay un generoso difusor en la parte baja, así como los anchos pasos de rueda también cuentan con un peculiar diseño que favorezca el flujo de aire.

Con esto y con una decoración en la que predominan los colores azul, morado y verde, está claro que este modelo no quiere parecerse a nada de lo ya existente. Sin embargo, dentro sí es más convencional. Al menos, si nos centramos en los parámetros de un coche de competición…

En el interior del UrbanRebel Racing Concept encuentro lo que cualquiera se esperaría de un coche así. Tan solo hay una pantalla en la que se muestra toda la información, así como el resto del habitáculo es similar al de un coche de rally. En general, solo está presente lo necesario: una jaula antivuelco, dos asientos bucket de carbono y una palanca para el freno de mano.

Motor y prestaciones

Tras admirar el habitáculo, me pongo el mono y me ajusto el casco antes de colocarme en el asiento del conductor. En este coche no hay nada que regular, así que me cuesta entrar con dignidad con mi 1,90 m de altura, pero logro acomodarme en el asiento. Con el arnés de seguridad colocado, solo falta sacarle partido al silencioso pero prestacional motor.

Y es que sí, este es un coche eléctrico, pero no es uno convencional. Cuenta con una potencia de 250 kW -unos 335 CV-, pero su tope está en 320 kW -unos 429 CV y 510 Nm de par. Esto, con una batería de 30 kWh, no da lugar a una autonomía muy extensa, pero en el Cupra UrbanRebel Racing Concept no es eso lo que se busca. 

En este caso, importan otras cosas, como un paso de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y una velocidad que ha sido limitada a 170 km/h. Eso sí, donde más debe destacar este coche no es en línea recta, sino en las curvas, gracias a su configuración. En definitiva, está pensado para moverse con agilidad y derrapar sin complicaciones. No suena mal, ¿verdad?

¿Cómo se conduce?

Prueba del Cupra UrbanRebel Racing Concept

Sobre el papel, todo esto suena muy bien, pero ha llegado el momento de la verdad. Apenas podré dar dos vueltas alrededor de un circuito de rallycross creado en el último sector del trazado de Montmeló, pero esta va a ser una experiencia emocionante. Me dan luz verde y arranco con tranquilidad para ir conociendo el coche.

Prefiero empezar suave la prueba del UrbanRebel Racing Concept y lo primero que percibo es la sensibilidad de los pedales, así como la dureza del freno, aunque su respuesta es buena. Asimismo, la carrocería se inclina con cada toque del acelerador y el freno, de manera que es muy fácil notar el cambio de pesos. Eso sí, si te despistas, la trasera se irá de paseo al instante.

A pesar de todo, en pocos metros empiezo a conocer más el coche. No tiene nada que ver con uno de calle, por supuesto, e impone respeto al principio. Sin embargo, invita a coger confianza y así es como llego a la segunda vuelta. Aquí, hundo el pie derecho y la potencia llega al instante, acompañada de un peculiar zumbido propio de un eléctrico de competición.

En la primera curva a izquierdas, se hunde la trasera y noto algo de pérdida de tracción, pero logro salir airoso y me encuentro al instante con una chicane improvisada con conos. Es importante aquí frenar rápido, pero con cuidado para no trompear. Se trata de regular bien y esto, sumado a una dirección muy precisa, hace que todo sea muy divertido.

Ahora bien, es momento de cambiar de tercio. En una horquilla hacia la izquierda, es hora de meterme por la grava y pronto estoy conduciendo de lado. Lo único que escucho es el zumbido del motor y las piedras chocando con los pasos de rueda y la carrocería, mientras me concentro para mantenerlo todo bajo control. Así es como llego a otra zona de tierra con más adherencia.

Aquí, los baches apenas se notan y la conducción se vuelve más amena, pero hay un pequeño salto que marca la parte final de la vuelta. Es importante afrontarlo con decisión y con el coche recto, de manera que me dispongo a ello. No es pronunciado, pero es suficiente para levantar ligeramente las ruedas del suelo y creerte un piloto profesional por un instante.

Justo después de tocar el suelo, es momento de regresar al asfalto y de parar el coche tras dos curvas. “¿Ya está?” Me digo. Se ha pasado volando, pero he disfrutado cada segundo y me tiraría toda la tarde al volante si fuera posible. Aun así, como se suele decir: lo bueno, si breve…

De esta forma, en esta tarde me ha quedado claro que los coches eléctricos no están reñidos con el ADN de competición. Son muchos los ejemplos de vehículos de este tipo que están compitiendo en diversas pruebas y, tras esta espectacular experiencia, estoy deseando ver dónde se puede llegar con ellos.

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