Prueba del Audi S4 (2019). Para Europa, solo como diésel

Empecemos por el mayor cambio: tras el facelift del Audi A4, su variante deportiva prescinde en Europa del gasolina, y por tanto, ahora viene con un V6 diésel de tres litros. Una red de abordo de 48 voltios y un compresor con gestión eléctrica se encargan de aportar al rendimiento. ¿Cómo afecta este cambio a su comportamiento? Es lo que vamos a comprobar en esta prueba del Audi S4 (2019). 

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En el exterior veo las luces de LED de serie, ahora en el nuevo lenguaje de diseño de la marca. Y la conocida parrilla con estética de panal, por encima de la cual está la ranura bajo el capó heredada del clásico Sport quattro, aunque aquí es solo decorativa

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Nuestro coche de prueba viene con  componentes con estética de aluminio, que recorren todo el coche a lo largo y a lo ancho. Por ejemplo, la línea separadora del difusor y el paragolpes trasero.  También en la zaga Audi sigue con la tradición. Vemos cuatro salidas de escape, dos de verdad, y dos falsos, que son una pura concesión estética. Tenemos además un nuevo difusor que de diferencia del A4 normal. 

Así es por dentro

El interior también tiene un enfoque deportivo, aunque en esta prueba del Audi S4 (2019) nos ha quedado claro que la marca no ha hecho cambios radicales. Una vez sentado todo me es familiar, aunque ahora falta la rueda de control. El nuevo sistema se maneja por la pantalla táctil, o bien por la voz. El control vocal no es tan intuitivo como conocemos de otros fabricantes ‘premium’. Puedo buscar los restaurantes a mi alcance o elegir emisoras de radio, pero funciones del coche como el clima, no las puedo manejar con mi voz. 

¿Cómo se comporta? 

Recordemos que no lleva un gasolina, sino un diésel V6 de tres litros de cilindrada en el S4 europeo. Por eso el sonido del nuevo S4 no se puede comparar con el del modelo anterior. El sistema ‘sound generator’ mejora un poco la cosa, dependiendo del modo de conducción que elijamos.

Pero vayamos a lo bueno: sus 347 CV y 700 Nm están muy bien aprovechados y lo convierten en un coche realmente divertido de conducir por carreteras de montaña, como hemos comprobado en esta prueba del Audi S4 (2019): pisa con contundencia, los frenos son potentes y estables y la dirección es muy directa. Hablamos de una berlina verdaderamente ágil que permite serpentear a gran velocidad con mucha seguridad, y que da la impresión de tener un coche más pequeño y ligero entre manos. 

La tracción quattro es de serie en el S4, y como opción tienes un diferencial con bloqueo y chasis adaptativo. Fuera de Europa está disponible con un V6 TSI de gasolina, que rinde 354 CV y 500 Nm de par. Ok, lo echaremos de menos aquí, pero a favor del diésel, no olvidemos que su par es mucho más elevado.