Prueba del AC Schnitzer M240i xDrive

Como siempre, mucho antes del lanzamiento de la nueva variante M del BMW Serie 2,  AC Schnitzer ofrece una alternativa adecuada para todos los que no quieren esperar. 

"Te sorprenderás", me susurra al teléfono Roman Fenners, jefe de desarrollo de AC Schnitzer, cuando concertamos una cita para probar su BMW M240i xDrive. Han hecho grandes progresos en la preparación de este BMW, especialmente con el chasis y los neumáticos. 

Las novedades en este AC Schnitzer

Por un lado, el automóvil de producción es una verdadera sorpresa en términos de rendimiento. Y por otro lado, el nuevo BMW M2 está en la parrilla de salida. Ya lo hemos conducido en el Salzburgring, y sabemos  que va a ser increíble. 

Por supuesto, un preparador aspira siempre a concebir un modelo mejor que el de fábrica. O elevar modelos más pequeños al nivel de auténticos deportivos. En AC Schnitzer dominan desde hace años ambas facetas, con innumerables récords en Sachsenring y varias victorias en pruebas que hablan de sus muchos años de experiencia.

Enseguida vieron que se le podía sacar aún más miga al M240i: la base es ya excepcional, pero pensaron que la óptica aún se podía mejorar. Pero no se quedaron ahí. Además de los 46 CV adicionales, el kit de rendimiento de más de 4.500 euros incluye un aumento de par de 500 a 600 Nm, y pasa de 0 a 100 en unos ridículos 3,9 segundos, 

Este 240 dopado aprovecha perfectamente los 600 Newton metros desde el mismo arranque, y junto con los neumáticos adherentes, se logra un lanzamiento perfecto, nada “raspa”, no hay aumentos de presión de sobrealimentación, todo encaja. Y es 1,5 segundos más rápido hasta los 200 km/h que el modelo base, al que ya saca 3,8 cuando llega a los 250.

La potencia de frenado también es destacable. El desarrollador de Schnitzer, Fenners, no pone frenos más grandes en los ejes, solo le planta nuevos Continental SportContact 7 en ruedas llantas de 20 pulgadas. Se detiene así desde 100 km/h en unos sensacionales 30,7 metros, mientras que el automóvil de producción con Michelin lo hace 1,7 metros después.

Comportamiento del BMW M240i vitaminado

¿Y cómo se conduce? ¿Carretera, vida cotidiana, circuito? Con las ruedas más grandes y el chasis deportivo, el cupé se mueve con una sorprendente mansedumbre. Nada retumba sobre baches y grietas, nada se tambalea, no hay dolores de cabeza con el sistema de escape deportivo de sonido robusto. 

Un chasis cómodo, por tanto, pero, ¿qué pasa en el circuito? Fenners es un zorro, sabe qué configuración necesita para Sachsenring. La potencia sigue los impulsos de la dirección sin demora, gira con vehemencia  mientras que el eje trasero convierte perfectamente la potencia adicional en propulsión. 

Los de AC Schnitzer prefieren una sutil inestabilidad, y aún así le sacan más de dos segundos al modelo de serie.

Ah, una cosa más. Una vez más, el preparador demuestra que más potencia también puede suponer un menor consumo de combustible. ¡Eso hace que conducirlo sea aún más divertido!