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Prueba de los 100.000 km: Ford Focus Wagon

Hemos conducido el Ford Focus en nuestra prueba de larga duración, y nos ha sorprendido para (muy) bien

Cuando el Ford Focus  llegó al parking de la sede de AUTOBILD en Hamburgo el  17 de noviembre de 2019, las expectativas eran inicialmente bajas. El Ford es un coche con un comportamiento excelente, pero de enfoque irremediablemente burgués. Pues bien: craso error. 

Una mirada al interior muestra una atmósfera sólida y bien acabada, enfocada en el bienestar. En acabado Titanium lleva acceso sin llave, regulación de apoyo lumbar para el pasajero delantero, climatizador automático bizona y sistema de navegación, enganche para remolque, head-up display, sistema de sonido B&O, el paquete de invierno (asientos delanteros, volante y parabrisas calefactables) y el paquete tecnológico II para conducción semiautomatizada.

Todo esto le lleva a rondar los 40.000 euros, algo que, para qué negarlo, nos pareció un tanto desproporcionado para un coche de este segmento, por mucho que vaya equipado hasta arriba de opciones. 

Pero independientemente de la cuestión del precio, viajar con el Focus fue un gran placer. El potente diésel maneja todas las circunstancias con facilidad, la dirección es agradable con asistencia de potencia equilibrada y retroalimentación precisa, y los sistemas de asistencia funcionan discretamente bien con la excepción de las largas automáticas.

VÍDEO: Ford Focus 2022 al detalle

La advertencia de atascos y las rutas alternativas del sistema de navegación de fábrica no son, digamos, óptimas. Google Maps puede hacerlo mejor. Por otro lado, la transmisión automática de ocho velocidades muestra cierta aspereza en las marchas bajas, especialmente en el tráfico de la ciudad, al reiniciar la marcha es un tanto brusca. 

El Focus encontró reconocimiento sobre todo entre los viajeros de larga distancia. Formato contenido y aun así mucho espacio, rendimiento enérgico y nada bebedor: ¿qué más se puede pedir? 

Un viajero empedernido

O como apuntaba un colega en el libro de viaje:  "¿Por qué Ford tiene una imagen de marca tan aburrida? Este coche es divertido, bonito y ofrece espacio de sobra". Aun así, dependiendo de la estatura y las preferencias del conductor, también hubo algunas quejas. 

Por otro lado, su comportamiento tan aplomado y dinámico tiene la contraparte de un chasis duro que se hace notar demasiado en las juntas transversales de la carretera. "Demasiado para un familiar. ¡No es un ST!", se quejaba en el cuaderno otro de colega de la redacción. 

Barrido Focus

Los asientos tampoco eran universalmente populares, y los que miembros del equipo editorial más propensos a la conducción deportiva echaron de menos más apoyo lateral.  

Uno de ellos apuntó: "Los asientos están acolchados con demasiada suavidad". Y eso a pesar de que llevaba el asiento ergonómico opcional.

Cockpit Focus

El Wagon se reconcilió con todos por su naturaleza enfáticamente práctica. El repostaje sin desenroscar un tapón, las tiras automáticas de protección contra golpes que se despliegan cuando se abre la puerta o un calefactor para el parabrisas conquistaron a unos cuantos. 

El espacio disponible en el Focus también está bien para cuatro adultos. El maletero tiene un umbral de carga de solo 63 centímetros de altura, y la superficie con los asientos plegados es plana.  

Los asientos traseros se pueden desbloquear desde la parte trasera, los ganchos para bolsas y la fijación sin torpezas de los asientos para niños Isofix en la parte trasera hacen del Ford un verdadero amigo de las familias.

Sala de despiece

Despiece Focus

Y toca mirarlo con lupa. La cubierta del paso de rueda delantero derecho muestra signos claros de contacto con el neumático, el aceite del motor rezuma en el anillo de sellado del cigüeñal y ocasionalmente hay óxidos sutiles en la superficie. 

Por lo demás, el Focus está en plena forma y sorprendentemente fresco. Incluso el desmontaje completo después de 100.000 kilómetros apenas saca a la luz nada crítico.

Conclusión: No hay casi nada de lo que quejarse. Después de 100.000 kilómetros, el Focus muestra solo unos pocos signos de envejecimiento y todavía se ve agradablemente fresco en general. No saca un 10 de nota por poco. 

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